El Encuentro en la Procesión del Resucitado concluye la Pasión de Santa Marina del Rey
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El Domingo de Pascua tendrá lugar en Santa Marina del Rey, con motivo del final de la Semana Santa, uno de sus actos más entrañables. Se trata de la Procesión del Resucitado, a cargo de la Cofradía del Ecce Homo, que hará honor a la vistosidad que se ha desplegado durante toda la semana de Pasión.
Tras la misa de la Resurrección del Señor, que comenzará a las 12,30 horas en la iglesia parroquial, tomará la salida en torno a las 13,15 horas una procesión de origen muy antiguo y en la que los y las braceras de la cofradía organizadora portarán tres emblemáticos pasos. Se trata del Niño de la Bola (Anónimo, Siglo XVII), que es pujado con destreza por 22 pequeños; San Juan (Anónimo, Siglo XVII), que portan 28 braceros; y La Dolorosa (Anónimo, Siglo XVIII), que necesita el empuje de 46 braceros.
El itinerario tiene su origen en la Calle de las Puentes, para pasar posteriormente por Doctor Vélez, Norte, Caldemoros y recalar en la Plaza Mayor. Aquí, al compás de la música a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad de Astorga, tendrá lugar lugar el solemne acto del Encuentro y el canto de las saetas, sobrecogedor entre el respetuoso silencio que rompe las primeras horas de la tarde.
La suelta de palomas indicará la gloriosa resurrección de Jesús entre el alborozo general. A continuación seguirá la procesión por las calles Principal, Parroquia, Principal, Doctor Vélez, Las Puentes y regreso al punto de salida.
Es el broche de oro de una de las Semana Santas más tradicionales de la provincia que ha contado contaron con cientos de fieles y visitantes.
La Cofradía del Ecce Homo y el Ayuntamiento de Santa Marina del Rey agradecen de manera especial a todos los cofrades, bandas, vecinos y visitantes su participación en una de las semanas santas más vistosas y populosas que se recuerdan, agredecimiento que se hace extensivo a los medios de comunicación por apoyar la diffusion de unos actos que afianzan su tradición, sentimiento y profundidad.
El Domingo de Pascua tendrá lugar en Santa Marina del Rey, con motivo del final de la Semana Santa, uno de sus actos más entrañables. Se trata de la Procesión del Resucitado, a cargo de la Cofradía del Ecce Homo, que hará honor a la vistosidad que se ha desplegado durante toda la semana de Pasión.
Tras la misa de la Resurrección del Señor, que comenzará a las 12,30 horas en la iglesia parroquial, tomará la salida en torno a las 13,15 horas una procesión de origen muy antiguo y en la que los y las braceras de la cofradía organizadora portarán tres emblemáticos pasos. Se trata del Niño de la Bola (Anónimo, Siglo XVII), que es pujado con destreza por 22 pequeños; San Juan (Anónimo, Siglo XVII), que portan 28 braceros; y La Dolorosa (Anónimo, Siglo XVIII), que necesita el empuje de 46 braceros.
El itinerario tiene su origen en la Calle de las Puentes, para pasar posteriormente por Doctor Vélez, Norte, Caldemoros y recalar en la Plaza Mayor. Aquí, al compás de la música a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad de Astorga, tendrá lugar lugar el solemne acto del Encuentro y el canto de las saetas, sobrecogedor entre el respetuoso silencio que rompe las primeras horas de la tarde.
La suelta de palomas indicará la gloriosa resurrección de Jesús entre el alborozo general. A continuación seguirá la procesión por las calles Principal, Parroquia, Principal, Doctor Vélez, Las Puentes y regreso al punto de salida.
Es el broche de oro de una de las Semana Santas más tradicionales de la provincia que ha contado contaron con cientos de fieles y visitantes.
La Cofradía del Ecce Homo y el Ayuntamiento de Santa Marina del Rey agradecen de manera especial a todos los cofrades, bandas, vecinos y visitantes su participación en una de las semanas santas más vistosas y populosas que se recuerdan, agredecimiento que se hace extensivo a los medios de comunicación por apoyar la diffusion de unos actos que afianzan su tradición, sentimiento y profundidad.
