Esteban Carro Celada
Domingo, 12 de Julio de 2015

El entorno familiar del Maragato Cordero (X)

De la enumeración entresacada del inventario que se hizo en el año 1850 percibimos el nivel de economía y de gasto en que se movían las hijas de Cordero. Asistimos a los preparativos de boda y al recuento de la dote de María Victoria, segunda hija del primer matrimonio de Cordero, que casó con el Maragato de Boisán, Andrés Martínez Criado.

 

[Img #16966]

 

 

En la legislatura que va de octubre de 1849 a agosto del 50, también Cordero intervino. Y fue él uno de los que asistieron a Palacio para felicitar a Isabel II por su nuevo embarazo. Protocolos románticos y regios se llama esa figura.


El año 1850 es el año de la boda de María Victoria. Diez años antes se había casado María Antonia. Ahora comienzan a afluir a casa de Cordero  los mil preparativos y facturas. La madrastra y la hija andan de trapos. Y claro, María Antonia no deja ni a sol ni a sombra a la pianista que tantas veladas de la casa ha llenado. Y es que es su hermanita, con ella, la única superviviente de las cuatro que dio a luz María Antonia Rodríguez

.
Doña Mariquita aprovecha con su hija y esposo para darse un garbeíto por París. Todos le han cogido ya el ‘gustirrinín’. Desde Madrid les orienta la francesa Perrard. En Bayona, tras el reposo en el hotel compraron en la calle de Pont-Mayou y en la de Salle au Comte, 7 de París. Es ‘Maison La Roche’ paraíso de los relojes, de guantes, soperas, bastidores y la intemerata. En ‘Modas Isabel Preciado de Abad’ compra el 31 de octubre camisolinas, pañuelos bordados. A Victoria se le van los ojos a los terciopelos, blondas, cintas, flores, encajes, rasos, tules, gasa, crespones y tejidos de paja o a las manteletas, mantillas y papalinas que le salían de ojo.


-Mamá y ¿cuándo vamos de compra para mi boda?


-¿Vino Andrés ya de la conducta?


-Está en la oficina con papá, porque llegó ayer de Boisán.


Andrés Martínez Criado era su novio. Y con él se casará.

 

Ya a nombre de Santiago Alonso Cordero las damitas de la casa acuden al ‘Almacén de Filipinas’ donde se venden las últimas novedades de Europa y los objetos más vistosos de la China. ‘Almacén de Filipinas’ es uno de los comercios que en los bajos ha arrendado el Maragato, junto a la Casa de Baños. Su dueño es Ramón de Henares y Bárcenas.


-Hay que hacer gasto a los de la casa. A ver si compráis el juego de mantelería adamascada, bueno los cinco juegos, las dos docenas de toallas y las dos colchas inglesas blancas.


- Bueno, sí, pero ya puedes ir preparando para eso 3.300 reales.

 

 

[Img #16964]

 

 

 


Tampoco olvidaron el almacén de modas, ‘M. Perrard. Novedades de París'. Situaba sus escaparates de sedería, cintería, encajes, bordados y artículos de fantasía, así como adornos para baile, para teatro, para la corte o plumas y flores, en la misma calle Mayor, esquina del Correo. ‘Casa del señor Cordero’, según se dice ya por estas calendas de 1850. Aquí durante los primeros meses del año 51 bajan muchas veces del piso de arriba para llevarse valencienne ancho, enaguas bordadas, camisotín con pechera bordada, juegos de volantes, glasé naranja, cordón trencilla y ballenas, franela para los brazos, gro negro para el cuerpo, blondas de lo mismo, raso, gro blanco para forros, encajes estrechos para las faldetas, capita con plumas rosa y entredós blondo. Se arreglan sombreros en la casa, se hacen manteletas. Y vestidos volantes, merino y ‘casabé’.


Ha bajado el papá Cordero, y con su sonrisa, un chiste bien contado y una gracia ha conseguido que Madame Perrard le rebaje algo hasta que se lo firme por anticipado.


-Habrá que rebajar algo


-Usted tiene mucho parné, pero por ser con ocasión de la boda de la Victorita, no le cobro ni la camisola ni las capitas. Se lo dejo en 7000 reales.


Se celebran las capitulaciones. Medio Boisán está en Madrid y también los de Quintanilla de Somoza, porque el novio es Andrés Martínez Criado y su padre se llama Francisco Martínez y Martínez y su madre es María Francisca, nacida en Quintanilla de Somoza. La boda se ha celebrado en marzo. El Maragato llama a algunos de sus amigos, los dependientes de la Casa, a los que atienden el negocio de oficina de la compañía ‘Alonso Cordero y Franco hermanos’: Braulio Antón Ramírez, Alonso Gullón, Fernando Regidor, Manuel Alonso Mendaña. Testifican estos que se ha entregado la cantidad de 200.000 reales en onzas de oro al novio. Es la dote inicial de la esposa. También sabemos que se le entregan una serie de efectos que servirán para instalar ‘la casa’ a la altura de una hija del progresista Alonso Cordero. Así los 12 cubiertos de plata con gallones, las cucharitas y cuchillos dentro de un soberbio estuche. El maragato manda que se graven con las iniciales de Victoria: el juego de trinchar, el cucharón del cazo, el cucharón de pala, el braserillo de plata, el portavinagreras-palillero, el par de tenacillas para el azúcar, la palmatoria adornada.

 
Toda la casa de Cordero está llena de los regalos. Se ha hecho una exposición en dos habitaciones anchurosas, a las que asciende el runrún de las carretelas y de los ambulantes que vocean periódicos, frutas y miel.


Sobre seis maniquíes se extienden otros tantos vestidos. Cordero que ya se lo sabe de memoria adelanta la explicación a un amigo suyo de la Hacienda, sin dejar de meter mucha baza a Mariquita que lleva entre sus piernas a María Amalia y a Tomasito los hijitos más pequeños.

 

 

[Img #16963]

 

 


-Ese es el de raso negro con volantes de Blonda, ese el de moaré ante negro con blondas en las mangas. Son un poco recuerdo de su madre muerta, mi mujer primera. Aquel el de granadina. Venid, este es el de merino aplomado con casabé. ¿Os gusta el de gro, azul floreado? ¿Y el de glasé tornasol naranja?


Y luego pasaban la mano por la capa blanca para salir al baile.


-Qué elegante, comentaban.


Pasaban su vista de pájaro sobre la bata blanca con tiras bordadas o la otra con tiras de terciopelo.


-Mira; tiene de todo: echarpe negro, chal escocés y este de capucha alfombrado o el chal de crespón de la China en azul, o el pañuelo de crespón liso, o el abrigo de terciopelo verde, o la manteleta de raso negro y la capota rosa con pluma y la blanca con marabuses y el sombrero de terciopelo.


-Tu hija va como una reina al matrimonio. Bien puede decirse que viene de la casa de su padre.


-Ya veo que eso no es todo amigo Cordero, porque ahí están los corsés, las camisas de boda de Irlanda bordada y con encaje, las enaguas, las chambras, la docena de camisas de encaje, sí , una , dos, tres, casi una torre de Babel, las enaguas bordadas, las camisetas con pechera, los camisolines con cuello bordado, los 24 pares de medias, los seis pantalones de Irlanda con puntilla, el refajo de franela con cinta de moaré, los seis refajos de muletón, las dos docenas de pañuelos de batista, los lazos azules para la cabeza, las cuatro gorras y el peinador, la caja francesa con sus sombreros, los doce pares de botas.


-Para, qué te quedas solo. No te creía tan entendido en estos menesteres.


-Ya he casado, amigo Cordero, a tres de mis hijas. Pero es que estoy leyendo la lista que habéis confeccionado y que aquí tenéis firmada. Por eso me escondí tras ese maniquí. Quería darte el pego.


-Ahora tomaremos una copa, que buen frío hace. Y te espero en la boda.


Al atravesar las  habitaciones donde se exhibía el ajuar de novia de Victorita, junto al paso duro de Cordero, quedaban las colgaduras de muselina floreada para la cama, el juego de cama de boda consistente en dos sábanas y dos almohadones de Irlanda con encaje. Y las sábanas y las muselinas y también las sábanas bajeras y sobreras de Coruña por varias docenas. Y el capítulo de las colchas: las inglesas, las de cotonía con fleco, las de Indiana, y una cubierta y rollos de cama.

 

 

 

[Img #16965]

 

 

Al salir se toparon con varias mesas bien enmanteladas.


-No te creas, también las mantelerías son para ella. Este juego adamascado de 18 cubiertos, este otro de lo mismo, tres de doce y dos de seis. Y para la familia, servilletas y manteles. también 60 toallas, unas adamascadas y otras de Coruña.


Delantales y paños de cocina quedaban cenicientos.


-¿Esa cama?


-Bien se nota lo que es bueno. Cama de bronce dorado y el sortijón para la colgadura de muselina floreada y de blonda, de quita y pon.


Había que recordar la cantidad de viajes, de estiraje de cartera, de acompañamiento a su hija y mujer.


-Santiago, deberías de venir con nosotras. Aparte de que tienes gusto, sueltas el parné con más soltura.


Y atravesaban la puerta del Sol y las calles del Madrid donde era popular.


-Adiós Don Santiago.


-Esperadme que tengo que comprar el ‘Liberal’.


Y así un día y otro desde noviembre del 50 hasta final de marzo del 51, de compañía con la señorita Victorita y con María Antonia o Mariquita:


-Papá, tú siempre.

 

 

[Img #16967]

 

 


Y hoy a José Carrizo de Llano o a casa de Plácido Román por las mantelerías. O la mantilla negra de brillo en Bustamante. O el chal de capucha alfombrado en Antonio Castresana. O las 20 varas de raso para el vestido en Ambrosio Eguiluz. O el de moaré en Perrard, donde les hacían rebaja por mayor amistad. O los corsés de Guiseris. O las sábanas y lienzos de Carrizo que bordaron y almidonaron entre todas y las doncellas. La gorra y el peinador en Laforest u otras más chic en madame Lapuyade, lo de París les atraía siempre. O las 12 camisas de maría Barragán. O el chal de Cándido Moreno. O los 12 pares de botas de todos los colores de moda comprados a Pérez, a 50 reales el par. Y la caja de sombreros traída ex profeso de Francia y que costó 91 reales. 6048 reales de alhajas se invirtieron en platero Martínez. La puntilla era de A. Tomasa Montero, lo  mismo que las colchas. La muselina de Antonio González. el percal de Hipólito Herrero. Sabina González es la modista que hace las ropas. Cuesta el abrigo de terciopelo verde 600 reales y 500 la mantilla con casco de raso y su cinta de terciopelo y 600 el vestido del gro azul floreado. Madame Perrard pasa una factura de más de 7000 reales por consumir en su boutique. Y así otras y cien cosas más.


De esta enumeración entresacada del inventario que se hizo aquel año percibimos en que nivel de economía y de gasto funcionaban las hijas de Cordero, con el consentimiento de su padre que se bababa de gusto por dar tan buena oportunidad a su segunda hija que como la primera, se casó con maragato.

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.