Gala benéfica de Alfaem
Redacción / Astorga
La Asociación Leonesa de Familiares y Amigos de Enfermos Mentales (Alfaem) organiza para el próximo 25 de abril la Primera Gala Benéfica en el Auditorio Ciudad de León, con el fin de recaudar fondos para la construcción del centro residencial. El precio de la entrada es de cinco euros y existe una fila cero para hacer donativos en las cuentas abiertas en Caja España-Duero y La Caixa.
Aunque el dinero de la gala irá destinado íntegramente al proyecto de la residencia, Alfaem necesita apoyos para seguir manteniendo los programas que desarrolla en la provincia, como es el caso de Astorga, donde la importante labor que desarrolla corre el peligro de desaparecer. Los recortes también están llegando a estos servicios que la administración no presta y que son necesarios en momentos como el actual de dificultades socioeconómicas, donde los usuarios que acuden a las áreas de Salud Mental están aumentando.
La delegación astorgana trabaja para desterrar el estigma social que pesa sobre las personas con trastornos psicológicos, que se mueven a diario por las mismas calles que el resto de los astorganos. No aparecen en los listados oficiales de las consejerías ni de los ministerios, tampoco en las estadísticas, “son los grandes olvidados”, ha señala la trabajadora social de Alfaem-Astorga, Mar Villegas. Las instalaciones de la asociación están situadas en el antiguo instituto del paseo de la Muralla.
Cada día acuden al centro de Alfaem de Astorga una veintena de personas integradas en los programas de estimulación cognitiva y habilitación psico-social o en los talleres de literatura y pintura. No obstante, hasta que empiezan a participar en estas actividades y terapias, los enfermos mentales y sus familias han recorrido un difícil camino hasta el diagnóstico del trastorno. Es una fase en la que una parte muy importante de afectados se sienten desamparados, pasando de unos servicios a otros hasta el diagnóstico definitivo.
Una de las maneras de ‘sacarlos a la luz’ es utilizar el punto de atención individualizada con sus servicios de psicología, trabajo social y jurídico, donde les aconsejarán solicitar el certificado de discapacidad y la ayuda de Ley de Dependencia, que presta su servicio en horario de mañana.
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Redacción / Astorga
La Asociación Leonesa de Familiares y Amigos de Enfermos Mentales (Alfaem) organiza para el próximo 25 de abril la Primera Gala Benéfica en el Auditorio Ciudad de León, con el fin de recaudar fondos para la construcción del centro residencial. El precio de la entrada es de cinco euros y existe una fila cero para hacer donativos en las cuentas abiertas en Caja España-Duero y La Caixa.
Aunque el dinero de la gala irá destinado íntegramente al proyecto de la residencia, Alfaem necesita apoyos para seguir manteniendo los programas que desarrolla en la provincia, como es el caso de Astorga, donde la importante labor que desarrolla corre el peligro de desaparecer. Los recortes también están llegando a estos servicios que la administración no presta y que son necesarios en momentos como el actual de dificultades socioeconómicas, donde los usuarios que acuden a las áreas de Salud Mental están aumentando.
La delegación astorgana trabaja para desterrar el estigma social que pesa sobre las personas con trastornos psicológicos, que se mueven a diario por las mismas calles que el resto de los astorganos. No aparecen en los listados oficiales de las consejerías ni de los ministerios, tampoco en las estadísticas, “son los grandes olvidados”, ha señala la trabajadora social de Alfaem-Astorga, Mar Villegas. Las instalaciones de la asociación están situadas en el antiguo instituto del paseo de la Muralla.
Cada día acuden al centro de Alfaem de Astorga una veintena de personas integradas en los programas de estimulación cognitiva y habilitación psico-social o en los talleres de literatura y pintura. No obstante, hasta que empiezan a participar en estas actividades y terapias, los enfermos mentales y sus familias han recorrido un difícil camino hasta el diagnóstico del trastorno. Es una fase en la que una parte muy importante de afectados se sienten desamparados, pasando de unos servicios a otros hasta el diagnóstico definitivo.
Una de las maneras de ‘sacarlos a la luz’ es utilizar el punto de atención individualizada con sus servicios de psicología, trabajo social y jurídico, donde les aconsejarán solicitar el certificado de discapacidad y la ayuda de Ley de Dependencia, que presta su servicio en horario de mañana.





