La historia de la máquina que preside la rotonda de la Bajada del Postigo
Redacción / Astorga
La máquina que ornamenta la rotonda de la Bajada del Postigo, recientemente instalada, procede del desaparecido taller de artes gráficas 'Domingo Sierra', fundada en 1914. Imprimía mil hojas a la hora y fue construida en los talleres de Marinoni de París, adquirida en Barcelona a la empresa de maquinaria para las artes gráficas Blanchard e Izaguirre. Su historia estuvo ligada a la industria chocolatera.
La imprenta de Domingo Sierra se derribó, aproximadamente, en el año 1992. Es entonces cuando el Ayuntamiento de Astorga recoge la maquinaria y el utillaje, depositándolo parte, en las dependencias de la antigua Escuela Taller, futuro Museo del Chocolate; y parte, en el viejo matadero, con el fin de conservar este patrimonio arqueológico industrial de Astorga, informa en una nota de prensa el Museo del Chocolate.
La maquina que preside la rotanda, estaba bastante deteriorada, con óxido y piezas sueltas. El Ayuntamiento encomendó la restauración y consolidación al mecánico astorgano Julio González Pérez, primero limpiándole el óxido y suciedad que la envolvían, y posteriormente se le aplicó una capa de pintura protectora para permanecer a la intemperie.
En el momento de abrir las puertas la imprenta de Domingo Sierra, en la segunda década del siglo XX, había seis imprentas registradas en la ciuadad: la de Ángel Julián, una de las pocas que en España se especializó en ediciones musicales; la de José Ortiz; la de Porfirio López; la propia imprenta de Domingo Sierra, cuya colección de piedras litográficas, planchas de zinc y catálogos se exponen y conservan en el Museo del Chocolate; la imprenta de Nicesio Fidalgo, y la de Magín González Revillo.
Más tarde surgirán las imprentas de Cuiñas, Zumeta, Cornejo, (desaparecidas) y las que hoy continúan con la tradición gráfica como La Comercial, Edysa y Astorgraf .
Redacción / Astorga
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La máquina que ornamenta la rotonda de la Bajada del Postigo, recientemente instalada, procede del desaparecido taller de artes gráficas 'Domingo Sierra', fundada en 1914. Imprimía mil hojas a la hora y fue construida en los talleres de Marinoni de París, adquirida en Barcelona a la empresa de maquinaria para las artes gráficas Blanchard e Izaguirre. Su historia estuvo ligada a la industria chocolatera.
La imprenta de Domingo Sierra se derribó, aproximadamente, en el año 1992. Es entonces cuando el Ayuntamiento de Astorga recoge la maquinaria y el utillaje, depositándolo parte, en las dependencias de la antigua Escuela Taller, futuro Museo del Chocolate; y parte, en el viejo matadero, con el fin de conservar este patrimonio arqueológico industrial de Astorga, informa en una nota de prensa el Museo del Chocolate.
La maquina que preside la rotanda, estaba bastante deteriorada, con óxido y piezas sueltas. El Ayuntamiento encomendó la restauración y consolidación al mecánico astorgano Julio González Pérez, primero limpiándole el óxido y suciedad que la envolvían, y posteriormente se le aplicó una capa de pintura protectora para permanecer a la intemperie.
En el momento de abrir las puertas la imprenta de Domingo Sierra, en la segunda década del siglo XX, había seis imprentas registradas en la ciuadad: la de Ángel Julián, una de las pocas que en España se especializó en ediciones musicales; la de José Ortiz; la de Porfirio López; la propia imprenta de Domingo Sierra, cuya colección de piedras litográficas, planchas de zinc y catálogos se exponen y conservan en el Museo del Chocolate; la imprenta de Nicesio Fidalgo, y la de Magín González Revillo.
Más tarde surgirán las imprentas de Cuiñas, Zumeta, Cornejo, (desaparecidas) y las que hoy continúan con la tradición gráfica como La Comercial, Edysa y Astorgraf .