Si la seta 'amanita faloides' es peligrosa, ésta podía serlo mucho más
MIGUEL GARCÍA BAÑALES (*) /
Si son peligrosas algunas setas, más peligrosa es 'la seta' que apareció el otro día en el monte de Brazuelo: un proyectil de Artillería.
Imagen de una espoleta Garrido 24.
En el artículo inicial, en el que apareció la noticia, se dice que periódicamente aparecen en esta zona proyectiles de este tipo a lo largo del tiempo. Esto no es por casualidad, ni el hallado la semana pasada procede de la Guerra Civil, ya que esta zona no fue frente de batalla en dicha guerra, si no que, seguramente, procede de un campo de tiro que se utilizó después de la misma y, como consecuencia, de la llegada (era imprescindible para que viniera) en 1939 de un Regimiento de Artillería al Cuartel de Santocildes.
En esta fotografía que se publicó con la nota enviada por la Subdelegación del Gobierno, se ve claramente el tipo de proyectil que es, y, además, está muy bien definido en el texto, en cuanto su tamaño, peso y el tipo de espoleta.
Hace unos años, no muchos, apareció otro proyectil en la zona de Castrillo de los Polvazares, el cual denuncié al 112, y cuyo hallazgo quedó reflejado en un artículo de prensa, y, aunque me invitaron a colaborar, me disculpé para no participar en él, ya que no lo creía conveniente. El 112 después de solucionar los problemas territoriales de competencia que había, decidió que se salía de la zona de la Guardia Civil, por lo que se le asignó a la Policía Nacional. En unas horas se presentó un equipo de artificieros de la Policía y se procedió a la voladura 'in situ', aunque éste parecía más moderno (además estaba mejor conservado) y menos peligroso que el de Brazuelo. Finalizado todo y comprobada la efectividad de la destrucción, le dije al mando del equipo que aquel proyectil, seguramente, procedía de un antiguo campo de tiro que hubo en esta zona, que los vecinos en el tiempo habían denunciado la aparición de otros, y que convenía rastrillarlo, es decir, hacer una batida en la zona probable por personal experto: no sé si se hizo, ya que no tengo referencias (esto es lo que motiva el artículo).
En la foto se puede ver un 'cañón' de los que se utilizaba en la época del campo de tiro.
En el artículo que se publica la nota oficial de la Subdelegación del Gobierno enviada este lunes, se dice que la Guardia Civil retiró el proyectil y esto creo que puede crear cierta confusión, ya que alguien puede pensar, si lo retiran ellos, lo hago yo.
Los proyectiles, como dice la nota, no se deben tocar por mucho que parezca que están muy viejos y deteriorados (esto los hace más peligrosos), ya que llevan explosivos muy sensibles y mecanismos que se pueden activar por el movimiento en las espoletas (las puntas), aunque se haya dado el caso de que al descubrirlo arando, por estar enterrado, parezca que son inertes.
También dice la nota que se deben señalizar: esto es lo único que se debe hacer. ¿Cómo lo hago?: pues es muy sencillo, coloca unas piedras alrededor, cuidando no golpearlo, y cerrando un círcunferencia para que se vea desde todas las direcciones. A continuación busca una referencia cercana (un árbol bien definido, una piedra grande peculiar, un camino,…), en fin, algo que no puedas perder de referencia y bien distinguible, ya que el campo, una vez que te vas de allí, parece todo igual. Una vez localizada la referencia, camina y mide los pasos hasta ella, teniendo en cuenta que debes recordar la medida aproximada. En esta referencia cercana pon unas piedras marcando una línea en la dirección que está el proyectil. Finalizado esto llama al 112 para que no te encuentres con límites territoriales, aunque si sabes que es competencia de la Guardia Civil, como dice la nota, llama al 062.
Si encuentras un proyectil como consecuencia de que se ha producido un incendio (o si, estando allí, se produce), aléjate rápidamente a bastante distancia, mucho más de 100 metros, ocúltate tras algo o échate a tierra y avisa a los que estén cerca para que se alejen también: una vez resuelto el incendio, si no ha explosionado, actúa como he dicho antes.
En especial, hay que tener mucho cuidado con los niños, ya que estas cosas les llama mucho la atención, especialmente las puntas (las espoletas) porque suelen ser de metal (ésta es de bronce malo, latón) y pueden llevar números o/y letras. Esto me hace recordar un caso ocurrido en el Teleno hace unos años y en el que intervine en su investigación. El caso es que una familia penetra en el Campo de Tiro, de aquella no estaba señalizado ni prohibido el paso, para ir a ver el precioso castro de la Corona de Quintanilla, una explotación de oro en ocelo con el depósito externo y que excavó Domergue en los años cincuenta. Fuera del campo de tiro se queda el abuelo con un nieto pequeño, al lado del río. Es entonces cuando el niño encuentra un tubo de aluminio y juega con él, en la pradera, tirándolo contra el suelo hasta que da en una piedra (la única en varios metros cuadrados, aún la recuerdo hoy) y se produce una pequeña explosión. El tubo, de aluminio, era el resto de un proyectil que había sacado otro niño el día anterior del campo de tiro. Todo era simple y, prácticamente, inocuo, pero una esquirla le penetró por la ingle, tocándole la femoral y produjo unos efectos muy graves: el Estado tuvo que hacerse cargo de todo y me parece recordar que el caso salió en la revista Interviú.
Me imagino que, por la peligrosidad y por la reincidencia de los sucesos en tan poco tiempo, la autoridad competente determinará si se debe rastrillar esta zona o no.
(*) Miguel García Bañales es militar.
MIGUEL GARCÍA BAÑALES (*) /
Si son peligrosas algunas setas, más peligrosa es 'la seta' que apareció el otro día en el monte de Brazuelo: un proyectil de Artillería.
![[Img #6226]](upload/img/periodico/img_6226.jpg)
Imagen de una espoleta Garrido 24.
En el artículo inicial, en el que apareció la noticia, se dice que periódicamente aparecen en esta zona proyectiles de este tipo a lo largo del tiempo. Esto no es por casualidad, ni el hallado la semana pasada procede de la Guerra Civil, ya que esta zona no fue frente de batalla en dicha guerra, si no que, seguramente, procede de un campo de tiro que se utilizó después de la misma y, como consecuencia, de la llegada (era imprescindible para que viniera) en 1939 de un Regimiento de Artillería al Cuartel de Santocildes.
![[Img #6227]](upload/img/periodico/img_6227.jpg)
En esta fotografía que se publicó con la nota enviada por la Subdelegación del Gobierno, se ve claramente el tipo de proyectil que es, y, además, está muy bien definido en el texto, en cuanto su tamaño, peso y el tipo de espoleta.
Hace unos años, no muchos, apareció otro proyectil en la zona de Castrillo de los Polvazares, el cual denuncié al 112, y cuyo hallazgo quedó reflejado en un artículo de prensa, y, aunque me invitaron a colaborar, me disculpé para no participar en él, ya que no lo creía conveniente. El 112 después de solucionar los problemas territoriales de competencia que había, decidió que se salía de la zona de la Guardia Civil, por lo que se le asignó a la Policía Nacional. En unas horas se presentó un equipo de artificieros de la Policía y se procedió a la voladura 'in situ', aunque éste parecía más moderno (además estaba mejor conservado) y menos peligroso que el de Brazuelo. Finalizado todo y comprobada la efectividad de la destrucción, le dije al mando del equipo que aquel proyectil, seguramente, procedía de un antiguo campo de tiro que hubo en esta zona, que los vecinos en el tiempo habían denunciado la aparición de otros, y que convenía rastrillarlo, es decir, hacer una batida en la zona probable por personal experto: no sé si se hizo, ya que no tengo referencias (esto es lo que motiva el artículo).
![[Img #6225]](upload/img/periodico/img_6225.jpg)
En la foto se puede ver un 'cañón' de los que se utilizaba en la época del campo de tiro.
En el artículo que se publica la nota oficial de la Subdelegación del Gobierno enviada este lunes, se dice que la Guardia Civil retiró el proyectil y esto creo que puede crear cierta confusión, ya que alguien puede pensar, si lo retiran ellos, lo hago yo.
Los proyectiles, como dice la nota, no se deben tocar por mucho que parezca que están muy viejos y deteriorados (esto los hace más peligrosos), ya que llevan explosivos muy sensibles y mecanismos que se pueden activar por el movimiento en las espoletas (las puntas), aunque se haya dado el caso de que al descubrirlo arando, por estar enterrado, parezca que son inertes.
También dice la nota que se deben señalizar: esto es lo único que se debe hacer. ¿Cómo lo hago?: pues es muy sencillo, coloca unas piedras alrededor, cuidando no golpearlo, y cerrando un círcunferencia para que se vea desde todas las direcciones. A continuación busca una referencia cercana (un árbol bien definido, una piedra grande peculiar, un camino,…), en fin, algo que no puedas perder de referencia y bien distinguible, ya que el campo, una vez que te vas de allí, parece todo igual. Una vez localizada la referencia, camina y mide los pasos hasta ella, teniendo en cuenta que debes recordar la medida aproximada. En esta referencia cercana pon unas piedras marcando una línea en la dirección que está el proyectil. Finalizado esto llama al 112 para que no te encuentres con límites territoriales, aunque si sabes que es competencia de la Guardia Civil, como dice la nota, llama al 062.
Si encuentras un proyectil como consecuencia de que se ha producido un incendio (o si, estando allí, se produce), aléjate rápidamente a bastante distancia, mucho más de 100 metros, ocúltate tras algo o échate a tierra y avisa a los que estén cerca para que se alejen también: una vez resuelto el incendio, si no ha explosionado, actúa como he dicho antes.
En especial, hay que tener mucho cuidado con los niños, ya que estas cosas les llama mucho la atención, especialmente las puntas (las espoletas) porque suelen ser de metal (ésta es de bronce malo, latón) y pueden llevar números o/y letras. Esto me hace recordar un caso ocurrido en el Teleno hace unos años y en el que intervine en su investigación. El caso es que una familia penetra en el Campo de Tiro, de aquella no estaba señalizado ni prohibido el paso, para ir a ver el precioso castro de la Corona de Quintanilla, una explotación de oro en ocelo con el depósito externo y que excavó Domergue en los años cincuenta. Fuera del campo de tiro se queda el abuelo con un nieto pequeño, al lado del río. Es entonces cuando el niño encuentra un tubo de aluminio y juega con él, en la pradera, tirándolo contra el suelo hasta que da en una piedra (la única en varios metros cuadrados, aún la recuerdo hoy) y se produce una pequeña explosión. El tubo, de aluminio, era el resto de un proyectil que había sacado otro niño el día anterior del campo de tiro. Todo era simple y, prácticamente, inocuo, pero una esquirla le penetró por la ingle, tocándole la femoral y produjo unos efectos muy graves: el Estado tuvo que hacerse cargo de todo y me parece recordar que el caso salió en la revista Interviú.
Me imagino que, por la peligrosidad y por la reincidencia de los sucesos en tan poco tiempo, la autoridad competente determinará si se debe rastrillar esta zona o no.
(*) Miguel García Bañales es militar.