El Teatro Gullón
Ustedes me van a permitir que les diga que lo de Astorga, nuestra ciudad, es un puro cachondeo por lo impresentables que son las chapuzas que nos venden nuestros políticos, como logros conseguidos.
El ‘Teatro Manuel Gullón’, inaugurado en el año 1923, se sometió a una rehabilitación integral, cuyas obras comenzaron el 21 de Septiembre del año 2011, siendo financiadas por el Ministerio de Vivienda y Fomento, invirtiendo 4,8 millones de euros en su ejecución.
Todo comenzó en la legislatura de Zapatero, aunque continuada por Mariano Rajoy cuando estuvo al frente del Gobierno.
La obra fue adjudicada a través de un concurso de ideas, a ALF Arquitectos Asociados de Madrid y ejecutada por la empresa Sustrata S.L.
El proyecto inicial incluía actuaciones en el vestíbulo, el patio de butacas, el escenario, el foso, el anfiteatro, las entreplantas laterales, las salas de ensayo, los camerinos y algunos elementos más, todo ello con el fin de “lograr una optimización acústica y visual”. El asombro de todos los astorganos fue mayúsculo viendo la desproporción de dicha rehabilitación consistente en dejar solamente la fachada y convertir en escombros el resto del teatro. El resultado final ha sido un teatro moderno sin ningún tipo de vestigios del original, que estaba diseñado a la italiana, y adosado a una fachada de 1923. Para mí, un modismo desafortunado ya que cuando he tenido la suerte de ver en el cine de nuestra ciudad la retrasmisión en directo de óperas o ballets desde teatros insignes, siempre me viene a la memoria el antiguo Teatro Manuel Gullón.
Dejando a un lado la cuestión de gustos o conservación de patrimonio, debo admitir que el resultante de esta nueva construcción, sin ningún tipo de identidad, ha venido a cubrir una necesidad perentoria en nuestra ciudad, aunque todavía los astorganos estamos a la espera de su puesta en marcha definitiva.
Pero sigamos nuestro recorrido. El equipamiento escénico, que no entraba dentro de los 4,8 millones de euros tuvo que ser costeado por el Ayuntamiento con fondos propios (260.000€), siendo adjudicado a Maquiescenic S.L.
Pues bien, el pasado año pude comprobar, durante la preparación de la gala de los premios del Festival de Cortometrajes, junto al resto del equipo organizador, con estupor y asombro, cómo éste aún no inaugurado Teatro Gullón, tiene deficiencias muy difíciles de solventar e inconcebibles en un equipamiento nuevo en un edificio nuevo.
Sería bien visto por los astorganos la subsanación del problema que hay en la zona de platea, donde la visibilidad es muy deficiente debido posiblemente al tipo de butacas que se han puesto o lo que sería peor, la insuficiente inclinación del suelo. Pero supongo que tendrán que ser los técnicos quienes con sus ‘conocimientos’ dictaminen a qué se debe tan clamoroso fallo. De igual modo tendrán que estudiar porqué desde la primera fila de la zona de entresuelo la visibilidad es nula, al igual que la de los palcos, desde los que no se acierta a ver más que el techo de encima del escenario.
Si penosa fue esta situación de supina chapuza, no se quedó atrás comprobar como con la primera prueba de sonido, las membranas de los bafles de la sala saltaron por los aires, teniendo que recurrir deprisa y corriendo al buen hacer del técnico contratado, que compensó el desastre poniendo unos suyos.
Todo esto ocurrió hace un año. Posteriormente he podido asistir a otras representaciones y he podido comprobar que todo sigue igual. Vamos que lo de “optimación visual y acústica” nada de nada.
Yo me pregunto:¿Nadie ha sido el responsable de este desaguisado? ¿Nadie va a pedir responsabilidades y obligar a su reparación? ¿Se va a tener que costear su reparación o sustitución con el dinero de los astorganos? ¿A este paso para cuando se prevé la inauguración? ¿Y para cuándo se tiene previsto que entre en la Red de Teatros y Circuitos Escénicos?
Me temo que nuestros políticos, tan poseídos por la aureola que confiere el poder, que llegan a creerse depositarios de la sabiduría, no tendrán respuesta a tanto marrullerismo.
Ustedes me van a permitir que les diga que lo de Astorga, nuestra ciudad, es un puro cachondeo por lo impresentables que son las chapuzas que nos venden nuestros políticos, como logros conseguidos.
El ‘Teatro Manuel Gullón’, inaugurado en el año 1923, se sometió a una rehabilitación integral, cuyas obras comenzaron el 21 de Septiembre del año 2011, siendo financiadas por el Ministerio de Vivienda y Fomento, invirtiendo 4,8 millones de euros en su ejecución.
Todo comenzó en la legislatura de Zapatero, aunque continuada por Mariano Rajoy cuando estuvo al frente del Gobierno.
La obra fue adjudicada a través de un concurso de ideas, a ALF Arquitectos Asociados de Madrid y ejecutada por la empresa Sustrata S.L.
El proyecto inicial incluía actuaciones en el vestíbulo, el patio de butacas, el escenario, el foso, el anfiteatro, las entreplantas laterales, las salas de ensayo, los camerinos y algunos elementos más, todo ello con el fin de “lograr una optimización acústica y visual”. El asombro de todos los astorganos fue mayúsculo viendo la desproporción de dicha rehabilitación consistente en dejar solamente la fachada y convertir en escombros el resto del teatro. El resultado final ha sido un teatro moderno sin ningún tipo de vestigios del original, que estaba diseñado a la italiana, y adosado a una fachada de 1923. Para mí, un modismo desafortunado ya que cuando he tenido la suerte de ver en el cine de nuestra ciudad la retrasmisión en directo de óperas o ballets desde teatros insignes, siempre me viene a la memoria el antiguo Teatro Manuel Gullón.
Dejando a un lado la cuestión de gustos o conservación de patrimonio, debo admitir que el resultante de esta nueva construcción, sin ningún tipo de identidad, ha venido a cubrir una necesidad perentoria en nuestra ciudad, aunque todavía los astorganos estamos a la espera de su puesta en marcha definitiva.
Pero sigamos nuestro recorrido. El equipamiento escénico, que no entraba dentro de los 4,8 millones de euros tuvo que ser costeado por el Ayuntamiento con fondos propios (260.000€), siendo adjudicado a Maquiescenic S.L.
Pues bien, el pasado año pude comprobar, durante la preparación de la gala de los premios del Festival de Cortometrajes, junto al resto del equipo organizador, con estupor y asombro, cómo éste aún no inaugurado Teatro Gullón, tiene deficiencias muy difíciles de solventar e inconcebibles en un equipamiento nuevo en un edificio nuevo.
Sería bien visto por los astorganos la subsanación del problema que hay en la zona de platea, donde la visibilidad es muy deficiente debido posiblemente al tipo de butacas que se han puesto o lo que sería peor, la insuficiente inclinación del suelo. Pero supongo que tendrán que ser los técnicos quienes con sus ‘conocimientos’ dictaminen a qué se debe tan clamoroso fallo. De igual modo tendrán que estudiar porqué desde la primera fila de la zona de entresuelo la visibilidad es nula, al igual que la de los palcos, desde los que no se acierta a ver más que el techo de encima del escenario.
Si penosa fue esta situación de supina chapuza, no se quedó atrás comprobar como con la primera prueba de sonido, las membranas de los bafles de la sala saltaron por los aires, teniendo que recurrir deprisa y corriendo al buen hacer del técnico contratado, que compensó el desastre poniendo unos suyos.
Todo esto ocurrió hace un año. Posteriormente he podido asistir a otras representaciones y he podido comprobar que todo sigue igual. Vamos que lo de “optimación visual y acústica” nada de nada.
Yo me pregunto:¿Nadie ha sido el responsable de este desaguisado? ¿Nadie va a pedir responsabilidades y obligar a su reparación? ¿Se va a tener que costear su reparación o sustitución con el dinero de los astorganos? ¿A este paso para cuando se prevé la inauguración? ¿Y para cuándo se tiene previsto que entre en la Red de Teatros y Circuitos Escénicos?
Me temo que nuestros políticos, tan poseídos por la aureola que confiere el poder, que llegan a creerse depositarios de la sabiduría, no tendrán respuesta a tanto marrullerismo.
