Las fuerzas de seguridad llegaron a dudar de que Montserrat fuese realmente una asesina
No reconoce la voz del principal testigo, Pedro Mielgo, en la polémica grabación del 112 pero sí que asegura haberle visto hablando con el móvil en la cara. Los policías aseguran que el momento de la detención fue "muy confuso" y dudaron de la culpabilidad de Montserrat porque "iba muy bien vestida" y en "un vehículo de lujo".
![[Img #20103]](upload/img/periodico/img_20103.jpg)
Pedro Mielgo, el policía jubilado que trabajó en Astorga y que se convirtió en el testigo principal en el asesinato de Isabel Carrasco, ha aclarado en declaraciones a los periodistas a las puertas de la Audiencia Nacional la confusión que se ha creado en la sala de Vistas, cuando ha sostenido no reconocer la grabación que consta como prueba, una conversación teléfonica supuestamente entre él mismo y el Servicio de Emergencias Sanitarias 112, mantenida el mismo 12 de mayo de 2014, y que revelaba detalles de cómo sucedieron los hechos.
Mielgo ha sostenido que no se reconoce como el autor de esa llamada. Algo que ha alarmado en la sala de Vistas, principalmente al jurado popular, y que podría aprovecharse por la defensa de las acusadas pidiendo "falso testimonio". En cualquier caso, este giro en el juicio que podría poner en entredicho el testimonio del que hasta ahora se consideraba el testigo clave de la investigación, deberá ser contrastada. La mujer del policía jubilado, Elena Morandeira, que ha escuchado la misma grabación, tampoco ha reconocido la voz de su marido en un primer momento, aunque luego se ha retractado en la sala de Vistas, asegurando que sí que era él, durante una segunda escucha en Vista. Ha dicho que se trataba de él, de su marido, "por la expresión 'un momentito', que él dice mucho".
Pedro Mielgo ha declarado en la calle frente a la Audiencia que "está segurísimo de que no es mía la llamada, yo sé cuando llamo y cuando no. Además la señora que estaba sentada delante de mí, rubia, ha dicho que esa es la llamada de su marido, o sea que no soy yo. Mi mujer se ha confundido porque normalmente la voz por teléfono es diferente a la voz normal, por lo tanto se puede uno equivocar", ha declarado contundente.
La acusación no ha pedido que el testigo reconozca a las acusadas
En ningún momento la acusación particular, ni el fiscal, ha pedido al que hasta el momento se ha tenido en cuenta como testigo clave del caso, Pedro Mielgo, que reconozca a las acusadas.
Por otro lado, en declaraciones a los medios de comunicación ha mantenido que "Montserrat no tiró el bolso en la calle Lucas de Tuy. Se lo que veo". A pesar de que el abogado de la defensa le ha intentado acorralar con el tema, Mielgo se ha mostrado inamovible en su declaración: "Vi perfectamente que no tiró el bolso, hasta que no la perdí de vista". Cuando Mielgo dejó de verla, en teoría fue cuando se produjo el encuentro entre madre e hija, en la zona del pasadizo de Colón, supuestamente, que ellas niegan, pero que sería la única salida de Colón por donde ya saló el policía jubilado. "Ella iba sola y mirando hacia delante y paso ligero".
![[Img #20102]](upload/img/periodico/img_20102.jpg)
Habló por teléfono
Un policía local, presente en la detención de Motserrat, ha declarado que vio a Mielgo hablando por teléfono. Tras escuchar la polémica grabación mantenida entre un hombre y el Servicio de Emergencias 112, que relata y describe hechos relevantes del día del asesinato, el agente ha sentenciado que "no reconoce" la voz del principal testigo, Pedro Mielgo, en dicha grabación, pero sí que asegura haberle visto hablando con el móvil en la cara cuando se produjo la detención de Triana y Montserrat.
El mismo policía ha recordado que Mielgo gritó: "Policía ¡asesina asesina! va armada", refiriéndose a Montserrat. "En ningún momento mencionaron que fueran familia del comisario de Astorga. Triana dijo que venía de la cafetería Fuensanta", a pesar de que ese día, lunes, estaba cerrada.
Sostiene que le "suena que la voz del hombre pueda ser del primer testigo -Pedro Mielgo-, aunque no reconoce la voz. Pero iba hablando por teléfono, continuamente. El segundo testigo no".
Policía Local: "Se creó mucha confusión, nos hizo dudar. No tenía pinta de delincuente común"
Otros policías nacionales han relatado los hechos que vivieron, recordando cómo identificaron a Pedro Mielgo y a su mujer por el paseo de la Condesa.
Otro de los policías locales que se dispuso a la detención de Montserrat ha detallado cómo ordenó a Montserrat que saliera del coche. "Le dije que saliera del vehículo y pusiera las manos en el capó".
Al pedir la documentación a Triana, que acababa de llegar a la escena -continúa el relato del mismo policía local-, la mujer -Montserrat- se volvió a subir al coche y Triana intentó meter la marcha atrás. Fue entonces cuando otro compañero las hace salir del coche. Por otro lado, insistiendo en la polémica grabación prueba en el caso, "no sabe" si Mielgo estaba hablando por teléfono, pero "sí que levantó las manos" en señal de alarma. A pesar de ello, ha declarado que "cree" "que sí es el policía jubilado".
El policía local ha reconocido que las fuerzas de seguridad vivieron un momento de confusión, y llegaron a dudar de que Montserrat fuese realmente una asesina, y que los tiros no fueran más que petardos. "Ella se defendía diciendo que porque un loco dijera que era ella quien había disparado no tenía porqué haber pegado unos tiros". "Se creó mucha confusión, la señora iba bien vestida, con un vehículo de alta gama. Pensamos que a lo mejor el policía jubilado se estaba equivocando. No tenía pinta de delincuente común".
Pedro Mielgo, el policía jubilado que trabajó en Astorga y que se convirtió en el testigo principal en el asesinato de Isabel Carrasco, ha aclarado en declaraciones a los periodistas a las puertas de la Audiencia Nacional la confusión que se ha creado en la sala de Vistas, cuando ha sostenido no reconocer la grabación que consta como prueba, una conversación teléfonica supuestamente entre él mismo y el Servicio de Emergencias Sanitarias 112, mantenida el mismo 12 de mayo de 2014, y que revelaba detalles de cómo sucedieron los hechos.
Mielgo ha sostenido que no se reconoce como el autor de esa llamada. Algo que ha alarmado en la sala de Vistas, principalmente al jurado popular, y que podría aprovecharse por la defensa de las acusadas pidiendo "falso testimonio". En cualquier caso, este giro en el juicio que podría poner en entredicho el testimonio del que hasta ahora se consideraba el testigo clave de la investigación, deberá ser contrastada. La mujer del policía jubilado, Elena Morandeira, que ha escuchado la misma grabación, tampoco ha reconocido la voz de su marido en un primer momento, aunque luego se ha retractado en la sala de Vistas, asegurando que sí que era él, durante una segunda escucha en Vista. Ha dicho que se trataba de él, de su marido, "por la expresión 'un momentito', que él dice mucho".
Pedro Mielgo ha declarado en la calle frente a la Audiencia que "está segurísimo de que no es mía la llamada, yo sé cuando llamo y cuando no. Además la señora que estaba sentada delante de mí, rubia, ha dicho que esa es la llamada de su marido, o sea que no soy yo. Mi mujer se ha confundido porque normalmente la voz por teléfono es diferente a la voz normal, por lo tanto se puede uno equivocar", ha declarado contundente.
La acusación no ha pedido que el testigo reconozca a las acusadas
En ningún momento la acusación particular, ni el fiscal, ha pedido al que hasta el momento se ha tenido en cuenta como testigo clave del caso, Pedro Mielgo, que reconozca a las acusadas.
Por otro lado, en declaraciones a los medios de comunicación ha mantenido que "Montserrat no tiró el bolso en la calle Lucas de Tuy. Se lo que veo". A pesar de que el abogado de la defensa le ha intentado acorralar con el tema, Mielgo se ha mostrado inamovible en su declaración: "Vi perfectamente que no tiró el bolso, hasta que no la perdí de vista". Cuando Mielgo dejó de verla, en teoría fue cuando se produjo el encuentro entre madre e hija, en la zona del pasadizo de Colón, supuestamente, que ellas niegan, pero que sería la única salida de Colón por donde ya saló el policía jubilado. "Ella iba sola y mirando hacia delante y paso ligero".
Habló por teléfono
Un policía local, presente en la detención de Motserrat, ha declarado que vio a Mielgo hablando por teléfono. Tras escuchar la polémica grabación mantenida entre un hombre y el Servicio de Emergencias 112, que relata y describe hechos relevantes del día del asesinato, el agente ha sentenciado que "no reconoce" la voz del principal testigo, Pedro Mielgo, en dicha grabación, pero sí que asegura haberle visto hablando con el móvil en la cara cuando se produjo la detención de Triana y Montserrat.
El mismo policía ha recordado que Mielgo gritó: "Policía ¡asesina asesina! va armada", refiriéndose a Montserrat. "En ningún momento mencionaron que fueran familia del comisario de Astorga. Triana dijo que venía de la cafetería Fuensanta", a pesar de que ese día, lunes, estaba cerrada.
Sostiene que le "suena que la voz del hombre pueda ser del primer testigo -Pedro Mielgo-, aunque no reconoce la voz. Pero iba hablando por teléfono, continuamente. El segundo testigo no".
Policía Local: "Se creó mucha confusión, nos hizo dudar. No tenía pinta de delincuente común"
Otros policías nacionales han relatado los hechos que vivieron, recordando cómo identificaron a Pedro Mielgo y a su mujer por el paseo de la Condesa.
Otro de los policías locales que se dispuso a la detención de Montserrat ha detallado cómo ordenó a Montserrat que saliera del coche. "Le dije que saliera del vehículo y pusiera las manos en el capó".
Al pedir la documentación a Triana, que acababa de llegar a la escena -continúa el relato del mismo policía local-, la mujer -Montserrat- se volvió a subir al coche y Triana intentó meter la marcha atrás. Fue entonces cuando otro compañero las hace salir del coche. Por otro lado, insistiendo en la polémica grabación prueba en el caso, "no sabe" si Mielgo estaba hablando por teléfono, pero "sí que levantó las manos" en señal de alarma. A pesar de ello, ha declarado que "cree" "que sí es el policía jubilado".
El policía local ha reconocido que las fuerzas de seguridad vivieron un momento de confusión, y llegaron a dudar de que Montserrat fuese realmente una asesina, y que los tiros no fueran más que petardos. "Ella se defendía diciendo que porque un loco dijera que era ella quien había disparado no tenía porqué haber pegado unos tiros". "Se creó mucha confusión, la señora iba bien vestida, con un vehículo de alta gama. Pensamos que a lo mejor el policía jubilado se estaba equivocando. No tenía pinta de delincuente común".