Roberto Prada Gallego
Domingo, 27 de Enero de 2019

Venezuela

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A pesar de haber escrito y tener listo para publicar un artículo de esos que dan fama, posteridad y tirón local, el cual deberá de esperar, tal vez, eternamente, la actualidad manda y no puedo no hablar sobre Venezuela. Avanzo que mis conocimientos sobre política exterior son de una profundidad de medio centímetro, lo que significa que el traje de buzo no me lo llegaré ni a poner. Me ceñiré a señalar lo obvio. Por ejemplo, que como Bush era un cretino, pero tenía enfrente a Chávez la izquierda de este país miraba –a este último- como las vacas a los trenes. Por eso poco importaban sus atentados contra la libertad de expresión y de información cuando atacaba, manipulaba y cerraba periódicos, radios y cadenas de televisión. Igual importaba, al parecer, ya que nunca se manifestaban en contra, que más de tres millones y medio de venezolanos hayan huido de ese país desde 2015, que la tasa de pobreza de la población entera se encuentre en el 86%, la cual era del 44% cuando Chávez alcanzó el poder. Datos, todos ellos, que ofrece El Confidencial. 

 

Si estos niveles de pobreza, deserción, desabastecimiento, penurias y hambruna los hubieran causado un desalmado liberal o un trasnochado conservador y no unos imbéciles que se dicen de izquierdas -y no lo son- no es desatinado afirmar que el PSOE y Podemos estarían rodeando cualquier institución. Su valentía es hemipléjica y solo funciona con los dictadores de derechas. Alguna explicación debe de haber para que mientras el pueblo venezolano en su mayoría grita libertad por distintas calles del país la izquierda del nuestro guarde silencio. Tengo alguna teoría que como no puede ser de otro modo no es original. Tal vez guarden este silencio ¡y ojalá Pablo Iglesias y Alberto Garzón también lo guardasen y no se posicionasen sin ambages ni dudas del lado del tirano! porque enfrente está Donald Trump.

 

 Quien escribe nunca hubiera votado a ese señor, tampoco a Clinton, pero, sin embargo, que pese más el antiamericanismo que la libertad sabe que es de una estulticia total. Ha sido el primer líder de Occidente en mover ficha frente a Maduro, seguido de todas las democracias de América salvo México. También Canadá se ha posicionado junto a ellos. En el otro extremo países como Turquía, Rusia o China. Mientras, la Unión Europea pide elecciones libres y creíbles por boca de Mogherini como lo hace Pedro Sánchez desde España. Si bien es cierto que no es una situación fácil y la prudencia habitualmente es una virtud, considero que es una respuesta laxa por razones históricas, morales y éticas. Y lo creo porque el Presidente del Consejo, Donald Tusk, no tardó en avalar el mandato democrático del Presidente Guaidó, como el Presidente del Parlamento, Antonio Tajani, que fue muy rotundo. Los máximos responsables de estas instituciones europeas se han mostrado mucho más contundentes frente al dictador Maduro.

 

Y digo dictador porque alguien que se carga el Parlamento, controla a los jueces del Tribunal Supremo, convoca elecciones fraudulentas en las que solo se presenta él porque reprime a la oposición se le llama dictador y Presidente ilegítimo porque lo es gracias a unas elecciones ilegales. Aunque sea comunista. Y como si no todos los comunistas tuvieran pulsiones autoritarias. Puede que España (el Gobierno) no reconozca a Guaidó como Presidente de Venezuela por falta de legitimación, y no me atrevo a decir que tiene legitimación plena, pero lo que sí sé es que Maduro no la posee. Porque ningún gobernante tiene un poder ilimitado y para siempre, nadie tiene derecho a apartarse de la separación de poderes y utilizar el Ejecutivo contra la Constitución y contra el Legislativo. Hay que recordar que en 2015 la coalición opositora ganó las elecciones a la Asamblea Nacional con mayoría de dos tercios y, por lo tanto, Juan Guaidó es un cargo elegido en elecciones democráticas. Y en lo que a mí respecta, que nada importa, es el Presidente interino de Venezuela hasta que se convoquen elecciones libres y democráticas. Y como dice JB “confiemos en que la libertad se abra camino con el apoyo internacional de todas las democracias dignas de ese nombre”. 

 

PD: Cuando termino de escribir el artículo me entero de que Maduro recibe el apoyo de la cúpula militar venezolana. No me sorprende. Seguirán matando inocentes que se niegan a no vivir. 

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