Redacción
Miércoles, 28 de Enero de 2015

El Ayuntamiento realoja a cinco familias en los últimos tres meses

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Cinco familias astorganas, sobre las que a dos de ellas pesaba una orden de desahucio, intentan rehacer sus vidas en nuevos hogares. La Concejalía de Servicios Sociales resuelve de esta manera la dificil situación por la que atraviesan estos núcleos familiares en riesgo de exclusión o directamente excluidos, como es el caso de las dos familias portuguesas a las que se les quemó la casa en febrero de 2014 y que después de solventar numerosos obstáculo, una de ellas finalmente abandonará la chabola que habitaba.

 

El trabajo ha sido "duro, difícil e ímprobo", ha señalado la concejala Mercedes González Rojo, porque en el caso de las dos familias "víctimas de los abusos hipotecarios" (como califican desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca a quienes se ven obligados a abandonar sus viviendas), finalmente han decidido realojarse en dos pisos de propiedad municipal, "hay que advertir que son siempre soluciones temporales que se les da mientras buscan una alternativa permanente". Otra de las viviendas municipales está ocupada por una familia en riesgo de exclusión social. A estas tres familias, el Ayuntamiento les cede en precario la vivienda, "teniendo ellos que hacerse cargo de los gastos habituales", puntualizó Mercedes González Rojo.

 

De momento no existen más personas con expedientes abiertos por desahucios que hayan solicitado ser realojadas, porque están en contacto con las asociaciones antidesahucios que les aconsejan no abandonar sus casas para poder hacer más presión, explicó la concejala. Los datos dados desde el servicio de atención de la Diputación hace unas semanas señalaban que en la zona de actuación del CEAS (Astorga, Maragatería, La Cepeda y La Sequeda) existen al menos otros 16 casos. El Ayuntamiento aún tiene otros dos pisos más a disposición de personas que necesiten provisionalmente un techo donde guarecerse.

 

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Por otra parte, el realojo de las dos familias portuguesas que perdieron las casas en el incendio ocurrido el 18 de febrero del año pasado, ha sido posible gracias al trabajo coordinado por los Servicios Sociales municipales y el educador de familia de la Diputación Provincial. Una de ellas está en proceso de ocupar una vivienda cuyo alquiler social pagará de su propio bolsillo y la segunda se quedará en una de las casas unifamiliares de los pabellones del oeste. Durante este año el Ayuntamiento ha intervenido para que los afectados pudieran comprar o alquilar "y cuando estaban a punto de entrar se volvía todo para atrás" hasta que se han podido solucionar los dos casos, aseguró la edil.

 

 

 

 

 

 

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