José María Jáñez Franco. Coordinador local de Izquierda Unida
Sábado, 29 de Marzo de 2014

Para que Astorga tenga futuro, la política tiene que cambiar

Aprendí de quién es para mí un referente en la política municipal a concebirla como el arte de resolver lo urgente sin descuidar lo importante. Esta reflexión ha hecho que sepa valorar el trabajo de los concejales del equipo de gobierno de la ciudad. Dirigir un municipio como Astorga es una tarea complicada y  considero que los ediles gobernantes hacen muchas cosas bien y que no se suelen reconocer como debieran.

No obstante, si bien reconozco todo lo que desde el ayuntamiento se hace bien, he de decir también que disiento profundamente en el modo en que se está gobernando en esta legislatura en un plano estructural. Y como ciudadano responsable, creo que hago bien si expongo mis críticas de forma constructiva. Con la crítica constructiva es como podemos aportar nuestro granito de arena para que Astorga logre salir del pozo en que se encuentra sumida en la actualidad.

Pues bien. Como ciudadano crítico, no entiendo que Astorga tenga un Remanente Líquido de Tesorería por importe de 1.200.000,00 € y 1.025.719 € de liquidez inmediata cuando eso significa que todo ese dinero son recursos que no han sido implementados para dar una respuesta a las necesidades de la ciudadanía. El paro en Astorga alcanza cifras de vértigo, el comercio de Astorga está en una situación crítica, la gente sufre en sus hogares fruto de las políticas de austericidio auspiciadas por los partidos de la Troika… y este Ayuntamiento sigue tan campante como si no pasara nada. El Ayuntamiento debería dar empleo al tiempo que satisfacer necesidades sociales y dinamizar el comercio. Sin embargo, lo que hace es alardear de su inoperancia. No lo entiendo.

Como ciudadano crítico y responsable, no entiendo que el servicio público de basuras permanezca aun privatizado sin tan siquiera existir un contrato de gestión y no se aproveche para recuperar ipso facto su gestión municipal con subrogación de la plantilla actual. No lo entiendo, pues está cada vez está más demostrado que la gestión pública es más barata, de mejora calidad, con mejor empleo y más sostenible ambiental y socialmente. Y que además se trata de un servicio estratégico para poder desarrollar políticas municipales desde el sector público con las cuales poder crecer.

Como ciudadano crítico que soy, como defensor de lo público y de lo social, como ferviente partidario de la democracia en su sentido más profundo, no entiendo que en esta época de parálisis institucional fruto de las piedras puestas por los dos partidos de la oposición, el equipo de gobierno de la ciudad no aproveche para desarrollar políticas planificadoras, para elaborar un Plan Estratégico consensuado con todos los actores sociales que marque un rumbo estable para el medio y el largo plazo. No entiendo que ante el las dificultades del presente, el equipo de gobierno haya optado por la táctica del avestruz hipotecando nuestro futuro.

Como ciudadano crítico, sigo sin entender que los Plenos ordinarios de cada mes sigan vacíos de contenido y a los concejales no se les caiga la cara de vergüenza por cobrar 290 € tan solo por asistir.

Y además, como ciudadano crítico que soy, me ofende profundamente que desde el equipo de gobierno, algunos (no todos) se crean que el Ayuntamiento y la ciudad son de su patrimonio. Que ni siquiera cumplan con el deber que tienen de dar a la ciudadanía la información a la que vienen obligados por ley. No entiendo que el Ayuntamiento niegue a los ciudadanos el acceso a los Presupuestos completos, que niegue el acceso al contrato de gestión del servicio de agua y al ya caducado contrato de basuras…cuando la única intención para la que se pide esta documentación es la de hacer propuestas en positivo para que la ciudad sea mejor. No lo entiendo, no lo puedo entender. No me entra en la cabeza que el equipo de gobierno niegue información a quien se la pide con el único afán de proponer alternativas concretas para el bien de la ciudad. O si lo entiendo y me niego a respetarlo.

Creo que la política en Astorga tiene mucho que cambiar. En lo cotidiano y en lo estructural. Pero su gran problema está en lo estructural. Con el anterior alcalde -guste más o menos a unos y a otros- Astorga tuvo un proyecto de ciudad claro. Pero en la actualidad, aun a pesar de que muchos concejales ya vienen de muy atrás, se ha de reconocer que la ciudad navega a la deriva. Cierto es que en el barco hay buenos marineros, pero no se les deja hacer porque el equipo de gobierno está roto y eso va en claro perjuicio de la ciudad.

Astorga y su comarca pueden tener futuro si se defienden mutuamente. Tenemos muchos recursos delante de nuestras narices y parece que no los queremos ver. Porque para aprovechar su potencia, Astorga antes tiene que saber a donde va: aprobar planes de empleo, recuperar los servicios públicos como el de recogida de basura, planificar la ciudad y dinamizar el comercio.

Para que Astorga tenga futuro hace falta que la política municipal cambie mucho (y no precisamente a peor, como sería su cambio natural en la actual coyuntura institucional). Hace falta que la política cambie realmente para tener mucha más audacia y mucha menos mediocridad. Para que la política se guíe por el bien común. Pero para eso hace falta que la gente de abajo pierda el miedo y se comprometa.


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