M.A. Reinares
Viernes, 03 de Enero de 2014
De canallas, "cositas" y ex demonios
Cuando cayó la noche se desperazaron las musas más enternecedoramente 'canallas' de Astorga. Kanqui Sáez, Abel Aparicio, El Solito Trovador y Gastón Zadoff invocaron cada uno a las suyas a la vera de la barra del bar, en una velada de obituarios, poemas y música con acento argentino.
![[Img #7141]](upload/img/periodico/img_7141.jpg)
'Músicos de barra y poetas de bar' ha dejado esta noche de jueves tan buen sabor de boca que a quienes se les ha ocurrido 'perpetrarlo' no les va a quedar más remedio que repetir. Comenzó Kanqui con sus coplas impregnadas de lo que mejor sabe hacer: despedir a nuestros muertos locales convertidos en arquetipos universales. Detrás del micrófono plateado, el poeta astorgano que mejor se inspira en la barra de bar recordó al gran Coppini de la 'Movida' de los 80:
Nació Jesús y murió Germán(...)
El primero llevó muchos golpes subiendo la cuesta,
el segundo, tras un siniestro total,
tuvo golpes, pero bajos
El segundo obituario lo dedicó Kanqui a Jaime Arce Panizo, otro personaje de barra de bar, en este caso desde el otro lado:
(...) -¿Me da una casera de naranja?
-Será un 'botano'
- Y tres pinchos de tortilla
(que cogía con la mano)...
Tanto Jaime como Julio
Supersónicos camareros
Entrarán... en nuestro filial recuerdo
Con guitarra... y sin panderos.
Seguía la noche su curso y le llegó el turno al 'enredador' y 'máximo culpable' de todo lo que estaba aconteciendo en el pub Gaudí. Abel Aparicio esparció en el ambiente versos muy pegados a la dura realidad que nos rodea, por allí desfilaron desahuciados y recortados. Se le colaron a Abel en sus odas dos 'inmoldeables' de barra de San Román de la Vega: el 'Jota' y Vicente, hoy todavía recordado por toda una generación como 'El Pastor'.
A Carlos Huerta, 'El Solito Trovador', un tipo auténtico agarrado a un acordeón, le tocó interpretar el papel de favorecer la transición de la palabra hacia la música. Sus poemas musicados llenos de "cositas" y "veleros a la deriva", transportaron al público a la barra parisina de 'Chez Adel' o a la música callejera de cualquier rincón de Europa. Su acordeón todavía llevaba dentro el aire de Eslovenia.
Cerraba la noche, ya convertida en madrugada, la voz y la guitarra de Gastón Zadoff acompañado de la percusión de Manu (en el derroche final se les unió el acordeón de Carlos Huerta). Este genial 'ex demonio' removió al 'respetable' de sus sillas para que nos postráramos a sus pies. En la noche de este jueves, a la sombra de la catedral, el paraíso de los elegidos tuvo que hacerle un hueco por méritos contrastables a 'San Gastón'. Por fin, el santoral astorgano dejó de oler a incensario.
'Músicos de barra y poetas de bar' ha dejado esta noche de jueves tan buen sabor de boca que a quienes se les ha ocurrido 'perpetrarlo' no les va a quedar más remedio que repetir. Comenzó Kanqui con sus coplas impregnadas de lo que mejor sabe hacer: despedir a nuestros muertos locales convertidos en arquetipos universales. Detrás del micrófono plateado, el poeta astorgano que mejor se inspira en la barra de bar recordó al gran Coppini de la 'Movida' de los 80:
Nació Jesús y murió Germán(...)
El primero llevó muchos golpes subiendo la cuesta,
el segundo, tras un siniestro total,
tuvo golpes, pero bajos
El segundo obituario lo dedicó Kanqui a Jaime Arce Panizo, otro personaje de barra de bar, en este caso desde el otro lado:
(...) -¿Me da una casera de naranja?
-Será un 'botano'
- Y tres pinchos de tortilla
(que cogía con la mano)...
Tanto Jaime como Julio
Supersónicos camareros
Entrarán... en nuestro filial recuerdo
Con guitarra... y sin panderos.
![[Img #7140]](upload/img/periodico/img_7140.jpg)
Seguía la noche su curso y le llegó el turno al 'enredador' y 'máximo culpable' de todo lo que estaba aconteciendo en el pub Gaudí. Abel Aparicio esparció en el ambiente versos muy pegados a la dura realidad que nos rodea, por allí desfilaron desahuciados y recortados. Se le colaron a Abel en sus odas dos 'inmoldeables' de barra de San Román de la Vega: el 'Jota' y Vicente, hoy todavía recordado por toda una generación como 'El Pastor'.
![[Img #7142]](upload/img/periodico/img_7142.jpg)
A Carlos Huerta, 'El Solito Trovador', un tipo auténtico agarrado a un acordeón, le tocó interpretar el papel de favorecer la transición de la palabra hacia la música. Sus poemas musicados llenos de "cositas" y "veleros a la deriva", transportaron al público a la barra parisina de 'Chez Adel' o a la música callejera de cualquier rincón de Europa. Su acordeón todavía llevaba dentro el aire de Eslovenia.
![[Img #7143]](upload/img/periodico/img_7143.jpg)
Cerraba la noche, ya convertida en madrugada, la voz y la guitarra de Gastón Zadoff acompañado de la percusión de Manu (en el derroche final se les unió el acordeón de Carlos Huerta). Este genial 'ex demonio' removió al 'respetable' de sus sillas para que nos postráramos a sus pies. En la noche de este jueves, a la sombra de la catedral, el paraíso de los elegidos tuvo que hacerle un hueco por méritos contrastables a 'San Gastón'. Por fin, el santoral astorgano dejó de oler a incensario.