Puerta de España
![[Img #33915]](upload/img/periodico/img_33915.jpg)
El mejor hispanismo francés siempre ha estado muy atento a la historia, cultura, literatura, arte... de España; desde el gran Marcel Bataillon, pasando por Pierre Vilar, hasta llegar ahora, entre otros, a Florence Delay, de la que se acaba de publicar, este mismo año a punto de terminar, su fascinante obra ‘Puerta de España’.
Tales estudiosos franceses nos dan siempre una visión, interpretación... fascinantes de nuestro país, a partir de una entrega a la indagación y al estudio, siempre muy rigurosos, de todo aquello que nos constituye como país y como comunidad humana.
Es lo que ahora, a medida que lo vamos leyendo, percibimos en el libro ‘Puerta de España’, de la hispanista Florence Delay (París, 1941), publicado originalmente en Francia, en 2008, con el título de ‘Mon Espagne Or et Ciel’.
Florence Delay nos da una visión fascinante y entregada de nuestro país, partiendo, sobre todo, de nuestra literatura contemporánea, de nuestros grandes escritores y poetas de la llamada 'edad de plata' de nuestra cultura.
Su iniciador en la poesía es nada menos que uno de los grandes poetas franceses contemporáneos: René Char, amigo de su familia, quien le regala la obra completa de Federico García Lorca, pero quien solo le presta, para que lo lea, pues no quiere desprenderse del ejemplar, humildemente editado en la ya mítica colección Austral, ‘El rayo que no cesa’, de Miguel Hernández.
Federico García Lorca y Miguel Hernández, dos de nuestros más grandes poetas contemporáneos. Con muchos elementos comunes entre ambos, ya que los dos beben de ese sustrato antiguo mediterráneo de las religiones naturalistas, como supo ver muy bien el llorado Ángel Álvarez de Miranda, uno de nuestros historiadores de las religiones, que se fue de este mundo antes de tiempo y al que muy pocos recuerdan, pese a ser uno de los grandes indagadores en ese sustrato mítico de lo español.
Ahora se está poniendo en escena una nueva representación de ‘La casa de Bernarda Alba’, de Federico García Lorca, con la novedad de que son hombres quienes encarnan los papeles femeninos –todos– de la obra. Y también de que tratan de acentuar los valores simbólicos de tal texto dramático.
Hace ya años, en un viaje por tierras zaragozanas, en la época de la 'expo' en torno al agua, recalamos en la localidad de Leciñena, y, en el santuario de Nuestra Señora de Magallón, elevado sobre el pueblo, en su explanada, en una noche de agosto, arrasados los cielos de sobrecogedoras estrellas, tuvimos la fortuna de ver representada ‘La casa de Bernarda Alba’, por un grupo aficionado aragonés. Ha sido una de las fortunas culturales de nuestra vida. Fue una noche plena, absoluta. Se produjo en aquella representación y en aquel escenario y en aquella noche de agosto una conjunción en la que el cosmos y el ser humano estaban en una plena sintonía.
Puerta de España. Entrañas y corazón de un país fascinante, como es el nuestro, del que, muchas veces, despreciamos lo verdadero y lo valioso que hay en él, para derivar en una dialéctica, siempre trágica, de exclusivismos y exclusiones.
Por ello, esta puerta de España que nos abre Florence Delay, que nos abren los hispanistas, los foráneos, nos descubre un universo maravilloso, el nuestro, el de nuestro país, cuyos mejores frutos olvidamos y maltratamos más de lo que debiéramos.
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El mejor hispanismo francés siempre ha estado muy atento a la historia, cultura, literatura, arte... de España; desde el gran Marcel Bataillon, pasando por Pierre Vilar, hasta llegar ahora, entre otros, a Florence Delay, de la que se acaba de publicar, este mismo año a punto de terminar, su fascinante obra ‘Puerta de España’.
Tales estudiosos franceses nos dan siempre una visión, interpretación... fascinantes de nuestro país, a partir de una entrega a la indagación y al estudio, siempre muy rigurosos, de todo aquello que nos constituye como país y como comunidad humana.
Es lo que ahora, a medida que lo vamos leyendo, percibimos en el libro ‘Puerta de España’, de la hispanista Florence Delay (París, 1941), publicado originalmente en Francia, en 2008, con el título de ‘Mon Espagne Or et Ciel’.
Florence Delay nos da una visión fascinante y entregada de nuestro país, partiendo, sobre todo, de nuestra literatura contemporánea, de nuestros grandes escritores y poetas de la llamada 'edad de plata' de nuestra cultura.
Su iniciador en la poesía es nada menos que uno de los grandes poetas franceses contemporáneos: René Char, amigo de su familia, quien le regala la obra completa de Federico García Lorca, pero quien solo le presta, para que lo lea, pues no quiere desprenderse del ejemplar, humildemente editado en la ya mítica colección Austral, ‘El rayo que no cesa’, de Miguel Hernández.
Federico García Lorca y Miguel Hernández, dos de nuestros más grandes poetas contemporáneos. Con muchos elementos comunes entre ambos, ya que los dos beben de ese sustrato antiguo mediterráneo de las religiones naturalistas, como supo ver muy bien el llorado Ángel Álvarez de Miranda, uno de nuestros historiadores de las religiones, que se fue de este mundo antes de tiempo y al que muy pocos recuerdan, pese a ser uno de los grandes indagadores en ese sustrato mítico de lo español.
Ahora se está poniendo en escena una nueva representación de ‘La casa de Bernarda Alba’, de Federico García Lorca, con la novedad de que son hombres quienes encarnan los papeles femeninos –todos– de la obra. Y también de que tratan de acentuar los valores simbólicos de tal texto dramático.
Hace ya años, en un viaje por tierras zaragozanas, en la época de la 'expo' en torno al agua, recalamos en la localidad de Leciñena, y, en el santuario de Nuestra Señora de Magallón, elevado sobre el pueblo, en su explanada, en una noche de agosto, arrasados los cielos de sobrecogedoras estrellas, tuvimos la fortuna de ver representada ‘La casa de Bernarda Alba’, por un grupo aficionado aragonés. Ha sido una de las fortunas culturales de nuestra vida. Fue una noche plena, absoluta. Se produjo en aquella representación y en aquel escenario y en aquella noche de agosto una conjunción en la que el cosmos y el ser humano estaban en una plena sintonía.
Puerta de España. Entrañas y corazón de un país fascinante, como es el nuestro, del que, muchas veces, despreciamos lo verdadero y lo valioso que hay en él, para derivar en una dialéctica, siempre trágica, de exclusivismos y exclusiones.
Por ello, esta puerta de España que nos abre Florence Delay, que nos abren los hispanistas, los foráneos, nos descubre un universo maravilloso, el nuestro, el de nuestro país, cuyos mejores frutos olvidamos y maltratamos más de lo que debiéramos.






