Bal Ferrero
Martes, 17 de Noviembre de 2015

Transeúntes

Según la definición de la R.A.E., transeúnte es alguien que transita o camina por un lugar, en inglés passer-by, que va por la calle. Desde hace algún tiempo, va para cuatro años, largo, pero esperamos que pronto cambie, la cultura y el arte están de paso en nuestro espacio geográfico al que se denomina marca España, en inglés Made in Spain y en la lengua francesa Espagne. Bien es cierto que si la Cultura y el Arte han resistido a duras penas el paso del impuesto del IVA, el más caro de Europa, es porque ha habido personas, colectivos asociativos, etc. que se ‘agarraron los machos’, expresión concienzudamente rural. Sí, ha sido duro cultivar literatura, cine, teatro, música… y esos colectivos asociativos han sacado fuerzas desde dentro para seguir manteniéndose, porque los caballos ganadores, los transeúntes de la política, querían dejar el paisaje cultural y educativo como un desierto, un árido lugar en el que, por ejemplo, la enseñanza de la filosofía desapareciera de la tierra conquistada. Esta materia, la Filosofía, base del pensamiento, sería la primera caída del otoño de 2015, como caen las hojas de los chopos en la ribera del río. A más ignorancia menos urnas, se hablaba en los corrillos del Congreso antes de aprobar la dichosa ley, conversación que más tarde se trasladaba a los restaurantes de cinco tenedores, y después de consultar el oráculo de Delfos;  y esperaban que el tiempo les diera la razón. Pero llegaría un día en que Platón, Sócrates, Plinio, Séneca, Kant, Hegel, Marcuse… se rebelarían contra el adormecimiento de sus enseñanzas.

 

 “En el año 415, se apagó bruscamente la estrella de la matemática, astrónoma y filósofa Hipatia de Alejandría, una turba de cristianos exaltados la asesinó con extrema crueldad. Este trágico hecho marcó el ocaso de la cultura pagana en el mundo antiguo”.

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