La lista de espera quirúrgica aumentó el año pasado en León en un 65%
La Junta de Castilla y León admite que la espera media de un enfermo leonés es de tres meses -93 días en los dos hospitales de la provincia- pero que se duplica a medio año si rehúsa operarse en un centro privado concertado.
![[Img #47800]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/01_2020/9016_789_img_33112.jpg)
La lista de espera quirúrgica estructural en Castilla y León ha subido en 6.739 personas en 2019, hasta las 29.263 personas, lo que supone un 29,91 por ciento más que el año anterior, mientras que la demora media se ha incrementado hasta los 94 días, 29 más que en 2018. En el último trimestre, el número de personas que se encontraban en lista de espera quirúrgica estructural se incrementó en 2.039 personas, un 7,48 por ciento (desde las 27.224).
Por hospitales, sólo reducen listas de espera cuatro de los 14 centros hospitalarios de Castilla y León. Concretamente bajan el Complejo de Ávila, Palencia, Soria y el de Segovia. En cuanto a las subidas, el que mayor porcentaje de subida registra es el de Medina del Campo, con un 91,7 por ciento (pasa de 351 a 673 pacientes), seguido del de León, que sube un 65,8 al incrementar su lista de espera en 1.902 pacientes (de 2.891 a 4.793); y el de Burgos, que aumenta en un 56,2 por ciento (pasa de 2.895 a 4.522 pacientes); el de El Bierzo incrementa la lista en un 25,9 por ciento (pasa de 1.544 a 1.944); el Río Hortega de Valladolid, que sube un 21,59 por ciento (pasa de 2.320 a 2.821); y el de Salamanca, que aumenta un 21,17 por ciento (con 1.175 pacientes más se sitúa en 5.499).
La demora media más alta se registró en el Complejo de Burgos, con 137 días (61 en 2018), seguido de Salamanca (124 frente a 95 del año anterior), Bierzo (93 frente a 70), León (93, 34 más que en 2018), Santiago Apóstol (89 días frente a 69 del año anterior) y el Santos Reyes (73 días frente a 60).
En cuanto a especialidades, traumatología (11.629 usuarios), cirugía general y digestivo (6.957) y oftalmología son las que acumulan mayor demanda, mientras que las cirugías torácica (87), cardiaca (120) y maxilofacial (292) presentan los registros menos numerosos.
Consultas y pruebas
Al cierre del año pasado había 177.082 usuarios en espera para la primera consulta externa; de ellos, el porcentaje de pacientes en situación de espera estructural (persona que, en un momento dado, se encuentran pendientes de ser vistos en consultas de Atención Especializada, cuya espera es atribuible a la organización o a los recursos disponibles) era del 68 por ciento en el conjunto de la Comunidad y la demora media en este ámbito se situaba en 66 días.
La información sobre pruebas diagnósticas indica que en Castilla y León están pendientes de realización 45.745 pruebas diagnósticas (7.523 TAC, 8.237 resonancias magnéticas, 26.643 ecografías y 3.342 mamografías), que se reparten entre espera estructural, aplazamientos voluntarios y aplazamientos clínicos.
Así lo han puesto de manifiesto los datos presentados por el gerente de Sacyl, Manuel Mitadiel; el director general de Planificación y Asistencia Sanitaria, Alfonso Montero; y el director general de Sistemas de Información, Calidad y Prestación Farmacéutica, José Ramón Garmendia.
Manuel Mitadiel ha atribuido la subida de las listas de espera a cierta disminución de la actividad, cuyas causas se verán cuando se cuente con los datos de actividad a finales de este mes; problemas de carácter estructural como la falta de quirófanos en algunos casos, de anestesistas en otros o la realización de procesos más complejos, entre otros.
El gerente de Sacyl ha explicado que la lista de espera estructural supone el 83 por ciento de la total quirúrgica (que incluye pacientes en espera por causas no atribuibles a la organización sanitaria), un diez por ciento más, de manera que se tiene una foto "más real" de lo que está pasando en sanidad.
Con estos datos y a la espera de que se conozcan los datos de actividad, Manuel mitadiel ha señalado que el objetivo prioritario para este año será, más que el número de pacientes en espera, sus demoras, algo "básico".
Para ello, ha adelantado que se mejorará la utilización de los recursos porque hay una posibilidad "grande" de mejora y ha concretado que hay que "hacer frente a dos cuellos de botella" como son la falta de profesionales, mediante su captación, y la falta de quirófanos, algo más complejo, aunque en algunos casos tendrá solución como la puesta en marcha de un mayor número en Salamanca o su utilización por las tardes en otros casos.
Año "perdido"
En este contexto, Manuel Mitadiel considera que 2019 ha sido un "año perdido", pero hasta que no se cuente con los datos de actividad no se podrá hacer un análisis "serio" de lo que ha ocurrido con las listas de espera en cada hospital, aunque ha señalado que por un lado los responsables han podido ser quienes controlaban estas cuestiones y no lo han hecho pero también las limitaciones "objetivas".
Sin embargo, ha asegurado que prefiere no centrarse en buscar la culpabilidad y sí la solución a los problemas, a lo que ha añadido que tampoco se puede ignorar que en todo esto han podido influir los relevos en los equipos directivos.
Además, ha criticado que en junio, cuando entró el nuevo Gobierno autonómico, todos los créditos para conciertos estaban "comprometidos", por lo que tiene la "sensación" de que el equipo anterior tenía la filosofía de que "el que venga detrás que arree".
Por su parte, Montero ha señalado que para lograr el objetivo de reducir las demoras se seguirá trabajando porque se cuenta con la "receta" y la "estrategia" como es el Plan Perycles, que se actualiza para extenderse a las consultas y a las pruebas diagnósticas.
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La lista de espera quirúrgica estructural en Castilla y León ha subido en 6.739 personas en 2019, hasta las 29.263 personas, lo que supone un 29,91 por ciento más que el año anterior, mientras que la demora media se ha incrementado hasta los 94 días, 29 más que en 2018. En el último trimestre, el número de personas que se encontraban en lista de espera quirúrgica estructural se incrementó en 2.039 personas, un 7,48 por ciento (desde las 27.224).
Por hospitales, sólo reducen listas de espera cuatro de los 14 centros hospitalarios de Castilla y León. Concretamente bajan el Complejo de Ávila, Palencia, Soria y el de Segovia. En cuanto a las subidas, el que mayor porcentaje de subida registra es el de Medina del Campo, con un 91,7 por ciento (pasa de 351 a 673 pacientes), seguido del de León, que sube un 65,8 al incrementar su lista de espera en 1.902 pacientes (de 2.891 a 4.793); y el de Burgos, que aumenta en un 56,2 por ciento (pasa de 2.895 a 4.522 pacientes); el de El Bierzo incrementa la lista en un 25,9 por ciento (pasa de 1.544 a 1.944); el Río Hortega de Valladolid, que sube un 21,59 por ciento (pasa de 2.320 a 2.821); y el de Salamanca, que aumenta un 21,17 por ciento (con 1.175 pacientes más se sitúa en 5.499).
La demora media más alta se registró en el Complejo de Burgos, con 137 días (61 en 2018), seguido de Salamanca (124 frente a 95 del año anterior), Bierzo (93 frente a 70), León (93, 34 más que en 2018), Santiago Apóstol (89 días frente a 69 del año anterior) y el Santos Reyes (73 días frente a 60).
En cuanto a especialidades, traumatología (11.629 usuarios), cirugía general y digestivo (6.957) y oftalmología son las que acumulan mayor demanda, mientras que las cirugías torácica (87), cardiaca (120) y maxilofacial (292) presentan los registros menos numerosos.
Consultas y pruebas
Al cierre del año pasado había 177.082 usuarios en espera para la primera consulta externa; de ellos, el porcentaje de pacientes en situación de espera estructural (persona que, en un momento dado, se encuentran pendientes de ser vistos en consultas de Atención Especializada, cuya espera es atribuible a la organización o a los recursos disponibles) era del 68 por ciento en el conjunto de la Comunidad y la demora media en este ámbito se situaba en 66 días.
La información sobre pruebas diagnósticas indica que en Castilla y León están pendientes de realización 45.745 pruebas diagnósticas (7.523 TAC, 8.237 resonancias magnéticas, 26.643 ecografías y 3.342 mamografías), que se reparten entre espera estructural, aplazamientos voluntarios y aplazamientos clínicos.
Así lo han puesto de manifiesto los datos presentados por el gerente de Sacyl, Manuel Mitadiel; el director general de Planificación y Asistencia Sanitaria, Alfonso Montero; y el director general de Sistemas de Información, Calidad y Prestación Farmacéutica, José Ramón Garmendia.
Manuel Mitadiel ha atribuido la subida de las listas de espera a cierta disminución de la actividad, cuyas causas se verán cuando se cuente con los datos de actividad a finales de este mes; problemas de carácter estructural como la falta de quirófanos en algunos casos, de anestesistas en otros o la realización de procesos más complejos, entre otros.
El gerente de Sacyl ha explicado que la lista de espera estructural supone el 83 por ciento de la total quirúrgica (que incluye pacientes en espera por causas no atribuibles a la organización sanitaria), un diez por ciento más, de manera que se tiene una foto "más real" de lo que está pasando en sanidad.
Con estos datos y a la espera de que se conozcan los datos de actividad, Manuel mitadiel ha señalado que el objetivo prioritario para este año será, más que el número de pacientes en espera, sus demoras, algo "básico".
Para ello, ha adelantado que se mejorará la utilización de los recursos porque hay una posibilidad "grande" de mejora y ha concretado que hay que "hacer frente a dos cuellos de botella" como son la falta de profesionales, mediante su captación, y la falta de quirófanos, algo más complejo, aunque en algunos casos tendrá solución como la puesta en marcha de un mayor número en Salamanca o su utilización por las tardes en otros casos.
Año "perdido"
En este contexto, Manuel Mitadiel considera que 2019 ha sido un "año perdido", pero hasta que no se cuente con los datos de actividad no se podrá hacer un análisis "serio" de lo que ha ocurrido con las listas de espera en cada hospital, aunque ha señalado que por un lado los responsables han podido ser quienes controlaban estas cuestiones y no lo han hecho pero también las limitaciones "objetivas".
Sin embargo, ha asegurado que prefiere no centrarse en buscar la culpabilidad y sí la solución a los problemas, a lo que ha añadido que tampoco se puede ignorar que en todo esto han podido influir los relevos en los equipos directivos.
Además, ha criticado que en junio, cuando entró el nuevo Gobierno autonómico, todos los créditos para conciertos estaban "comprometidos", por lo que tiene la "sensación" de que el equipo anterior tenía la filosofía de que "el que venga detrás que arree".
Por su parte, Montero ha señalado que para lograr el objetivo de reducir las demoras se seguirá trabajando porque se cuenta con la "receta" y la "estrategia" como es el Plan Perycles, que se actualiza para extenderse a las consultas y a las pruebas diagnósticas.






