El cine experimental en Luna de Cortos

Eloy Rubio Carro: Nos gustaría que nos hicieras una distinción entre el cine experimental y otro tipo de cines con los que tal vez pudiera ser confundido.

Laura Gómez Vaquero: El cine experimental es un cine que se propone consciente o inconscientemente en contraposición al cine que se entiende como comercial, el propio de la industria. Este cine experimental además va ligado a un cuestionamiento de las formas, porque obviamente el cine comercial o industrial suele basarse sobre todo en la continuidad narrativa, además de que obviamente trabaja la mayor parte de las veces con actores profesionales, con grandes equipos, tanto técnicos como humanos. El cine experimental se propone como algo totalmente distinto a esto. Pretende en muchas ocasiones hacerse al margen de la industria, y hasta puede proponer que el cine pudiera llevarse a cabo por un solo individuo. También hay cineastas experimentales que abogan por el amateurismo; que no tienes por qué aprender los procedimientos formales que te enseñan en las escuelas de cine sino que puedes liberarte de ese tipo de convenciones y fórmulas tan repetitivas.

Ese cine experimental que algunos conocemos por aquellas películas de los años 20 tan diferentes entre sí. Recuerdo ahora las de Leni Riefenstahl o aquella otra que para mí fue impactante que era ‘Lot in Sodom’, o aquellos cortos del Surrealismo...¿Ha habido algún cambio entre aquel cine experimental y este cine de ahora que se llama también experimental. Si suponemos que el experimental está tras de algo, que busca algo, algo habría ya encontrado ¿o no se ha encontrado nada todavía?, o si se hubieran encontrado ya, ¿en qué es ahora su búsqueda diferente?

Bueno, el cine como cualquier otra práctica cultural y expresiva cambia a lo largo del tiempo. Obviamente eso ocurre porque lo que tiene a su alrededor también cambia, el mundo cambia, la tecnología cambia, es verdad que si lo miras desde ese punto de vista en los años 20 y luego ya en los 60, después de la Segunda Guerra mundial, sí que se impuso sobre todo en Estados Unidos con el uso de la cámara de 16 milímetros, Jonas Mekas Marie Meinken. Diría al revés Marei Meinken y Jonas Mekas...

¿Por qué lo dirías al revés? Lo digo porque estamos aquí muchas veces jugando con cuestiones de género.

Sí, bueno por una parte eso, pero sobre todo porque quien descubrió lo que hacía Marie Meinken fue Jonas Mekas. Obviamente la tecnología provoca cambios y nuevas búsquedas, y luego también el espíritu de los tiempos también hace que sean diferentes las preocupaciones y eso solo también hace que se produzcan.
 

¿Y los hallazgos del experimentalismo serían aprovechados para realizar luego otro tipo de cine más comercial. Pues el cine experimental cada poco parece llegar a callejones sin salida… Pero ¿se aprovechan sus hallazgos para otro tipo de...?

Callejón sin salida te refieres a que...

Quiero decir que con los hallazgos, cuando los hay se dan muchos reculamientos. Es como lo que sucede a menudo con en esa poesía experimental y pongo por ejemplo el caso de Altazor de Huidobro en su último poema que requiere a partir de él hacer otra cosa. Hasta aquí hemos llegado. No va más. Vuelta a empezar. Aunque no se empiece de la misma manera porque se tendrá, quieras que no, en cuenta eso que  hayas hecho previamente.

Bueno es cierto que hay un cine experimental que ha llegado a una radicalización formal  y eso puede dar la sensación de que se ha llegado a un callejón sin salida. Y sin embargo, siempre mencionó a Peter Kubelka, Kubelka y su cine métrico que en realidad acaba por ser una pantalla en la que el blanco y negro se van alternando, de una manera métrica, rítmica; pero ese tipo de cine ha dado lugar a otros. Por eso no es que se llegue a un callejón sin salida. Sí que hay momentos de radicalidad cómo pasó con las vanguardias históricas, aunque fíjate luego esas vanguardias históricas fueron recuperadas por Fluxus en los años 50-60, bien que de otra manera. Incluso el situacionismo que ahora mismo tiene tanta importancia y presencia se está recuperando de nuevo. Lo que se ocurre es que el cine experimental tiene poca proyección porque desde pequeños estamos acostumbrados a relacionarnos con un tipo de audiovisual determinado que es el que está más cercano a las fórmulas del cine industrial o de televisión. Entonces el problema que tenemos es que como nos relacionamos de pequeños con eso, cuando nos enfrentamos a algo que es diferente, que intenta romper con eso, pues nos descoloca. Sí que es verdad que el cine experimental requiere de un esfuerzo por parte del espectador a la hora de relacionarse con él, porque no puede uno situarse de la misma manera que se sitúa frente a la pantalla en un cine de continuidad narrativa. Además el cine experimental también ha estado vinculado a otras artes, por ejemplo hay cine experimental que se construye más bien como una partitura. En el cine de continuidad narrativa la presencia más evidente es la del teatro y la novela mientras que en cine experimental quizá podemos pensar que se ha relacionado más con la poesía, con la música, también con la pintura en ocasiones de una manera contundente. Es otra manera de pensar el cine, no es tanto como un espectáculo, como un entretenimiento -cuidado no vayamos a pensar que el cine industrial es solo espectáculo entretenimiento y ya está-. Es también un cine muy variado.

Dado que estamos en el festival de cortos de Veguellina donde una de las particularidades novedosas que ya se iniciara el año pasado es la presencia del cine experimental, coméntanos un poco esa circunstancia.

Sí, el año pasado ya se comenzaron a emitir piezas que no son de ficción, porque obviamente el cine comercial el que más abunda, el que se exhibe más, ese cine de ficción. Me parece muy importante que en estos festivales que ayudan a la descentralización de la cultura y en concreto del cine te puedas encontrar films de este tipo. Habitualmente no sucede así, te los puedes encontrar a lo mejor en Madrid o en Barcelona y es una pena que solo se quede ahí, tendrían que moverse de una manera más ágil por todo el territorio, pues es fantástico que gentes de diferentes lugares tengan la oportunidad de acceder a este tipo de películas que ya de por sí tiene una exhibición más restringida, ya que circulan por festivales y en el mejor de los casos  en centros de arte. Pero no más.

Esta idea de que el cine experimental es un gueto con su propio público, con sus propios críticos debería intentar romperse. Yo soy una persona normal y descubrí el cine experimental y me encantó de repente. Es una pena que haya gente que no sepa de su existencia y a lo mejor pudiera disfrutar de él.

En cuanto a esta sección de experimental en ‘Luna de Cortos’ se recogen varias películas que como digo están dentro de la no ficción se mueven entre la no ficción y el experimental, y son películas que han estado exhibiéndose en festivales; de hecho ‘La última luz del atardecer’ ha recibido premios. Lo que sí resulta evidente es que son de una gran variedad. Que a mí eso también me gusta que se refleje en las elecciones de los festivales, porque sería también un error considerar el cine experimental, como a cualquier otro, bajo la perspectiva de un tipo de formato o práctica; y aquí lo que sí que hay es una gran variedad donde además se encuentran nombres de cineastas que ya resuenan con fuerza dentro de lo que es el experimental o la no ficción española, cómo Silvia Rey David Pantaleón, Helena Girón y Samuel Delgado y luego también hay algunos jóvenes cineastas que se han acercado recientemente al experimental. que han comenzado a hacer cine experimental como Mayra Morán, Bruno Delgado, Mar Reykjavik que es muy interesante, no nos olvidemos de Andrea Morán y Fernando Vilches. Yo creo que como sección recoge muy bien lo que se está haciendo de experimental, una muestra muy amplia que puede servirnos para hacernos una idea de lo que es el cine experimental en este momento en España.

Antonio Martínez: había una cosa que dijiste sobre la estética, algo que ha quedado ahí en el aire…

Sí es verdad, y eso es importante, pues tendemos a pensar en bloques estancos y no es así; porque en realidad hay simbiosis entre un tipo de cine y otro. El cine industrial sí que absorbido en ocasiones maneras de hacer del cine experimental, y experimental tampoco es que sea una cosa extraterrestre, algo que vive en otro mundo; en realidad está también muy en contacto con él audiovisual que se está haciendo.

Antonio M: Por ejemplo la técnica del ‘shock motion’ que tanto utilizamos en los móviles, tiene antecedentes manifiestos en la historia del cine experimental. El uso del fotograma a fotograma, lo que hizo Coppola en koyaanisqatsi...

Sí es verdad pero otra cosa que hay que tener en cuenta es que una vez hallados estas técnicas que fueron novedosas van mutando. Por ejemplo en la película ‘Fantasía’ de Disney había algo que le encargaron a Óscar Fisher que era un cineasta que hacía animaciones experimentales y cuyos hallazgos luego pudieron ser utilizados para esa gran producción de cine comercial.