Redacción
Viernes, 31 de Mayo de 2019

Regresa a Astorga la lápida que revolucionó el origen de la ciudad de Asturica

La lápida honorífica del siglo I después de Cristo dedicada a Trebius Nepoti, administrador imperial en la época del emperador Tiberio, hallada en el solar de la calle Pío Gullón número 9 en abril de 2017, ha sido devuelta a Astorga.

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La lápida que ha revolucionado las certezas sobre el origen de Astorga como la importante ciudad adminstrativa del noroeste peninsular, ya se encuentra en dependencias municipales. El resto arqueológico encontrado hace dos años en la zona correpondiente al Foro de Asturica constata la hipótesis sobre la antigüedad de la ciudad de Astorga, ya que figuran los cargos que ostentaba Trebius Nepoti en tiempos del emperador Tiberio (14-37 d.C.), y que confirman que Asturica había dejado de ser el campamento militar de la Legio X Gemina fundado por Augusto y era un asentamiento urbano.

 

El emperador Augusto, una vez finalizadas las Guerras Cántabras (29 – 19 a.C.) instaló un campamento militar en el cerro donde ahora se asienta la ciudad de Astorga, y colocó allí - en torno al año 15 a.C. -  a la Legión Décima Gémina. Esta unidad militar estaba integrada por soldados especializados en la construcción que se encargaron de realizar las infraestructuras propias de una ciudad, alcantarillado, red viaria, vías de comunicación, etc., de modo que, en el primer tercio del siglo I d.C., con el sucesor de Augusto – su hijo adoptivo Tiberio- el enclave, inicialmente militar, se transforma en una ciudad, Asturica Augusta.

 

La lápida corresponde a Trebius Nepoti, un personaje con cargos de carácter militar y de carácter civil, un  alto funcionario de la administración romana, al servicio de la ciudad. "El cargo de 'Procuratori' señala que probablemente fuera el cargo más alto del gobierno de  la ciudad e incluso del Convento Jurídico Astur, demarcación territorial de la que Asturica asumió la capitalidad", explica la arqueóloga municipal, María Ángeles Sevillano. Según la experta, la acumulación de cargos señala que era una época convulsa en la zona astur, en torno al fin de las guerras cántabras. El cargo de 'Praefecto vigilum' hace referencia a un cuerpo de seguridad que crea Augusto a principios del Imperio  y que se encargaban de realizar patrullas nocturnas y de prevenir y sofocar los incendios (lo que hoy sería la Policía Local).

 

El hallazgo fue realizado por la arqueóloga María Luz González, la encargada de la excavación del solar de Pío Gullón. La inscripción tiene 55 centímetros de alto por unos 75 centímetros de largo y conserva las tres cuartas partes de una lápida de caliza marmórea de forma rectangular, de una calidad extraordinaria. El campo epigráfico presenta letra capital cuadrada y el texto se distribuye en cinco líneas con palabras separadas por hederas (hojas de hiedra). Falta un fragmento que impide conocer el nombre completo y la filiación familiar del personaje.

 

La inscripción está dedicada a Trebius Nepoti, que según la traducción era:  ‘Tribuno militar’ -oficial de alto cargo dentro de la legión romana-; ‘Praefecto equitum’ -comandante de caballería-; ‘Praefecto vigilium’ -comandante de los vigilantes-; y ‘Procuratori’ -administrador imperial en la época del emperador Tiberio-.

 

La devolución de la lápida fue un compromiso del alcalde en funciones, Arsenio García.

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