Y si fueran los nuestros
![[Img #49554]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2020/8351_maria-jose-_dsc0012.jpg)
Todos estos días confinados, algunos con el ánimo revuelto, rabioso, sin saber qué hacer, ahora que tienen tiempo, protestando pues se sienten cual monos enjaulados, les ha debido afectar a las pocas neuronas que les quedaban. Este es el mejor momento para verse, para mirarse, para reconocerse. Para practicar el arte de la paciencia y la constancia.
Este es el mejor momento para acatar lo que se nos indica, aunque sea en interés propio, pero algunos aún no entienden que nos jugamos la vida, ¡a estas alturas y no lo entienden!
Los paseos multitudinarios por calles y plazas me tienen noqueada. Veo localidades costeras donde parece que la gente va de romería, sin guardar la distancia de seguridad, sin mascarilla ni nada de nada.
Los muertos deben ser los de los otros. ¿Y si fueran los nuestros?
Ver reportajes en donde una persona, atacada por el virus, boca abajo en una cama de la UCI, da qué pensar. En un coma inducido donde no sales como si nada, aunque salgas vivo. Algunos han pasado hasta 20 días inmóviles con la respiración asistida y ven, cuando se recuperan, los que se recuperan, que están hechos un guiñapo, sin musculatura que les sujete, sin fuerzas. ¡Ah, pero no son de los nuestros!
El vecino del 1º B, dos portales más allá, enterró a su padre el mes pasado. En el cementerio se encontraban el cura, el difunto, el sepulturero y él: y toda la impotencia y el dolor insoportable en el alma. Todas esos descerebrados que parecen que el contagio se las trae al pairo, que le pregunten a mi vecino cómo está, qué sintió en el despedida, cómo es la vida después que la pandemia te haya tocado en esta macabra lotería. ¡Ah, pero no son de los nuestros!
Paciencia, ¡por favor! Paciencia. Nos iremos incorporando poco a poco a la cotidianeidad, pero llevará tiempo. No lo estropeemos todo ahora por tener prisa. Tenemos un riesgo considerable. Que no nos toque.
¿Y si fueran los nuestros?
![[Img #49554]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/05_2020/8351_maria-jose-_dsc0012.jpg)
Todos estos días confinados, algunos con el ánimo revuelto, rabioso, sin saber qué hacer, ahora que tienen tiempo, protestando pues se sienten cual monos enjaulados, les ha debido afectar a las pocas neuronas que les quedaban. Este es el mejor momento para verse, para mirarse, para reconocerse. Para practicar el arte de la paciencia y la constancia.
Este es el mejor momento para acatar lo que se nos indica, aunque sea en interés propio, pero algunos aún no entienden que nos jugamos la vida, ¡a estas alturas y no lo entienden!
Los paseos multitudinarios por calles y plazas me tienen noqueada. Veo localidades costeras donde parece que la gente va de romería, sin guardar la distancia de seguridad, sin mascarilla ni nada de nada.
Los muertos deben ser los de los otros. ¿Y si fueran los nuestros?
Ver reportajes en donde una persona, atacada por el virus, boca abajo en una cama de la UCI, da qué pensar. En un coma inducido donde no sales como si nada, aunque salgas vivo. Algunos han pasado hasta 20 días inmóviles con la respiración asistida y ven, cuando se recuperan, los que se recuperan, que están hechos un guiñapo, sin musculatura que les sujete, sin fuerzas. ¡Ah, pero no son de los nuestros!
El vecino del 1º B, dos portales más allá, enterró a su padre el mes pasado. En el cementerio se encontraban el cura, el difunto, el sepulturero y él: y toda la impotencia y el dolor insoportable en el alma. Todas esos descerebrados que parecen que el contagio se las trae al pairo, que le pregunten a mi vecino cómo está, qué sintió en el despedida, cómo es la vida después que la pandemia te haya tocado en esta macabra lotería. ¡Ah, pero no son de los nuestros!
Paciencia, ¡por favor! Paciencia. Nos iremos incorporando poco a poco a la cotidianeidad, pero llevará tiempo. No lo estropeemos todo ahora por tener prisa. Tenemos un riesgo considerable. Que no nos toque.
¿Y si fueran los nuestros?






