A propósito de amor
Lo mejor que nos puede pasar en esta vida es enamorarnos. Nada es comparable a sentir en el estómago el aleteo de esas mariposas. Nada como amar y sentirse amado. Nada. Cuando Paris, el hijo pequeño de Príamo, rey de Troya, tuvo que elegir entre el poder que le ofrecía Hera, la sabiduría que le daría Atenea y el amor de Afrodita, se decidió por el amor, por el corazón de Helena, la mujer más hermosa de entre todas las mujeres griegas, y declaró a Afrodita como la diosa más bella.
Pero el enamoramiento no dura siempre, dura lo que dura, un invierno, un verano, a veces ni eso, y luego se desvanece y nos deja. “Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido”, dice Neruda. Además, el amor es una mentira, una hermosa mentira, pero tan hermosa, que qué más da que sea mentira. “Creer que un cielo en un infierno cabe… esto es amor; quien lo probó lo sabe”, así remata Lope de Vega el soneto Amor es esto.
Pero si el amor es lo mejor que nos puede pasar, lo peor, lo más terrible, es el desamor, porque nos puede hacer languidecer y estancar en el infierno del dolor. El desamor es el peligro del amor, nada más, nada menos.
Lo mejor que nos puede pasar en esta vida es enamorarnos. Nada es comparable a sentir en el estómago el aleteo de esas mariposas. Nada como amar y sentirse amado. Nada. Cuando Paris, el hijo pequeño de Príamo, rey de Troya, tuvo que elegir entre el poder que le ofrecía Hera, la sabiduría que le daría Atenea y el amor de Afrodita, se decidió por el amor, por el corazón de Helena, la mujer más hermosa de entre todas las mujeres griegas, y declaró a Afrodita como la diosa más bella.
Pero el enamoramiento no dura siempre, dura lo que dura, un invierno, un verano, a veces ni eso, y luego se desvanece y nos deja. “Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido”, dice Neruda. Además, el amor es una mentira, una hermosa mentira, pero tan hermosa, que qué más da que sea mentira. “Creer que un cielo en un infierno cabe… esto es amor; quien lo probó lo sabe”, así remata Lope de Vega el soneto Amor es esto.
Pero si el amor es lo mejor que nos puede pasar, lo peor, lo más terrible, es el desamor, porque nos puede hacer languidecer y estancar en el infierno del dolor. El desamor es el peligro del amor, nada más, nada menos.