Carmen Villaverde renuncia a su acta de concejal por la imposibilidad de conciliar la vida familiar, laboral y política
![[Img #19621]](upload/img/periodico/img_19621.jpg)
"Completado casi siete meses desde que formo parte de la Corporación Municipal, no me queda más que reconocer que me está resultando difícil armonizar familia, trabajo y responsabilidad institucional en el Ayuntamiento". Con estas palabras Carmen Villaverde anunciaba que deja el sillón de concejala en el Ayuntamiento de Astorga, después de haber logrado, junto al resto de la Asamablea de Izquierda Unida de Astorga, el hito histórico de haber logrado entrar en la vida de la institución municipal junto a sus dos compañeros, José María Jáñez y Javier Rodera.
En una intervención de reconocimiento absoluto de sus "límites", afirmó que "llevo tiempo tratando de equilibrar las prioridades de mi trabajo junto con las de mi cargo y acepto y exteriorizo que no estoy siendo capaz de hacerlo", ha señalado esta madre y profesional de la psicología que ha comprendido que para poder responder a lo que sus pacientes esperan de ella, no le es posible compatibilizarlo con la actividad política que requiere muchas horas y dedicación. "Renuncio a una de estas tres responsabilidades, como comprenderéis seguro, es la de mi cargo como concejala; mi trabajo requiere el cien por cien de disposición y formación costante".
Con esta dosis de honestidad, Carmen Villaverde ha pedido "disculpas a todas aquellas personas que confiaron en mí para este cargo, pero como siempre dije desde un principio, IU no es una persona, ni dos, ni tres, IU es una idea, muchas ideas para trabajar y construir una ciudad mejor. Por ello, el hecho de que yo renuncie no es significativo en absoluto", aseguró arropada por compañeros de la asamblea y de la lista con la que concurrieron a las elecciones municipales del pasado mes de mayo.
A partir de ahora, IU-Astorga se ha dado unos días para decidir quien ocupará el sillón del tercer concejal de la formación política. De momento, José María Jáñez asume de manera provisional -en funciones- la portavocía que ostentaba Villaverde. En cuanto a la persona que su sumará al grupo municipal, no han querido desvelar el nombre. La siguiente en la lista es el número cuatro, Elena Puente, y el quinto es Uriel García.
Carmen Villaverde se va del Ayuntamiento convencida de que “es desde las instituciones desde donde se puede cambiar algo", pero reconociendo que "el formato lo desconocía y la forma en que se hace política no es la que yo elegiría. En la participación y transparencia tenemos una batalla pendiente, así como en la conciliación familiar y laboral”, ha añadido. Como mujer, ha señalado que las instituciones deberán cambiar para facilitar el desempeño del trabajo, y señalando claramente al Ayuntamiento de Astorga, declaró que la prohibición por parte del equipo de gobierno del PP de acceder al Consistorio por las tardes a los concejales de su grupo ha dificultado el desarrollo de su trabajo.
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"Completado casi siete meses desde que formo parte de la Corporación Municipal, no me queda más que reconocer que me está resultando difícil armonizar familia, trabajo y responsabilidad institucional en el Ayuntamiento". Con estas palabras Carmen Villaverde anunciaba que deja el sillón de concejala en el Ayuntamiento de Astorga, después de haber logrado, junto al resto de la Asamablea de Izquierda Unida de Astorga, el hito histórico de haber logrado entrar en la vida de la institución municipal junto a sus dos compañeros, José María Jáñez y Javier Rodera.
En una intervención de reconocimiento absoluto de sus "límites", afirmó que "llevo tiempo tratando de equilibrar las prioridades de mi trabajo junto con las de mi cargo y acepto y exteriorizo que no estoy siendo capaz de hacerlo", ha señalado esta madre y profesional de la psicología que ha comprendido que para poder responder a lo que sus pacientes esperan de ella, no le es posible compatibilizarlo con la actividad política que requiere muchas horas y dedicación. "Renuncio a una de estas tres responsabilidades, como comprenderéis seguro, es la de mi cargo como concejala; mi trabajo requiere el cien por cien de disposición y formación costante".
Con esta dosis de honestidad, Carmen Villaverde ha pedido "disculpas a todas aquellas personas que confiaron en mí para este cargo, pero como siempre dije desde un principio, IU no es una persona, ni dos, ni tres, IU es una idea, muchas ideas para trabajar y construir una ciudad mejor. Por ello, el hecho de que yo renuncie no es significativo en absoluto", aseguró arropada por compañeros de la asamblea y de la lista con la que concurrieron a las elecciones municipales del pasado mes de mayo.
A partir de ahora, IU-Astorga se ha dado unos días para decidir quien ocupará el sillón del tercer concejal de la formación política. De momento, José María Jáñez asume de manera provisional -en funciones- la portavocía que ostentaba Villaverde. En cuanto a la persona que su sumará al grupo municipal, no han querido desvelar el nombre. La siguiente en la lista es el número cuatro, Elena Puente, y el quinto es Uriel García.
Carmen Villaverde se va del Ayuntamiento convencida de que “es desde las instituciones desde donde se puede cambiar algo", pero reconociendo que "el formato lo desconocía y la forma en que se hace política no es la que yo elegiría. En la participación y transparencia tenemos una batalla pendiente, así como en la conciliación familiar y laboral”, ha añadido. Como mujer, ha señalado que las instituciones deberán cambiar para facilitar el desempeño del trabajo, y señalando claramente al Ayuntamiento de Astorga, declaró que la prohibición por parte del equipo de gobierno del PP de acceder al Consistorio por las tardes a los concejales de su grupo ha dificultado el desarrollo de su trabajo.




