Los secretos animales de la catedral de Astorga
El Seminario de Astorga acogió este lunes la conferencia 'El zoo sacro de la catedral', en la que planteó Miguel Ángel González una invitación a descubrir los secretos de la catedral a través de sus presencias animales.
![[Img #19840]](upload/img/periodico/img_19840.jpg)
El 'Milagro de la Virgen de la Majestad', de Peñalosa, es el cuadro elegido para convocar las dos conferencias con las que la ‘Asociación de Amigos de la Catedral’ pretenden dar a conocer este monumento emblemático astorgano. Ahí pueden ya verse un perro, la catedral antigua, el escudo del cabildo con el cordero y el aullido de los ‘lobacos’ de los Osorio que perdura hasta nosotros.
La conferencia vino realzada con imágenes, imágenes de imágenes, que iban siendo comentadas: “Un rebaño intenso de blancos corderos del Cabildo”, a partir de aquí, si escucháramos abstraídos creeríamos estar ante la descripción de un zoológico fantástico con animales amaestrados, embalsamados, lechones fabulosos, perros sueltos, animales que bullen como locos o dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, animales que acaban de romper un jarrón, que de lejos parecen moscas, bichos que se agitan como locos, con los incluidos en la presente clasificación…
El rebaño es innumerable; para empezar son dos los rebaños el del cabildo y el rebaño disperso que el conferenciante trató de reunir: El Cordero Pascual del cabildo, el cordero antiguo del siglo XVI de la parte externa del coro, los corderos del órgano, los de la reja de la catedral, el de la silla coral del coro del obispo, los policromados -el cordero en blanco- de las claves, el del reloj de la catedral -no es cordero que es cordera-, el del retablo mayor de Becerra, los de las credencias de la catedral, los de las puertas de la sacristía, los de las del atrio, en el facistol, en la orfebrería, el que bala desde la gran campana y tantos e infinitos corderos hasta llegar a ciento…
Otro animal emblemático es la paloma. Así partiendo del relieve de Becerra o en los retablos de la Inmaculada obra de Peñalosa o el de la Virgen de la Majestad, en la orfebrería, en los remates de los portapaces de Encalada o en la corona de la Virgen Blanca. Esto es solo una muestra del palomar que conformarían todas estas representaciones en un mismo espacio. Sea este el de nuestra mente y ahí el milagro, reunidas todas esas aves, súbito se sumen en Espíritu Santo; milagro o transmilagro de lo alegórico.
Además de los animales de los evangelistas, abordó las representaciones del perro en la iconografía de algunos santos. La de Santa Juana de Aza que soñó que un perro vendría con una antorcha para la conflagración de los tiempos. El gozque de Santo Domingo con esa antorcha de sueño que soñó su madre abunda en el púlpito, en el coro, en el retablo mayor. Perros lazarillos en el relieve de la curación del ciego de nacimiento en la portada de la catedral. El tema de Tobías en la sala capitular, el perro mansino de Pilatos. Más animales domésticos son el buey y la mula en el arcón de Carrizo y el cerdo, de San Antonio Abad.
![[Img #19839]](upload/img/periodico/img_19839.jpg)
El tema de los animales fantásticos no podía faltar, así el pelícano, símbolo de Cristo, el grifo, el camaleón, el onagro, la hermana de Lázaro con la Tarasca, el dragón de Santa Marina, los toros de la reina Lupa, Satanás pisoteado por la Inmaculada de Gregorio Fernández, la sirena en la torre, el corro de sirenas de la baranda del tejado, los gayos que quiebran las rosas del amanecer, los monstruos del coro, el basilisco, la anfisbena y la hidra y muchos más que no han llegado aún al nombre.
Leones mansos y fieros forman capítulo aparte, los de San Agapito en las pinturas de la cajonería de la sacristía. Leones en las vidrieras o el de San Jerónimo, un antropomorfo aplacado ante la bondad del santo.
Aves y peces en la Virgen del Pilar, en la Virgen del pajarito, -gorrión prenda del niño Jesús, piando por siempre para él solo-. La Virgen de Salvaneda sentada sobre un águila o las águilas ratoneras en las portadas laterales de la fachada principal etc, etc, etc. Peces en los relieves de las torres o en una de las paciencias. La multiplicación de los panes y los peces; las múltiples representaciones de lo divino en la paloma, en el cordero, en el toro o el ciervo que reunifican esta dispersión de las voces –Vienen a mí los ciervos de la noche / Desde los bosques de tu corazón.-
Animales heráldicos, animales emblemáticos de la decoración invisible, ¡qué ni con prismáticos!, representativos de alguna virtud o procedentes de la antigüedad clásica en las clavillas. Los caballos en Santiago el batallador, en la caída de san Pablo, en el tema Jacobeo del puente roto, los caballeros descabalgados por el suelo.
Animales en los ‘marginalia’ o en los márgenes ilustrados de los manuscritos catedralicios, también en el ornamento de tres embocaduras de capillas, la entrada lateral de Gil de Hontañón y las capillas de San José y de la Pasión cuyas grecas parecen rocas fosilizadas del triásico con profusión de animales.
![[Img #19838]](upload/img/periodico/img_19838.jpg)
Terminó su exposición con dos curiosidades y un poema.
Las curiosidades animales consisten en la quijada atribuida a San Cristobal y de la que ya ironizara Antonio de Torquemada, que es de un animal prehistórico. También hay en la catedral una gran concha de Nautilus que servía de incensario.
La última fotografía estuvo dedicada a las ‘chollas de la catedral’ paradas en la veleta, representadas ya en la Jerusalén del Calvario del retablo de Becerra. Presencia obligada ya entonces, como ahora en la multiplicación de Escarpizo.
Leyó por último el poema dedicado por Panero a estas grajillas tan características de la catedral de Astorga.
![[Img #19840]](upload/img/periodico/img_19840.jpg)
El 'Milagro de la Virgen de la Majestad', de Peñalosa, es el cuadro elegido para convocar las dos conferencias con las que la ‘Asociación de Amigos de la Catedral’ pretenden dar a conocer este monumento emblemático astorgano. Ahí pueden ya verse un perro, la catedral antigua, el escudo del cabildo con el cordero y el aullido de los ‘lobacos’ de los Osorio que perdura hasta nosotros.
La conferencia vino realzada con imágenes, imágenes de imágenes, que iban siendo comentadas: “Un rebaño intenso de blancos corderos del Cabildo”, a partir de aquí, si escucháramos abstraídos creeríamos estar ante la descripción de un zoológico fantástico con animales amaestrados, embalsamados, lechones fabulosos, perros sueltos, animales que bullen como locos o dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, animales que acaban de romper un jarrón, que de lejos parecen moscas, bichos que se agitan como locos, con los incluidos en la presente clasificación…
El rebaño es innumerable; para empezar son dos los rebaños el del cabildo y el rebaño disperso que el conferenciante trató de reunir: El Cordero Pascual del cabildo, el cordero antiguo del siglo XVI de la parte externa del coro, los corderos del órgano, los de la reja de la catedral, el de la silla coral del coro del obispo, los policromados -el cordero en blanco- de las claves, el del reloj de la catedral -no es cordero que es cordera-, el del retablo mayor de Becerra, los de las credencias de la catedral, los de las puertas de la sacristía, los de las del atrio, en el facistol, en la orfebrería, el que bala desde la gran campana y tantos e infinitos corderos hasta llegar a ciento…
Otro animal emblemático es la paloma. Así partiendo del relieve de Becerra o en los retablos de la Inmaculada obra de Peñalosa o el de la Virgen de la Majestad, en la orfebrería, en los remates de los portapaces de Encalada o en la corona de la Virgen Blanca. Esto es solo una muestra del palomar que conformarían todas estas representaciones en un mismo espacio. Sea este el de nuestra mente y ahí el milagro, reunidas todas esas aves, súbito se sumen en Espíritu Santo; milagro o transmilagro de lo alegórico.
Además de los animales de los evangelistas, abordó las representaciones del perro en la iconografía de algunos santos. La de Santa Juana de Aza que soñó que un perro vendría con una antorcha para la conflagración de los tiempos. El gozque de Santo Domingo con esa antorcha de sueño que soñó su madre abunda en el púlpito, en el coro, en el retablo mayor. Perros lazarillos en el relieve de la curación del ciego de nacimiento en la portada de la catedral. El tema de Tobías en la sala capitular, el perro mansino de Pilatos. Más animales domésticos son el buey y la mula en el arcón de Carrizo y el cerdo, de San Antonio Abad.
![[Img #19839]](upload/img/periodico/img_19839.jpg)
El tema de los animales fantásticos no podía faltar, así el pelícano, símbolo de Cristo, el grifo, el camaleón, el onagro, la hermana de Lázaro con la Tarasca, el dragón de Santa Marina, los toros de la reina Lupa, Satanás pisoteado por la Inmaculada de Gregorio Fernández, la sirena en la torre, el corro de sirenas de la baranda del tejado, los gayos que quiebran las rosas del amanecer, los monstruos del coro, el basilisco, la anfisbena y la hidra y muchos más que no han llegado aún al nombre.
Leones mansos y fieros forman capítulo aparte, los de San Agapito en las pinturas de la cajonería de la sacristía. Leones en las vidrieras o el de San Jerónimo, un antropomorfo aplacado ante la bondad del santo.
Aves y peces en la Virgen del Pilar, en la Virgen del pajarito, -gorrión prenda del niño Jesús, piando por siempre para él solo-. La Virgen de Salvaneda sentada sobre un águila o las águilas ratoneras en las portadas laterales de la fachada principal etc, etc, etc. Peces en los relieves de las torres o en una de las paciencias. La multiplicación de los panes y los peces; las múltiples representaciones de lo divino en la paloma, en el cordero, en el toro o el ciervo que reunifican esta dispersión de las voces –Vienen a mí los ciervos de la noche / Desde los bosques de tu corazón.-
Animales heráldicos, animales emblemáticos de la decoración invisible, ¡qué ni con prismáticos!, representativos de alguna virtud o procedentes de la antigüedad clásica en las clavillas. Los caballos en Santiago el batallador, en la caída de san Pablo, en el tema Jacobeo del puente roto, los caballeros descabalgados por el suelo.
Animales en los ‘marginalia’ o en los márgenes ilustrados de los manuscritos catedralicios, también en el ornamento de tres embocaduras de capillas, la entrada lateral de Gil de Hontañón y las capillas de San José y de la Pasión cuyas grecas parecen rocas fosilizadas del triásico con profusión de animales.
![[Img #19838]](upload/img/periodico/img_19838.jpg)
Terminó su exposición con dos curiosidades y un poema.
Las curiosidades animales consisten en la quijada atribuida a San Cristobal y de la que ya ironizara Antonio de Torquemada, que es de un animal prehistórico. También hay en la catedral una gran concha de Nautilus que servía de incensario.
La última fotografía estuvo dedicada a las ‘chollas de la catedral’ paradas en la veleta, representadas ya en la Jerusalén del Calvario del retablo de Becerra. Presencia obligada ya entonces, como ahora en la multiplicación de Escarpizo.
Leyó por último el poema dedicado por Panero a estas grajillas tan características de la catedral de Astorga.






