El Solito Trovador
Martes, 31 de Diciembre de 2013
The show must go on. Leyendas del Leman
El espectáculo debe continuar. El camino sigue, pero Lausanne y el Lago Leman son un buen lugar donde descansar, donde contar algunas leyendas…
El origen
Un despiadado dios desterró al ángel encargado de cuidar los Alpes por enamorarse de una mortal. El ángel lloró, y de sus lágrimas puras y dulces (el llanto de los ángeles no es salado) nació el gran lago Leman. Tal vez él hubiera sido el guardián destinado a cuidar de Michael Schumacher. Estas cosas pasan cuando los dioses interfieren en los asuntos de los hombres… y de los ángeles.
El Monstruo
Año 563. La apacible vida a orillas del lago Leman se ve perturbada de repente a causa de un desprendimiento de tierra en la zona oriental que provoca olas de hasta trece metros en la ciudad de Lausanne causando numerosos daños. Se cree que la catástrofe pudo influir en la fauna del lago, especialmente en las percas, que pudieron sufrir mutaciones… naciendo así el terrorífico monstruo del lago Leman. Un silencioso depredador que se reproduce manteniendo en vilo a la población de la zona.
El tesoro
Unos recaudadores de impuestos viajaban con su barca haciéndose con parte de las humildes haciendas que los trabajadores de las orillas del lago creaban con su sudor y su trabajo. Con esos impuestos engrandecían las fortunas de los despiadados señores que gobernaban la zona. Los siluros gigantes de las aguas, tal vez movidos por algún mecanismo secreto de la justicia que guiaba su instinto, atacaron la embarcación y la hundieron. Se alimentaron de la carne de los piratas de la ley. El tesoro se hundió… ¿para siempre?
El fantasma
Una dama blanca. Un ser de luz. Un alma errante. Un fantasma vaga por las orillas del lago. Unos dicen que hace el bien. Otros dicen que hace el mal. ¿Será Isabel de Baviera, más conocida como Sissi Emperatriz, asesinada mientras caminaba junto al lago en el año 1898, quien continúa su paseo? ¿O será Luigi Lucheni, su asesino, quien se suicidó años después ahorcándose en su celda, quién busca la redención de las aguas para abandonar la experiencia espacio-temporal de su conciencia?
The show must go on
Freddie Mercury se enamoró de Montreux. Se dice que sus cenizas fueron arrojadas al lago Leman, bautizando así todas estas leyendas y dando pie a las que están por nacer en este mágico lugar. A fin de cuentas, Freddie no deja de ser un monstruo; su legado, un tesoro; quizás su voz sea el fantasma y su alma fuese el ángel desterrado que se encarnó en el rockero para buscar a su amada mortal porque siempre tuvo claro que a pesar de lo que dijeran los dioses despiadados, aquí, sobre la tierra; allí, junto al Leman, THE SHOW MUST GO ON.
![[Img #7084]](upload/img/periodico/img_7084.jpg)
El espectáculo debe continuar. El camino sigue, pero Lausanne y el Lago Leman son un buen lugar donde descansar, donde contar algunas leyendas…
El origen
Un despiadado dios desterró al ángel encargado de cuidar los Alpes por enamorarse de una mortal. El ángel lloró, y de sus lágrimas puras y dulces (el llanto de los ángeles no es salado) nació el gran lago Leman. Tal vez él hubiera sido el guardián destinado a cuidar de Michael Schumacher. Estas cosas pasan cuando los dioses interfieren en los asuntos de los hombres… y de los ángeles.
El Monstruo
Año 563. La apacible vida a orillas del lago Leman se ve perturbada de repente a causa de un desprendimiento de tierra en la zona oriental que provoca olas de hasta trece metros en la ciudad de Lausanne causando numerosos daños. Se cree que la catástrofe pudo influir en la fauna del lago, especialmente en las percas, que pudieron sufrir mutaciones… naciendo así el terrorífico monstruo del lago Leman. Un silencioso depredador que se reproduce manteniendo en vilo a la población de la zona.
El tesoro
Unos recaudadores de impuestos viajaban con su barca haciéndose con parte de las humildes haciendas que los trabajadores de las orillas del lago creaban con su sudor y su trabajo. Con esos impuestos engrandecían las fortunas de los despiadados señores que gobernaban la zona. Los siluros gigantes de las aguas, tal vez movidos por algún mecanismo secreto de la justicia que guiaba su instinto, atacaron la embarcación y la hundieron. Se alimentaron de la carne de los piratas de la ley. El tesoro se hundió… ¿para siempre?
![[Img #7083]](upload/img/periodico/img_7083.jpg)
El fantasma
Una dama blanca. Un ser de luz. Un alma errante. Un fantasma vaga por las orillas del lago. Unos dicen que hace el bien. Otros dicen que hace el mal. ¿Será Isabel de Baviera, más conocida como Sissi Emperatriz, asesinada mientras caminaba junto al lago en el año 1898, quien continúa su paseo? ¿O será Luigi Lucheni, su asesino, quien se suicidó años después ahorcándose en su celda, quién busca la redención de las aguas para abandonar la experiencia espacio-temporal de su conciencia?
The show must go on
Freddie Mercury se enamoró de Montreux. Se dice que sus cenizas fueron arrojadas al lago Leman, bautizando así todas estas leyendas y dando pie a las que están por nacer en este mágico lugar. A fin de cuentas, Freddie no deja de ser un monstruo; su legado, un tesoro; quizás su voz sea el fantasma y su alma fuese el ángel desterrado que se encarnó en el rockero para buscar a su amada mortal porque siempre tuvo claro que a pesar de lo que dijeran los dioses despiadados, aquí, sobre la tierra; allí, junto al Leman, THE SHOW MUST GO ON.
![[Img #7082]](upload/img/periodico/img_7082.jpg)