La Junta Vecinal de Estébanez denuncia ante el Seprona un nuevo vertido de lixiviados del CTR
![[Img #19968]](upload/img/periodico/img_19968.jpg)
La Junta Vecinal de Estébanez de la Calzada ha denunciado este martes ante el Seprona el posible vertido de lixiviados del CTR de San Román. Se trata de nuevos vertidos que se suman a los efectuados en la Navidad, tal y como hizo públicos la Plataforma por una Gestión Transparente y Eficaz del CTR.
Los hechos que han trasladado los responsables de la pedanía al servicio de medio ambiente de la Guardia Civil ocurrieron en la madrugada del lunes, entre la 1,30 y las 2 de la mañana, cuando un grupo de vecinos observó que, aprovechando la lluvia, estaban soltando los líquidos generados por la descomposición de la basura y contaminantes, de color negro y de olor muy penetrante, que arrastran todo tipo de sustancias nocivas, pueden contener hasta 200 compuestos diferentes, algunos de ellos tóxicos y cancerígenos.
![[Img #19969]](upload/img/periodico/img_19969.jpg)
![[Img #19970]](upload/img/periodico/img_19970.jpg)
Los lixiviados son vertidos al valle de Calzada sin ningún tipo de control muy cerca de la captación de agua de los pueblos de Hospital, Villares de Órbigo y Estébanez, además de las empresas instaladas en el Polígono Agroindustrial de Villarejo. Los residuos líquidos acaban depositados en las choperas que se encuentran detrás de la gasolinera de Estébanez, en un valle sin salida.
La plataforma ya denunció durante la Navidad que los vertidos corren sin control alguno por las canalizaciones de la concentración parcelaria que desembocan directamente en una chopera de donde sale otro desagüe que se pierde en un humedal.
![[Img #19971]](upload/img/periodico/img_19971.jpg)
La Junta Vecinal de Estébanez de la Calzada ha denunciado este martes ante el Seprona el posible vertido de lixiviados del CTR de San Román. Se trata de nuevos vertidos que se suman a los efectuados en la Navidad, tal y como hizo públicos la Plataforma por una Gestión Transparente y Eficaz del CTR.
Los hechos que han trasladado los responsables de la pedanía al servicio de medio ambiente de la Guardia Civil ocurrieron en la madrugada del lunes, entre la 1,30 y las 2 de la mañana, cuando un grupo de vecinos observó que, aprovechando la lluvia, estaban soltando los líquidos generados por la descomposición de la basura y contaminantes, de color negro y de olor muy penetrante, que arrastran todo tipo de sustancias nocivas, pueden contener hasta 200 compuestos diferentes, algunos de ellos tóxicos y cancerígenos.
Los lixiviados son vertidos al valle de Calzada sin ningún tipo de control muy cerca de la captación de agua de los pueblos de Hospital, Villares de Órbigo y Estébanez, además de las empresas instaladas en el Polígono Agroindustrial de Villarejo. Los residuos líquidos acaban depositados en las choperas que se encuentran detrás de la gasolinera de Estébanez, en un valle sin salida.
La plataforma ya denunció durante la Navidad que los vertidos corren sin control alguno por las canalizaciones de la concentración parcelaria que desembocan directamente en una chopera de donde sale otro desagüe que se pierde en un humedal.
