Samuel Yebra Pimentel
Sábado, 08 de Junio de 2013

El niño que resucitó de entre los muertos

El niño que resucitó de entre los muertos. Alfonso Martínez. Ediciones Monte Riego, 2013.

Las cosas son como son.
¿Cómo son las cosas?
José Bergamín
                                                                                                                                                      
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En una cultura que cree en el milagro cabría fingirlo si con ello se engorda el prestigio de quienes lo interceden, beatos que mejoran su estima entre la plebe y la nobleza y aumentan por ende el poder de la orden a la que pertenecieron; falseamiento de un milagro que habría que atribuir a Vicente Ferrer, “látigo de moros y judíos, incitador de la masacre sucedida en la aljama valenciana en la que perecieron unos tres mil, entre ellos mujeres, ancianos y niños.” 

Esta novela establece una trama en media docena de escenarios, que se alternan y entrecruzan para en algún momento converger de a dos o de a tres hasta que en el desenlace confluyan todos.

El asunto es la buena vida o la mejoría de la vida que cada cual intenta conseguir o mantener, unos desde el logro convicto sin escrúpulos morales, es el caso de los salteadores de caminos. Otros en la convicción de que la ‘pequeña moral’ de la que tenemos certeza  debe de ceder ante los designios más amplios de una Orden, la de los dominicos, que trasciende a la interpretación personal y que reza con lema maquiavélico. Por medio de ellos, las minorías étnicas o religiosas siempre en el temor de que las luchas por el poder y el dinero acabe por empeorar su desgracia. Tan solo la venganza de María de Monroy, Antígona del siglo XV, por el asesinato de dos de sus hijos escapa a tan elementales móviles y permanece incontaminada y convicta de costumbres morales irrenunciables, inflexibles. Así es la cara, la cruz es la tergiversación de lo que dicta la ‘recta razón’ en beneficio del interés de lo propio. “Pues Dios es y ha sido siempre la excusa perfecta para la comisión de las mayores salvajadas y brutalidades y que no serán consideradas así si quienes las cometen dicen ser los representantes de Dios en la tierra, sino todo lo contrario, pues afirmarán que es obra de Dios, que es su voluntad”.

La novela está ambientada en el momento de las luchas entre los partidarios de enrique IV  y los confabulados, partidarios del rey Alfonso, (hijo de Juan II y hermanastro de Enrique e Isabel de Portugal) La disculpa es que Enrique no ha cumplido lo aprobado en la sentencia arbitral de Medina del Campo. Abundan los personajes de la nobleza de uno y otro bando, con detalle de sus alineamientos e intereses, sin estorbar en nada el transcurso de la narración, por lo que el libro hará las delicias de los aficionados a la novela histórica, aunque no empece la lectura a los que repudian del género. Se dejará leer, se querrá continuar, y aunque se anticipe el final del ‘falso milagro’ y se esfume el misterio, queda aún en pie la ‘tierra de la verdad’, la moraleja de un modo de vida que pisa en falso y no deja nunca de ceder, enfangándose más cada vez en lo peor.

El libro es una denuncia de la intolerancia, de la creencia fanática y de la presunción de una verdad única y de los reinos en los que oscurece por imposición.

Hay un reino imaginado de tipo kantiano en el que todos estaríamos dispuestos a ejercer la acción que fuere en beneficio de un fin prefijado. ¿Podríamos mantenernos ahí en equilibrio? ¿Sería deseable un reino así? La respuesta es no, y así lo entienden Habbir el alquimista Árabe y Jacob Abenhamide, médico judío, representantes ambos de quienes padecen con más ahínco las inclemencias de un reino así, un reino en el que viven de una manera inopinada, siéndoles ajeno y sentido como enajenación, lo padecen de forma virulenta, el árabe es asesinado y el físico judío huirá para empezar de cero en otra parte.

Ese niño no nació entre las pajas, pero resucitó de entre los muertos. Así vivimos de esa verdad única, tan mentirosa, tan dañina.
                                                                         

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