La Somoza profunda homenajea a Maximiliano Arce
![[Img #10899]](upload/img/periodico/img_10899.jpg)
Desde que Maximiliano Arce heredó de su suegro la flauta de brezo negro, con la que aprendió a tocar, este maragato de 82 años no la ha abandonado nunca. Emocionado y satisfecho, Maxi recibía este domingo un homenaje en el pueblo que lo vio nacer, Chana de Somoza.
Fueron muchos los maragatos que se acercaron a Chana a acompañar en este día tan señalado al tamboritero , que no dejó de acompañar a la procesión de la fiesta sacramental de su pueblo. Al regresar de la misma y recibir la bendición en la iglesia, le dedicaron unas loas en romance, bien contadas y bien medidas. Volvió la procesión hacia la plaza, ahora al modo profano, donde se le entregó una placa.
![[Img #10901]](upload/img/periodico/img_10901.jpg)
Maximiliano Arce, uno de los fundadores allá por los ochenta del ‘Grupo de Danzas Maragatas’, de Astorga, pidió a los jóvenes que transmitan su legado musical y que "se dejen de picadillas". También entregó a la Junta Vecinal para su custodia y préstamo, su libro autobiográfico y de los CD(s) ‘Toques de flauta y tamboril’ y ‘Al salir de la enramada’, este último en colaboración con María José Cordero.
Los homenajes se sucedieron, comenzando por unas coplas cantadas por sus amigos de Filiel, tampoco faltó a la cita uno de sus mejores alumnos, el búlgaro Spas, y otros instrumentistas de calidad, como Víctor y su pareja que tañeron para él gaita y pandereta.
![[Img #10900]](upload/img/periodico/img_10900.jpg)
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Desde que Maximiliano Arce heredó de su suegro la flauta de brezo negro, con la que aprendió a tocar, este maragato de 82 años no la ha abandonado nunca. Emocionado y satisfecho, Maxi recibía este domingo un homenaje en el pueblo que lo vio nacer, Chana de Somoza.
Fueron muchos los maragatos que se acercaron a Chana a acompañar en este día tan señalado al tamboritero , que no dejó de acompañar a la procesión de la fiesta sacramental de su pueblo. Al regresar de la misma y recibir la bendición en la iglesia, le dedicaron unas loas en romance, bien contadas y bien medidas. Volvió la procesión hacia la plaza, ahora al modo profano, donde se le entregó una placa.
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Maximiliano Arce, uno de los fundadores allá por los ochenta del ‘Grupo de Danzas Maragatas’, de Astorga, pidió a los jóvenes que transmitan su legado musical y que "se dejen de picadillas". También entregó a la Junta Vecinal para su custodia y préstamo, su libro autobiográfico y de los CD(s) ‘Toques de flauta y tamboril’ y ‘Al salir de la enramada’, este último en colaboración con María José Cordero.
Los homenajes se sucedieron, comenzando por unas coplas cantadas por sus amigos de Filiel, tampoco faltó a la cita uno de sus mejores alumnos, el búlgaro Spas, y otros instrumentistas de calidad, como Víctor y su pareja que tañeron para él gaita y pandereta.
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