El lunes estuvo limpio pero aquí hay mucha mierda
El lunes, este centro olió a nuevo, parecía que acababa de empezar a funcionar. Y lo bueno del comienzo de algo, es que no tiene un pasado detrás del que avergonzarse. Pero lo cierto es que este centro tiene un pasado, uno muy turbio, que se ha intentado disfrazar. Sin embargo, no hay que irse demasiado lejos en el tiempo para empezar a destapar problemas en este instituto, que estos días muy limpio, pero aún tiene mucha mierda.
Nuestra Directiva, y su absurda, aleatoria e ilógica aplicación de un reglamento de régimen interno igualmente absurdo, ilógico e inoperativo causa a diario más conflictos y malestar en el centro de los que trata de resolver.
La gestión del propio servicio educativo se trata con una descuidada desidia digna de elogio, encontrándote a principio de curso con aulas de 45 alumnos que tienen que ser parcheadas al más puro estilo de una comedia hollywoodesca, mezclando en un curso tan complejo para el alumnado como es 2º de bachiller a alumnos con itinerarios educativos completamente diferentes, cambiando a dichos alumnos sus optativas sin ningún tipo de pudor o manteniendo una política de ahorro de combustible para calefacción que raya lo absurdo mientras las y los estudiantes pasan frío. Es normal que esto suceda en un centro sin presupuesto, y es normal que no lo tenga ya que ha sido necesario dilapidarlo en obras tan absurdas como innecesarias. Actualmente tenemos una nueva conserjería en lo que antes era un armario (si es que lo era) y un precioso patio acristalado que bloquea una de las salidas de incendios al patio y que es ampliamente utilizado como zona de paso.
Pero el actual estado del centro no es solamente culpa de las absurdas políticas de su directiva, que va, es el resultado de las tropelías políticas consentidas, perpetradas y alentadas por nuestros responsables de educación. Tropelías que tienen consecuencias nefastas para nosotros.
Recortes, que en este centro en concreto, se traducen en alumnos de FP que reciben una excelente formación teórica, pero su formación práctica solo sería aplicable a la década de los 80, que es de donde procede la mayor parte de nuestro material.
Y qué decir de nuestra nueva reforma, la LOMCE, ley que, desde AEI Astorga, solo podemos calificar como terrorismo educativo. Una vulgar muestra de cómo los intereses políticos han hipotecado nuestro futuro, transformando al estudiante en poco más que una mercancía a la que se le enseña a ser competitiva a cualquier precio, despreciando y olvidando los valores principales que deberían ser comunes a toda la juventud: solidaridad, cooperación y esperanza.
¿A qué viene esto?
Puede parecer un titulo confuso, pero es la cita textual de nuestro jefe de estudios al leer y escuchar nuestras reivindicaciones. Reivindicaciones que duelen especialmente el día que fuimos los orgullosos anfitriones de los máximos representantes de nuestras fuerzas de seguridad y responsables políticos en educación.
Después de un acto en el que se remarcaban los esfuerzos de nuestra administración pública en materia de educación y también su colaboración con diferentes asociaciones de padres y alumnos, se obviaban las protestas y reivindicaciones compartidas por amplios sectores de la comunidad educativa, de plataformas y asociaciones como la Marea Verde.
La educación pública está en estado crítico, y sin embargo, a nadie parece importarle.
Sin embargo, a nosotros nos importa, a nosotros nos preocupa tener un futuro y conservar unas condiciones de enseñanza dignas para todos los que vienen por detrás.
Este lunes durante una exhibición de nuestras fuerzas policiales, desde AEI Astorga decidimos tener un sencillo acto, la lectura de una nota en la que poníamos de manifiesto la realidad detrás de la fachada, acompañado de una pancarta que resumía nuestro manifiesto.
Este acto ha sido interrumpido, y el peligroso material, incautado, al más puro estilo policial. Se ve que hay algunos que aprenden y aplican las técnicas en tiempo récord.
El lunes, este centro olió a nuevo, parecía que acababa de empezar a funcionar. Y lo bueno del comienzo de algo, es que no tiene un pasado detrás del que avergonzarse. Pero lo cierto es que este centro tiene un pasado, uno muy turbio, que se ha intentado disfrazar. Sin embargo, no hay que irse demasiado lejos en el tiempo para empezar a destapar problemas en este instituto, que estos días muy limpio, pero aún tiene mucha mierda.
Nuestra Directiva, y su absurda, aleatoria e ilógica aplicación de un reglamento de régimen interno igualmente absurdo, ilógico e inoperativo causa a diario más conflictos y malestar en el centro de los que trata de resolver.
La gestión del propio servicio educativo se trata con una descuidada desidia digna de elogio, encontrándote a principio de curso con aulas de 45 alumnos que tienen que ser parcheadas al más puro estilo de una comedia hollywoodesca, mezclando en un curso tan complejo para el alumnado como es 2º de bachiller a alumnos con itinerarios educativos completamente diferentes, cambiando a dichos alumnos sus optativas sin ningún tipo de pudor o manteniendo una política de ahorro de combustible para calefacción que raya lo absurdo mientras las y los estudiantes pasan frío. Es normal que esto suceda en un centro sin presupuesto, y es normal que no lo tenga ya que ha sido necesario dilapidarlo en obras tan absurdas como innecesarias. Actualmente tenemos una nueva conserjería en lo que antes era un armario (si es que lo era) y un precioso patio acristalado que bloquea una de las salidas de incendios al patio y que es ampliamente utilizado como zona de paso.
Pero el actual estado del centro no es solamente culpa de las absurdas políticas de su directiva, que va, es el resultado de las tropelías políticas consentidas, perpetradas y alentadas por nuestros responsables de educación. Tropelías que tienen consecuencias nefastas para nosotros.
Recortes, que en este centro en concreto, se traducen en alumnos de FP que reciben una excelente formación teórica, pero su formación práctica solo sería aplicable a la década de los 80, que es de donde procede la mayor parte de nuestro material.
Y qué decir de nuestra nueva reforma, la LOMCE, ley que, desde AEI Astorga, solo podemos calificar como terrorismo educativo. Una vulgar muestra de cómo los intereses políticos han hipotecado nuestro futuro, transformando al estudiante en poco más que una mercancía a la que se le enseña a ser competitiva a cualquier precio, despreciando y olvidando los valores principales que deberían ser comunes a toda la juventud: solidaridad, cooperación y esperanza.
¿A qué viene esto?
Puede parecer un titulo confuso, pero es la cita textual de nuestro jefe de estudios al leer y escuchar nuestras reivindicaciones. Reivindicaciones que duelen especialmente el día que fuimos los orgullosos anfitriones de los máximos representantes de nuestras fuerzas de seguridad y responsables políticos en educación.
Después de un acto en el que se remarcaban los esfuerzos de nuestra administración pública en materia de educación y también su colaboración con diferentes asociaciones de padres y alumnos, se obviaban las protestas y reivindicaciones compartidas por amplios sectores de la comunidad educativa, de plataformas y asociaciones como la Marea Verde.
La educación pública está en estado crítico, y sin embargo, a nadie parece importarle.
Sin embargo, a nosotros nos importa, a nosotros nos preocupa tener un futuro y conservar unas condiciones de enseñanza dignas para todos los que vienen por detrás.
Este lunes durante una exhibición de nuestras fuerzas policiales, desde AEI Astorga decidimos tener un sencillo acto, la lectura de una nota en la que poníamos de manifiesto la realidad detrás de la fachada, acompañado de una pancarta que resumía nuestro manifiesto.
Este acto ha sido interrumpido, y el peligroso material, incautado, al más puro estilo policial. Se ve que hay algunos que aprenden y aplican las técnicas en tiempo récord.
