Texto: Manuel Jesús Álvarez García. Fotos: Núñez&Núñez
Domingo, 07 de Abril de 2019

La llegada de la democracia al Ayuntamiento de Astorga

En el cuarenta aniversario de las primeras elecciones municipales (3 de abril de 1979)

Este 3 de abril se conmemoró el cuarenta aniversario de celebración de las primeras elecciones democráticas locales tras la muerte de Francisco Franco. Buena parte de los protagonistas de aquel proceso no se encuentran ya entre nosotros. Sirva este modesto trabajo como homenaje merecido a todos ellos.

[Img #42765]

 

 

Mediado el mes de diciembre de 1978 Adolfo Suárez, tras la validación del texto constitucional en el referéndum celebrado el día 6, anunciaba la convocatoria de elecciones generales –1 de marzo– y municipales –3 de abril– con el objetivo de conformar, nos referimos a estas últimas, las primeras corporaciones democráticas. La consulta que retrasada intencionadamente desde dos años antes sancionaba la minoría de edad de una sociedad civil que necesitaba ser tutelada y, no menos sustantivo, ponía punto final a la fracturada corporación que presidida por Luis García Gatón había tomado posesión en febrero de 1974, cinco años antes.

 

Las elecciones se celebraron un mes después de las generales y cinco del referéndum constitucional (con una participación del 72`7 %, los astorganos asumieron la Constitución con un 80`5% de votos afirmativos, produciéndose el porcentaje del voto negativo más alto de la provincia, el 13 %, seis puntos por encima de la media nacional) con lo cual se acentuó el hastío y el agotamiento de los electores, reflejándose todo ello en la abstención que se produjo el 3 de abril.

 

Sin embargo, el proceso se vivió con un interés superior a las generales de marzo, pues la ciudad llevaba “clamando” desde el año 1976 por un cambio en La Casona. Los enfrentamientos, los intereses personales, las contrapuestas concepciones de lo que debía ser un servicio público y las pautas de actuación caciquiles de algunos concejales, llevaron a la corporación a una situación caótica e insostenible. Todo ello se tradujo en una suspensión de las actividades, una paralización de cualquier tipo de iniciativas y, en definitiva, una gestión ineficaz.

 

 

[Img #42767]

 

Las fuerzas en presencia. La formación de las candidaturas

 

En principio cuatro iban a ser las candidaturas que optarían a los 17 ediles en juego: UCD, PSOE, CD y una cuarta auspiciada por las tres Asociaciones de Vecinos existentes en la ciudad (Los Peregrinos, en Rectivía, La Unión en Puerta de Rey y Los Arrieros en San Andrés-Santa Clara). La división de las AAVV en dos listas y la formación de una candidatura por el PCE, hizo que Astorga, con seis listas, se convirtiese en la localidad leonesa con más candidaturas.

 

La lista presentada por Coalición Democrática estuvo profundamente mediatizada por la dirección provincial. El exministro en el último gobierno de Franco, Fernando Suárez, “puenteó” a la junta local, imponiendo como candidato a alcalde al hostelero Alfredo Merino, recién elegido presidente de la Cámara de Comercio e Industria. La candidatura optó por la continuidad y la ligazón con el pasado, pues tanto Merino, como los números dos y tres, Recadero Bautista y Ángel Herrero, habían sido varios años ediles durante el tardofranquismo.

 

El presidente de la ejecutiva local de UCD Fermín Zapatero, consciente de la necesidad de encontrar un número uno atractivo, pactó con el empresario Luis González una lista en la cual éste impuso a miembros independientes como él, que serían su mano derecha en la futura corporación, en concreto Jerónimo Álvarez de la Torre y Javier Pérez, ubicándose en segundo lugar al Director del Instituto de la ciudad Ángel de Paz, que sería promovido por el partido para representar a la comarca en la Diputación Provincial.

 

La lista del PSOE se formó al abrigo de un grupo de sindicalistas de la UGT encabezados por Balbino Geijo y Benito Rey, y de veteranos militantes del partido como Antonio Álvarez Argüello y Nicolás Rodríguez. Como candidato a alcalde se eligió al joven catedrático de Instituto José María Arias Cabezas, de gran predicamento entre sus alumnos y que tuvo cierto protagonismo en las movilizaciones que, a finales de 1976, lograron que desapareciese el uniforme en la citada institución académica.

 

El PCE elaboró su lista en torno al sindicato CCOO al calor de su éxito en las elecciones sindicales del año anterior en la comarca. El gestor de la misma fue el miembro del PTE y responsable del sindicato a nivel local, Marcos Recio. El candidato a alcalde elegido fue el técnico de la emisora local de radio -COPE- Secundino Villaverde quien precedía a Benjamín Rubio y el mencionado Marcos Recio.

 

Las dificultades mayores se produjeron al intentar formar una candidatura que aglutinase a las tres asociaciones de vecinos. La presencia del empresario y constructor Delfín González, auspiciado por la AAVV de Rectivía, provocó el recelo de las otras dos asociaciones, estando en la base del cisma que llevó a la formación de dos listas: Unión Ciudadana (UNICA) y la Agrupación de Electores (AE). UNICA que aglutinaba a las AAVV de Puerta de Rey y de San Andrés-Santa Clara, y a diversos colectivos de las cuatro entidades menores, presentaba como candidato a alcalde al tornero Benjamín Álvarez, al que seguían Simplicio Varela, Vicente Alonso Morla y Julio García Prada. Por su parte la Agrupación de Electores, gestada en Rectivía, fue encabezada por el procurador José Alonso y por el señalado Delfín González. Esta división modificaría sustancialmente los resultados del 3 de abril y condicionó la historia de la primera corporación democrática.

 

 

[Img #42766]

 

 

Desarrollo de la campaña electoral

 

La campaña había quedado profundamente marcada por el resultado de las generales del 1 de marzo que, con una participación del 71`4 %, se saldaron con un claro triunfo de UCD (2.998 votos, el 46`9 %), seguida a mucha distancia por el PSOE (1.556 votos, el 25`1 %), y por Coalición Democrática (1.074 votos, el 17`3 %). Esta la abrumadora mayoría obtenida por UCD, 20 puntos por encima de la segunda fuerza política, hacían incuestionable el triunfo en las locales de su candidato Luis González.

 

Las notas más destacadas de la campaña fueron: la corrección, exceptuando el destrozo de algunos paneles y ciertos enfrentamientos dialécticos entre las dos listas vecinales; la improvisación y la preparación casi “artesanal” de todo lo relacionado con la misma; y, por último, el que cinco de los seis candidatos a la alcaldía fuesen independientes.

 

UCD realizó una campaña en la que se aprovechó de la importante publicidad, sobre todo televisiva, del partido a nivel estatal. No se celebró ningún mitin, excepto una reunión en Murias de Rechivaldo, y el único acto oficial fue la presentación de la candidatura el 16 de marzo, donde el candidato a alcalde se vio arropado por el presidente de la Diputación, Julio César Rodrigo de Santiago y por los parlamentarios centristas Baudilio Tomé y Ubaldo Nieto de Alba. En dicho acto Luis González se sinceró al afirmar que “sería efectivo y positivo que en la corporación conviviesen varias ideologías”, lo cual provocó la rápida intervención del líder local Fermín Zapatero que, disciplinado miembro del partido, le corrigió afirmando que “un consistorio del mismo color sería más eficaz”.

 

El PSOE se presentó en la cafetería Nauru el viernes 16 de marzo, presentación a la cual siguieron reuniones en Castrillo de los Polvazares, Puerta de Rey y el Hotel Gaudí, donde celebró su acto central. Los resultados obtenidos el 1 de marzo, 1.556 votos, el 25`1 %, hicieron que la candidatura realizase una extrapolación grosera del resultado: “Obtendremos 7 concejales [...], el alcalde no será de derechas”, sin tener en cuenta la pérdida de votos que originarían las dos listas vecinales.

 

La campaña del PCE se caracterizó por la falta de medios económicos y por el veto del periódico local. Su objetivo pasaba por conseguir un concejal, cifrado en la consecución de 430 votos, que se esperaban obtener de los colectivos de pensionistas, trabajadores ligados a CCOO y, finalmente, creando expectativas en la población más joven. Al igual que el PSOE no tenían miedo a las AAVV dado que “el voto comunista es fiel”.

 

Unión Ciudadana fue la lista que más entusiasmo y trabajo puso en la campaña. La misma se basó en la entrega de folletos a domicilio y en la celebración de reuniones en los barrios y en las entidades menores. La candidatura se consideraba distinta a las rivales: “Hemos sido democráticamente elegidos, sin ninguna aspiración al puesto [...], formamos un equipo [...], ofrecemos como ejemplo nuestra conducta diaria”.

 

La Agrupación de Electores se mostró contraria a la celebración de actos públicos, basando su campaña en la pega de carteles y en insertar publicidad en el periódico local donde se atacaba a la lista “vecinal” rival: “No somos los únicos (sic), pero sí los mejores”.

 

En cuanto a la Coalición Democrática el descalabro sufrido el 1 de marzo, 1.074 votos, el 17`3 %, hizo correr el rumor, desmentido con celeridad, de una retirada de la candidatura. De manera similar a otras listas, se optó por no hacer ningún tipo de campaña bajo la idea de que “aquí ya nos conocemos todos”, procediéndose exclusivamente a la pega de carteles. La candidatura fue bombardeada sistemáticamente por El Pensamiento Astorgano en relación a los ataques constantes, en los tres últimos años, a los dos cabezas de la lista y la agresión, con un cenicero, de Recaredo Bautista al subdirector del periódico Alberto Matías. Paradójicamente las ideologías del periódico y de CD no estaban en absoluto alejadas.

 

 

[Img #42764]

 

La jornada electoral. Análisis de resultados

 

La mayor incidencia el martes día 3 de abril, fue el que varias personas no pudieron votar por no encontrarse inscritas en el censo electoral, destacando la exigua participación, el 67`4 %, la más baja en las diez consultas locales celebradas hasta la fecha e inferior en cinco puntos a la producida en las generales de marzo[1]. Los resultados fueron[2]:

 

 

VOTOS

%

CONCEJALES

UCD

1.932

33`4

7

UNICA

1.044

18

3

CD

   910

15`7

3

AE

   798

13`8

2

PSOE

   787

13’6

2

PCE

   230

  3`9

 

 

 

Junto a la alta abstención, la segunda nota reseñable fue la pérdida de votos de todos los partidos políticos respecto a la consulta de un mes antes, debido a la referida mínima participación y a la pujante presencia de las AAVV.

 

El partido ganador fue, al igual que en las generales de 1977 y de 1979, la UCD, con 1.932 votos, un 33`4 % y 7 concejales, pero perdiendo respecto al mes anterior 966 votos y 13`5 puntos.

 

El PSOE sufrió una importante derrota, pues solo obtuvo 2 de los 7 ediles anunciados, perdiendo 769 votos y 11`4 puntos respecto a las generales de marzo. La mayoría de estos votos se fueron a las AAVV.

 

CD obtuvo tres concejales, perdiendo respecto a marzo 164 votos y 1`6 puntos, pero sus resultados no se pueden considerar malos, viendo las expectativas creadas. La presencia de las dos listas “vecinales” no afectó a sus resultados.

 

Finalmente, las grandes triunfadoras -y la vez las grandes derrotadas- fueron las AAVV. UNICA obtuvo un éxito inesperado, pues lograban el segundo puesto con 1.044 votos, el 18 % y 3 ediles. Por su parte la Agrupación de Electores obtuvo un éxito menor, 798 votos, el 13 % y 2 concejales, viéndose perjudicada por la abstención en Rectivía, el barrio de la ciudad en el que la participación fue más baja. Es evidente que el origen del voto de las dos listas vecinales estuvo en el espacio de centro y, fundamentalmente, en la izquierda. Pese a este excelente resultado, el fracaso de las AAVV estuvo en su falta de unidad a la hora de presentar una lista común. Partiendo de la base de que se hubiesen obtenido, al menos, los mismos resultados, una lista común habría sumado 1.842 votos, quedando la corporación configurada del siguiente modo: UCD 6 concejales; AAVV 6 concejales; CD 3 concejales y PSOE 2 concejales. La historia de la legislatura habría sido sustancialmente distinta.

 

 

Constitución del Ayuntamiento

 

El 19 de abril, se constituía la corporación, la primera democrática desde la década de los treinta, que quedó conformada por: Luis González, Ángel de Paz, Jesús González, Jerónimo Álvarez de la Torre, Armando Martín, Miguel Ramos y Javier Pérez, UCD; Benjamín Álvarez, Simplicio Varela y Vicente Alonso Morla, UNICA; Alfredo Merino, Recaredo Bautista y Ángel Herrero, CD; José Alonso y Delfín González. Agrupación de Electores y, finalmente, José Mª Arias y Benito Rodríguez Rey, PSOE.

 

En el mismo acto se procedió a la elección del alcalde. En los días previos se habían producido diversos acercamientos entre el PSOE, CD y la Agrupación de Electores para designar alcalde a José Alonso y repartirse el gobierno municipal dado que ninguna candidatura alcanzó la mayoría absoluta. En esta coyuntura la llave de la gobernabilidad la tenía UNICA que muy pronto rechazó cualquier negociación en ese sentido argumentando que debía ser la lista más votada la que debía asumir la responsabilidad de regir la ciudad. Efectuado el arqueo preceptivo, Luis González obtenía ocho votos –siete de los cuales eran de su partido– votando ocho concejales en blanco y recayendo el voto restante, por error, en el socialista José M. Arias.

 

 


 

[1] Incidencia inexplicable fue la imposibilidad de proclamar las pedanías en las cuatro entidades menores del municipio pues “no aparecen actas en la documentación de las mesas correspondientes”. Las elecciones locales parciales para elegir alcaldes pedáneos se celebraron en junio, resultando elegidos: Murias de Rechivaldo, Antonio López Cabero; Valdeviejas, Inocencio Alonso Salvadores; Santa Catalina de Somoza, Zacarías Fernández.Pastor; y Castrillo de los Polvazares, Simón Tomás Gallego.

[2] Los resultados en el Partido Judicial posibilitaron que sus tres Diputados provinciales fueran de la UCD, uno de ellos el concejal de la ciudad Ángel de Paz Fernández.

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.