'Ida (Sister of Mercy)'
Ida es una de las películas más premiadas del momento y acreedora del Goya del presente año a la mejor película europea. Dirigida por Pawel Pawlikowski y filmada en blanco y negro, narra la historia de una joven novicia que en la posguerra europea entra en contacto con el mundo seductor de su hermana en el que pierden pie sus convicciones originarias
![[Img #14660]](upload/img/periodico/img_14660.jpg)
Con el título original de 'Ida (Sister of Mercy)', podemos disfrutar al mismo tiempo, aún en alguna cartelera y ahora también en DVD y Blue-Ray, de una de las joyas de la cinematografía europea producida en Polonia mediante un acuerdo de coproducción italo-danesa. Se trata de una de las películas más premiadas del momento y acreedora del Goya del presente año a la mejor película europea. Sus ochenta minutos de duración están colmados de una inusual calidad en el cine del momento.
Su director, Pawel Pawlikowski cuida cada detalle del plano, cada encuadre, opta por un formato clásico de tres por cuatro y por la película de Blanco y Negro para narrar una historia contemporánea a la antigua usanza mediante un guión propio escrito con la colaboración de Rebecca Lenkiewicz, las sugerentes partituras de Kristian Selin Eidnes Andersen para la banda sonora y la dirección de fotografía a cargo de Lukasz Zal y Ryszard Lenczewski, cuenta con la participación protagonista de Agata Kulesza y Agata Trzebuchowska, además de Joanna Kulig, Dawid Ogrodnik, Jerzy Trela,Adam Szyszkowski, Artur Janusiak, Halina Skoczynska y Mariusz Jakus.
Narra la historia de Anna, una joven novicia que durante los años sesenta, a punto de consagrarse a la vida monacal, descubre un oscuro secreto de familia que data de la terrible época de la ocupación nazi. Se pondrá en contacto con su hermana, cuya personalidad y vida se encuentra en las antípodas de la suya propia, experimentando un viaje iniciático desde su voluntario aislamiento conventual hacia la comedida aceptación de los usos y costumbres sociales que comienza a descubrir.
A lo largo de la película se nos muestran conceptos cuya frontera se desdibuja y que ahora componen una realidad más acorde con los personajes que los habitan, tales como la tolerancia, las normas de comportamiento, la fidelidad, la autenticidad de los principios o la traición. Ambas hermanas ostentan suficientes motivos para mantener sus propias convicciones a pesar de la diferencia abismal de sus caracteres: la elección inicial del ascetismo y la vida de renuncia de Anna contrasta notablemente con la amplia liberalidad y alternancia en las relaciones sociales de su hermana cuyas costumbres resultan difíciles de asumir para la recién arribada a la desconocida urbe. El descubrimiento del genuino sentimiento amoroso y el relato en ocasiones desesperado y otras veces pleno de verdad de su primogénita, arropado por las circunstancias personales y las vivencias narradas en torno a la difícil supervivencia en su propio país tras la recuperación desde la posguerra junto a la aparición e intervención de regímenes próximos a la autarquía, propiciaran el cuestionamiento de todo un sistema de valores que parecía plenamente consolidado.
![[Img #14661]](upload/img/periodico/img_14661.png)
Las dos actrices principales, en un estado de gracia constante, potencian sus respectivas e insólitas interpretaciones, con un elevado nivel actoral difícil de mantener en la gran pantalla en cada secuencia, al menos en la mayor parte de las producciones del momento, evocando en nuestra memoria el recuerdo perenne de la mejor filmografía polaca de la época de Andrei Vajda, Zulawski o Zanussi, pero también de lo mejor de la cinematografía nórdica clásica, como la del sueco Ingmar Bergman o del danés Carl Theodore Dreyer.
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Con el título original de 'Ida (Sister of Mercy)', podemos disfrutar al mismo tiempo, aún en alguna cartelera y ahora también en DVD y Blue-Ray, de una de las joyas de la cinematografía europea producida en Polonia mediante un acuerdo de coproducción italo-danesa. Se trata de una de las películas más premiadas del momento y acreedora del Goya del presente año a la mejor película europea. Sus ochenta minutos de duración están colmados de una inusual calidad en el cine del momento.
Su director, Pawel Pawlikowski cuida cada detalle del plano, cada encuadre, opta por un formato clásico de tres por cuatro y por la película de Blanco y Negro para narrar una historia contemporánea a la antigua usanza mediante un guión propio escrito con la colaboración de Rebecca Lenkiewicz, las sugerentes partituras de Kristian Selin Eidnes Andersen para la banda sonora y la dirección de fotografía a cargo de Lukasz Zal y Ryszard Lenczewski, cuenta con la participación protagonista de Agata Kulesza y Agata Trzebuchowska, además de Joanna Kulig, Dawid Ogrodnik, Jerzy Trela,Adam Szyszkowski, Artur Janusiak, Halina Skoczynska y Mariusz Jakus.
Narra la historia de Anna, una joven novicia que durante los años sesenta, a punto de consagrarse a la vida monacal, descubre un oscuro secreto de familia que data de la terrible época de la ocupación nazi. Se pondrá en contacto con su hermana, cuya personalidad y vida se encuentra en las antípodas de la suya propia, experimentando un viaje iniciático desde su voluntario aislamiento conventual hacia la comedida aceptación de los usos y costumbres sociales que comienza a descubrir.
A lo largo de la película se nos muestran conceptos cuya frontera se desdibuja y que ahora componen una realidad más acorde con los personajes que los habitan, tales como la tolerancia, las normas de comportamiento, la fidelidad, la autenticidad de los principios o la traición. Ambas hermanas ostentan suficientes motivos para mantener sus propias convicciones a pesar de la diferencia abismal de sus caracteres: la elección inicial del ascetismo y la vida de renuncia de Anna contrasta notablemente con la amplia liberalidad y alternancia en las relaciones sociales de su hermana cuyas costumbres resultan difíciles de asumir para la recién arribada a la desconocida urbe. El descubrimiento del genuino sentimiento amoroso y el relato en ocasiones desesperado y otras veces pleno de verdad de su primogénita, arropado por las circunstancias personales y las vivencias narradas en torno a la difícil supervivencia en su propio país tras la recuperación desde la posguerra junto a la aparición e intervención de regímenes próximos a la autarquía, propiciaran el cuestionamiento de todo un sistema de valores que parecía plenamente consolidado.
![[Img #14661]](upload/img/periodico/img_14661.png)
Las dos actrices principales, en un estado de gracia constante, potencian sus respectivas e insólitas interpretaciones, con un elevado nivel actoral difícil de mantener en la gran pantalla en cada secuencia, al menos en la mayor parte de las producciones del momento, evocando en nuestra memoria el recuerdo perenne de la mejor filmografía polaca de la época de Andrei Vajda, Zulawski o Zanussi, pero también de lo mejor de la cinematografía nórdica clásica, como la del sueco Ingmar Bergman o del danés Carl Theodore Dreyer.






