¿Mal uso o estado de abandono?
![[Img #39384]](upload/img/periodico/img_39384.jpg)
Podríamos jugar a las adivinanzas, ¿cuántos activos inmobiliarios se podría decir que tiene el Ayuntamiento de Astorga sin uso o dándoles un uso inapropiado?
Comencemos por el más emblemático de todos ellos por dimensiones, por su antigüedad y lo que representó para la ciudad. Me refiero a la antigua fábrica de chocolates de Gómez Murias, que posteriormente se dedicó a la fabricación de fideos y harinas bajo el nombre de La Rosario. Está situada en la carretera de San Román de la Vega, junto a la estación del ferrocarril. Un edificio cuyo precio de tasación oficial fue de 724,260 euros que no incluían la maquinaria, ya que ésta la donaba la propiedad. Para justificar su compra se dijo desde el Ayuntamiento que el edificio “era unos de los ejemplos más importantes de arquitectura de la época y que las máquinas de chocolate de finales del siglo XIX y del primer tercio del siglo XX, se conservaban perfectamente en su interior”. La idea era crear en sus instalaciones un museo ligado a la actividad industrial de nuestra ciudad en dicha época. Ocho años hace de su adquisición. Según me ha contado una fuente fiable, los tejados tienen goteras que directamente dejan caer el agua de la lluvia sobre esas maravillosas máquinas y el interior de las naves sirve de almacén para la brigada de obras. Me parece muy bien que un Ayuntamiento como el nuestro tenga iniciativas y quiera dotarse de este tipo de infraestructuras, pero midiendo sus posibilidades. El día que se quiera poner en servicio este edificio, habrá que gastarse un dineral en su reparación y me temo que las máquinas para entonces estarán inservibles.
Sigamos nuestro recorrido por el Barrio de Rectivía.
Hace treinta y cuatro años que dejaron de funcionar los antiguos depósitos del agua, situados en este barrio y que distribuían el agua a toda la ciudad. La corporación de entonces, pregonó por doquier que en las vacías instalaciones se haría un centro cultural. Una fantástica idea que ilusionó a la ciudad y sobre todo al barrio. Meses más tarde se había convertido en almacén de la brigada de obras. Hoy siguen siéndolo. Una pena, porque la idea era muy buena.
Y yo me pregunto:¿Cuántos almacenes necesita la brigada de obras?. Que yo sepa además de los ya citados, también utilizan de almacén el antiguo matadero y tienen una o dos naves alquiladas por el Ayuntamiento en el Polígono Industrial. ¿No será que se almacena más de la cuenta y además reina el desorden? De otra forma sería difícil de entender.
Hablando de desorden. Según la información que me han pasado, las máquinas de la Imprenta Sierra, que tantas páginas llenaron los periódicos cantando sus excelencias cuando las recibió el Ayuntamiento y que incluso se habló de un museo, están almacenadas en el antiguo matadero de cualquier manera, oxidadas y estropeándose. Las cajas con las letras tipográficas al parecer están rotas o mal almacenadas dejando caer sus letras al suelo desperdigadas, sin ningún tipo de cuidado. ¿Increíble verdad?
El hecho es que son situaciones que no son de ahora, son situaciones que se han enquistado y han acumulado años de abandono sin que el Consistorio haya hecho nada para remediarlo.
En los años 90 la Grafiosis se llevó por delante los centenarios olmos del 'Jardín'. La remodelación del mismo conllevó el derribo de la casa del jardinero, sustituida por el edificio que actualmente alberga la Ludoteca Municipal, pero que supuestamente estaba pensado para ser la nueva casa del jardinero. Veinte años lleva el Ayuntamiento utilizando una vivienda más o menos grande, como Ludoteca Municipal. El aforo máximo es actualmente de 88 niñoa/as, aunque hace años se llegó a cantidades mucho mayores. Yo me pregunto si el lugar es el más adecuado y qué ocurriría si un día salta alguna alarma en esta vivienda que, hasta hace un par de años seguía con la luz de obra. ¿Alguien puede explicarme porqué en veinte años desde el Ayuntamiento no se ha buscado otra ubicación que reúna las condiciones necesarias para implantar la Ludoteca? No olvidemos que diariamente pueden llegar a haber entre sesenta y ochenta niños más el personal que se hace cargo de su cuidado.
Dentro del listado de edificios cuyo uso no es el adecuado, podríamos proseguir con la otra casa del jardinero. Me refiero a la que se construyó en el Parque de la Eragudina, también en los años noventa. Durante dos o tres años vivió en ella un jardinero con su familia. Desde el año 2002 la casa del jardinero sirve de almacén para la brigada de jardineros. ¿Injusto verdad? Una bonita vivienda infrautilizada que, de no utilizarla como vivienda habría que intentar buscarle otras alternativas más coherentes.
Para no hacerme pesado voy a pasarme por alto la eternización del edificio que tendría que haber albergado ya desde hace unos años a la Policía Local, y el antiguo instituto situado en el paseo de la muralla, donde tiene cabida todo: los Servicios Sociales, la sede de algunas asociaciones y clubs de futbol, la Policía Local, el taller de reparación de los cabezudos, el almacén de no sé qué, etc, etc. Vamos lo más parecido a Babel y todo ello en un edificio en parte bastante deteriorado. Dejaremos para otra ocasión el edificio supuestamente cedido por el Ministerio de Cultura, lindante con el Colegio Blanco de Cela y que en su día fue viviendas para maestros. ¿Ahora qué utilidad se les está dando a estos pisos? A excepción de un par de viviendas, no me consta que el resto estén sirviendo para algo, cuando podían estar haciendo una labor social muy importante.
La responsabilidad de esta situación, aunque en este momento la tiene el equipo que gobierna, viene de largo, y creo que para ser justos, también se les debe achacar a las corporaciones anteriores.
Decía el escritor Wayne W. Dyer: “El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal como siempre las han hecho”.
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Podríamos jugar a las adivinanzas, ¿cuántos activos inmobiliarios se podría decir que tiene el Ayuntamiento de Astorga sin uso o dándoles un uso inapropiado?
Comencemos por el más emblemático de todos ellos por dimensiones, por su antigüedad y lo que representó para la ciudad. Me refiero a la antigua fábrica de chocolates de Gómez Murias, que posteriormente se dedicó a la fabricación de fideos y harinas bajo el nombre de La Rosario. Está situada en la carretera de San Román de la Vega, junto a la estación del ferrocarril. Un edificio cuyo precio de tasación oficial fue de 724,260 euros que no incluían la maquinaria, ya que ésta la donaba la propiedad. Para justificar su compra se dijo desde el Ayuntamiento que el edificio “era unos de los ejemplos más importantes de arquitectura de la época y que las máquinas de chocolate de finales del siglo XIX y del primer tercio del siglo XX, se conservaban perfectamente en su interior”. La idea era crear en sus instalaciones un museo ligado a la actividad industrial de nuestra ciudad en dicha época. Ocho años hace de su adquisición. Según me ha contado una fuente fiable, los tejados tienen goteras que directamente dejan caer el agua de la lluvia sobre esas maravillosas máquinas y el interior de las naves sirve de almacén para la brigada de obras. Me parece muy bien que un Ayuntamiento como el nuestro tenga iniciativas y quiera dotarse de este tipo de infraestructuras, pero midiendo sus posibilidades. El día que se quiera poner en servicio este edificio, habrá que gastarse un dineral en su reparación y me temo que las máquinas para entonces estarán inservibles.
Sigamos nuestro recorrido por el Barrio de Rectivía.
Hace treinta y cuatro años que dejaron de funcionar los antiguos depósitos del agua, situados en este barrio y que distribuían el agua a toda la ciudad. La corporación de entonces, pregonó por doquier que en las vacías instalaciones se haría un centro cultural. Una fantástica idea que ilusionó a la ciudad y sobre todo al barrio. Meses más tarde se había convertido en almacén de la brigada de obras. Hoy siguen siéndolo. Una pena, porque la idea era muy buena.
Y yo me pregunto:¿Cuántos almacenes necesita la brigada de obras?. Que yo sepa además de los ya citados, también utilizan de almacén el antiguo matadero y tienen una o dos naves alquiladas por el Ayuntamiento en el Polígono Industrial. ¿No será que se almacena más de la cuenta y además reina el desorden? De otra forma sería difícil de entender.
Hablando de desorden. Según la información que me han pasado, las máquinas de la Imprenta Sierra, que tantas páginas llenaron los periódicos cantando sus excelencias cuando las recibió el Ayuntamiento y que incluso se habló de un museo, están almacenadas en el antiguo matadero de cualquier manera, oxidadas y estropeándose. Las cajas con las letras tipográficas al parecer están rotas o mal almacenadas dejando caer sus letras al suelo desperdigadas, sin ningún tipo de cuidado. ¿Increíble verdad?
El hecho es que son situaciones que no son de ahora, son situaciones que se han enquistado y han acumulado años de abandono sin que el Consistorio haya hecho nada para remediarlo.
En los años 90 la Grafiosis se llevó por delante los centenarios olmos del 'Jardín'. La remodelación del mismo conllevó el derribo de la casa del jardinero, sustituida por el edificio que actualmente alberga la Ludoteca Municipal, pero que supuestamente estaba pensado para ser la nueva casa del jardinero. Veinte años lleva el Ayuntamiento utilizando una vivienda más o menos grande, como Ludoteca Municipal. El aforo máximo es actualmente de 88 niñoa/as, aunque hace años se llegó a cantidades mucho mayores. Yo me pregunto si el lugar es el más adecuado y qué ocurriría si un día salta alguna alarma en esta vivienda que, hasta hace un par de años seguía con la luz de obra. ¿Alguien puede explicarme porqué en veinte años desde el Ayuntamiento no se ha buscado otra ubicación que reúna las condiciones necesarias para implantar la Ludoteca? No olvidemos que diariamente pueden llegar a haber entre sesenta y ochenta niños más el personal que se hace cargo de su cuidado.
Dentro del listado de edificios cuyo uso no es el adecuado, podríamos proseguir con la otra casa del jardinero. Me refiero a la que se construyó en el Parque de la Eragudina, también en los años noventa. Durante dos o tres años vivió en ella un jardinero con su familia. Desde el año 2002 la casa del jardinero sirve de almacén para la brigada de jardineros. ¿Injusto verdad? Una bonita vivienda infrautilizada que, de no utilizarla como vivienda habría que intentar buscarle otras alternativas más coherentes.
Para no hacerme pesado voy a pasarme por alto la eternización del edificio que tendría que haber albergado ya desde hace unos años a la Policía Local, y el antiguo instituto situado en el paseo de la muralla, donde tiene cabida todo: los Servicios Sociales, la sede de algunas asociaciones y clubs de futbol, la Policía Local, el taller de reparación de los cabezudos, el almacén de no sé qué, etc, etc. Vamos lo más parecido a Babel y todo ello en un edificio en parte bastante deteriorado. Dejaremos para otra ocasión el edificio supuestamente cedido por el Ministerio de Cultura, lindante con el Colegio Blanco de Cela y que en su día fue viviendas para maestros. ¿Ahora qué utilidad se les está dando a estos pisos? A excepción de un par de viviendas, no me consta que el resto estén sirviendo para algo, cuando podían estar haciendo una labor social muy importante.
La responsabilidad de esta situación, aunque en este momento la tiene el equipo que gobierna, viene de largo, y creo que para ser justos, también se les debe achacar a las corporaciones anteriores.
Decía el escritor Wayne W. Dyer: “El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal como siempre las han hecho”.






