Las imágenes de la guerra en la obra Evaristo Fernández Blanco

 
Las intérpretes que subieron al escenario del Teatro Gullón para poner el sonido a las partituras escritas por Evaristo Fernández son Julia Franco (piano), profesora en el Conservatorio 'Ángel Barja' de Astorga, que ha formado y forma parte de numerosos grupos de cámara, como el Quinteto Turina, el Dúo Ad Libitum, La Locura del Barroco, Los Músicos de Bremen y Orquesta Ibérica Ensemble, con los que realiza una intensa actividad concertística; y Adriana Viñuela (soprano), nacida en Valencia de Don Juan, con un curriculum amplio en formación e interpretación.

José Luis Temes por su parte indicaba sobre su vídeo ‘Caín y Abel’ que se trata de un documental de 29 minutos, realizado para la  ‘Obertura Dramática’ de Fernández Blanco, “la fuerza y la desesperación que debía de sentir Fernández Blanco cuando escribía esta partitura debió de guiar su pluma para construir esta obra de primerísima categoría".

Comparó, Temes, la obra con la sinfonía ‘Leningrado’ de Shostakovich. La sinfonia nº 7. “La pretensión -decía- es que  ‘Caín y Abel’ fuera un apoyo más para la difusión nacional e internacional de Fernández Blanco”, compositor que a mediados de los 80, cuando lo conoció José Luis Temes, había renunciado ya a la difusión de su música, "incluso daba la sensación de que no le interesaba absolutamente nada su música”.

"Afortunadamente, gracias a Daniel Gutiérrez Sanz, director por aquel momento del Auditorio de León, que hizo un trabajo excelente de pionera recuperación de la figura de Evaristo, y al Festival de Música Española -donde Miguel Llamazares da el empujón que necesitaba con la publicación de dos discos pioneros-, se ha comenzado a reconocer”, ponía de relieve Temes, quien añadía que “esa recuperación de la obra de Fernández Blanco es el resultado de acciones de diferentes colectivos entre los cuales ha estado el Ayuntamiento de Astorga ocupando un lugar preeminente”.

Sobre la película dijo que es un cortometraje que forma parte del ‘Proyecto Luz’. Se trata de la 6ª entrega de este proyecto. “El ‘Proyecto Luz partía con una indicación de excelencia desde el punto de vista del ser humano, de la luz, de la luminosidad, de lo grande que puede llegar a ser el comportamiento humano y su conducta.” 

“La Obertura Dramática de Fernández Blanco", -afirmaba Temes- "es una obra sobre la guerra, sobre lo salvaje que puede ser el humano. Evaristo acababa de vivir en directo la tragedia de la batalla del Ebro. El horror del bombardeo está representado en toda la segunda sección de la obra. Una obra aterradora. por eso la película también tiene que ser aterradora. Nos muestra cómo el hombre puede llegar a las cloacas del ser humano. Sin embargo Evaristo Fernández Blanco, a diferencia de lo que ocurre con la Sinfonía Séptima, se orienta, en su Obertura Dramática, hacia las maravillas que puede haber en ese ser humano: es decir el Caín y el Abel”. Concluyó el director de orquesta que “ese fue el problema con el que me encontré, el de reconducir al espectador desde las imágenes catastróficas de los bombardeos al aspecto bondadoso y maravilloso del ser humano que se contiene en Abel.”