El desencanto envuelve de nuevo a Astorga
Carta al alcalde de Astorga sobre la contratación de un cargo de confianza escrita por Diego Álvarez, periodista en paro, que quiso enviar el curriculum para acceder al puesto de periodista.
Me propongo a continuación a valorar y opinar sobre lo que viene sucediendo en Astorga desde los últimos días, algo que, incluso yo mismo como comunicador llegué a ver como una oportunidad personal. Pero no crean que sabía que se iba a hacer tal y como se ha venido haciendo o se hará (aún esto no ha quedado claro a fecha de hoy –lo explicaré más adelante-).
El pasado viernes 29 de enero, tras ver la publicación de El Faro Astorgano sobre la contratación por parte del Ayuntamiento de Astorga de una persona como “personal de confianza” para gestionar el gabinete de prensa de la propia institución, me puse en contacto con dos políticos “de calado” del equipo de gobierno (uno del PAL y otro del PP) para que pudieran informarme sobre lo que esperaba que pudiera ser una oportunidad laboral y profesional. Sin embargo, estos me dijeron que “no estoy muy al corriente” o “no es un tema que yo controle o sepa”. Quedando a la espera de más información a publicar por los medios para poder actuar, pude intuir y comprobar, que el cargo o puesto ya se había asignado a una persona concreta.
Esperaba que este tipo de contratación, mediante la fórmula de Personal Eventual o Cargo de Confianza, no dejara de ser un proceso abierto, público y transparente, aunque no pasara por un proceso de oposición pública. Es decir, una designación “a dedo” pero desde un proceso de selección justo e igualitario para todos aquellos profesionales que quisieran acceder al puesto en el que, a través de un comunicado, se abriese un periodo de tiempo concreto para la recepción de todos los CVs participantes y, a partir de aquí, seleccionar al más idóneo para cubrir el cargo en base a su formación, méritos, experiencia, capacitación, trayectoria, y vinculación a la ciudad; y no solo a la titulación tal y como indicó en su carta de opinión el alcalde, Arsenio García.
Ya bastante desencanto hemos tenido en la ciudad en los últimos meses, como para que desde el gobierno municipal hagan este daño a la ciudad y se manche, una vez más, su imagen pública. Volviendo a la carta de opinión de García, me gustaría formular diferentes preguntas.
La primera de ellas es que, si el Diario de Astorga publicó a fecha 30 de enero, sábado, que la profesional María Serna Alija se iba a incorporar al puesto el lunes 1 de febrero, ¿por qué el alcalde en su carta de opinión publicada el mismo lunes en el medio Astorga Redacción a las 16:43h., en el primer párrafo cita textualmente “(…) mi estupor ante la nota de prensa enviada por el grupo de concejales del PSOE a propósito de nuestra intención de contratar un periodista mediante la fórmula del cargo de confianza" ¿(..)? ¿Cómo? ¿“Intención”? ¡Pero, si ya había sido publicado por un medio local, de clara inclinación ideológica a la del alcalde actual, que esta persona ya se incorporaría al puesto el mismo lunes! No entiendo. Entonces, ¿está o no está ya contratada? Porque, como dice abiertamente el PSOE “el equipo de gobierno no ha comunicado oficialmente nada sobre el cargo de confianza”. Sin embargo, bien sabemos gracias al artículo de La Llave del Camino (publicado el martes 2), que esta persona ya ha llevado a cabo labores de comunicación dentro del Consistorio.
![[Img #20316]](upload/img/periodico/img_20316.png)
Ligado a esto, me gustaría saber también cómo supo Diario de Astorga (sin haber emisión de un comunicado oficial ni presentación) que la profesional en cuestión se incorporaba el mismo lunes al puesto de trabajo. Por otro lado, ¿cómo El Faro pudo informar sobre la noticia el viernes sin existir un comunicado oficial? Al ser un hecho, ¿quién lo filtró? Gracias a esta filtración la opinión pública ha podido saber sobre la contratación de un “cargo de confianza” incluso antes de que se produjera, pero, de no haber sido publicada dicha información, ¿cuándo pensaba el Ayuntamiento informar sobre ello? Esto no es un buen principio de transparencia señor alcalde.
Lo único con lo que estoy de acuerdo con Arsenio García, es que “las labores de comunicación no las puede llevar a cabo cualquier persona”. Efectivamente se requiere profesionalidad, rigor y neutralidad para atender a los medios y a sus necesidades de manera eficaz y competente, y sí, cierto, no valdría cualquiera para hacerlo bien.
En su artículo de opinión, señor alcalde, después de su intento de justificarse en acudir a este modelo de contratación, valiéndose de las acciones de otros gobiernos (que tampoco sabemos cómo exactamente ni de qué manera o contexto lo han llevado acabo) y desviando la atención a lo que los ciudadanos de Astorga piden respuestas, indica que “si se ha optado por esta modalidad de contratación legal y transparente, es precisamente para no crear nuevos puestos de trabajo”.
Bien, vayamos por partes.
En primer lugar, si son ciertas las afirmaciones del Grupo Socialista en cuanto a que el puesto que aquí nos compete (el cargo de confianza) no se encuentra en el organigrama del Ayuntamiento y, tampoco hay cargo a créditos presupuestarios consignados para este fin, puedo decirle, con la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público en la mano, que la ley no avala dicha contratación. Quiero decir que, si la periodista se encuentra ya contratada y en el presupuesto municipal no se encuentra registrada la partida económica para los cargos de confianza, la contratación del PP de Astorga se enmarcaría fuera de la ley.
En segundo lugar, yo personalmente no veo la transparencia a la que hace referencia por ningún sitio. La primera información publicada al respecto, como ya he indicado con anterioridad, fue publicada por El Faro el día viernes, y se presupone que el lunes 1 de febrero esta persona ya ejercía su cargo, según la información publicada por el Diario de Astorga. Lo que refleja claramente que el asunto venía de atrás y que, como ha reflejado el PSOE en sus comunicados, “han actuado de espaldas a la oposición”. Otro claro indicio de falta de transparencia por parte del partido que encabeza.
Tercero. Si los objetivos de dicha contratación son para profesionalizar la labor de comunicación institucional del Ayuntamiento, ¿en qué se ha basado para saber que esta persona es el mejor profesional para ejercer el puesto si no conocen –al no haber concurso o proceso de selección- las trayectorias y méritos de otros profesionales de la zona?
Cuarto. Sobre el control de la publicidad. Personalmente y a mi modo de ver, me parece realmente mal que una institución pública, como es el Ayuntamiento, destine dinero público a unos medios locales y a otros no. Usted se justifica en "optimizar los recursos públicos y lograr el máximo beneficio” de ellos. Pero, perdóneme, yo presupongo y entiendo que el Ayuntamiento no es una empresa y debe de servir a los intereses públicos y generales. Y corríjame por favor si me equivoco, todos ellos, todos, más allá de su naturaleza empresarial, realizan una función pública, que es la de informar. Por este motivo, creo que todos los medios locales deberían recibir dinero de esta partida de gastos.
Tomás Álvarez, concejal del grupo municipal del PSOE, en su carta de opinión, dice que ha actuado de forma precipitada. Yo sin embargo creo que lo ha hecho mal desde el principio, y a escondidas, lo que devendría además en un grado de tentativa.
Permítame decirle señor alcalde que, si lo que busca es profesionalidad, el Ayuntamiento ha dejado mucho que desear en este aspecto. El mismo lunes publicó su artículo de opinión, en vez de dejar que su gabinete de comunicación publicara una nota explicativa o un comunicado de convocatoria de prensa para hacer frente a la crisis. Esto refleja que la crisis de reputación institucional la enfrenta a título personal cuando nadie se ha referido a usted hasta el momento de manera directa. Esto no es signo de profesionalidad. Su gabinete de prensa debería saber que para gestionar una crisis de reputación, además de tener avidez para responder rápido y no dejar que la crisis se engruese, también hace falta templanza para saber tomar las mejores decisiones. En este contexto, como también indica la nominación del puesto de “confianza o asesoramiento especial”, deberían haber sabido asesorarle y haberle dicho que sus intenciones de proceder no eran las más correctas en cuanto a manual se refiere. Para esto mismo, dentro de la profesión, hay un servicio que se denomina “formación de portavoces”.
Parece ser señor Arsenio que, en sus deseos de profesionalizar el puesto y de obtener un cargo de confianza, ha encontrado en otros profesionales estas aptitudes, especialmente a lo que el interés general se refiere. Como consejo personal recuerde que la mejor herramienta de gestión de crisis es la de evitarla, la de poner todos los medios disponibles para que esta no ocurra, además de revisar y practicar los protocolos de actuación frecuentemente. Es muy triste pensar que, desde la profesionalidad a la que alude, el grupo político de IU tenga que introducir por registro sus preguntas en el Ayuntamiento para obtener respuestas. Esto no es otro buen principio de transparencia, ¿no le parece? Deberían haberle informado desde su gabinete que debería haber sido la institución quien directamente se dirigiese a la opinión pública y a los partidos políticos para dar las explicaciones pertinentes, después de haber trazado un plan de gestión de crisis institucional basado en el manual.
Puedo indicarle además un caso similar al que aquí discutimos, el del Consejo Consultivo de Andalucía, para que podamos tenerlo todos como referencia. Este ente público, pero independiente de la comunidad andaluza, dictaminó el pasado 12 de enero de 2016, que censura el método de contratación de cargos de confianza en el mandato del PP de Marbella de la pasada legislatura. El dictamen reza que, en este caso, “el procedimiento se realizó de manera arbitraria, sin respetarse el procedimiento administrativo legalmente establecido para la selección de personal (…)”, así como también que “no se respetó el principio de igualdad, que no se valoraron las condiciones –idoneidad, mérito y experiencia-, que no existió la mínima publicidad que hubiera favorecido la concurrencia establecida para el acceso a un empleo público y que fue “absolutamente arbitraria””. Según en este caso, tal y como informa Diario Sur en su artículo, el Consultivo en este caso concreto “ni siquiera se justificaba la contratación de un adjunto al gerente, cargo que no estaba definido en la Relación de Puestos de Trabajo y cuya creación no fue justificada”. Lo que quiero hacerles entender con todo esto es que deberán tener prudencia, ya que este dictamen podría ser aplicable como precedente en el caso de contratación de cargo de confianza llevado a cabo por su partido.
No quisiera despedirme sin antes recordar a todos los lectores y ciudadanos de Astorga que según el artículo 8 de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público, este lo define como “quien desempeña funciones retribuidas en las Administraciones Públicas al servicio de los intereses generales”. Por ello, creo que es razonable pensar que para los ciudadanos de Astorga no es de agrado saber que parte de sus impuestos van a ir destinados a una partida de saldo para un cargo de confianza en el que la persona que lo ostenta (o se pretende que lo ostente), “se incorporase a la campaña electoral del PP de Astorga el pasado mes de mayo y provenga de la agencia NER Comunicación y Marketing (Noroeste en Red – Diario de Astorga/AstorgaDigial) donde desde hace tiempo colaboraba con la cuenta del Partido Popular de la ciudad”.
Muchas gracias por la lectura y siento la extensión, pero creo sinceramente que era algo realmente necesario.
Gracias de nuevo
Me propongo a continuación a valorar y opinar sobre lo que viene sucediendo en Astorga desde los últimos días, algo que, incluso yo mismo como comunicador llegué a ver como una oportunidad personal. Pero no crean que sabía que se iba a hacer tal y como se ha venido haciendo o se hará (aún esto no ha quedado claro a fecha de hoy –lo explicaré más adelante-).
El pasado viernes 29 de enero, tras ver la publicación de El Faro Astorgano sobre la contratación por parte del Ayuntamiento de Astorga de una persona como “personal de confianza” para gestionar el gabinete de prensa de la propia institución, me puse en contacto con dos políticos “de calado” del equipo de gobierno (uno del PAL y otro del PP) para que pudieran informarme sobre lo que esperaba que pudiera ser una oportunidad laboral y profesional. Sin embargo, estos me dijeron que “no estoy muy al corriente” o “no es un tema que yo controle o sepa”. Quedando a la espera de más información a publicar por los medios para poder actuar, pude intuir y comprobar, que el cargo o puesto ya se había asignado a una persona concreta.
Esperaba que este tipo de contratación, mediante la fórmula de Personal Eventual o Cargo de Confianza, no dejara de ser un proceso abierto, público y transparente, aunque no pasara por un proceso de oposición pública. Es decir, una designación “a dedo” pero desde un proceso de selección justo e igualitario para todos aquellos profesionales que quisieran acceder al puesto en el que, a través de un comunicado, se abriese un periodo de tiempo concreto para la recepción de todos los CVs participantes y, a partir de aquí, seleccionar al más idóneo para cubrir el cargo en base a su formación, méritos, experiencia, capacitación, trayectoria, y vinculación a la ciudad; y no solo a la titulación tal y como indicó en su carta de opinión el alcalde, Arsenio García.
Ya bastante desencanto hemos tenido en la ciudad en los últimos meses, como para que desde el gobierno municipal hagan este daño a la ciudad y se manche, una vez más, su imagen pública. Volviendo a la carta de opinión de García, me gustaría formular diferentes preguntas.
La primera de ellas es que, si el Diario de Astorga publicó a fecha 30 de enero, sábado, que la profesional María Serna Alija se iba a incorporar al puesto el lunes 1 de febrero, ¿por qué el alcalde en su carta de opinión publicada el mismo lunes en el medio Astorga Redacción a las 16:43h., en el primer párrafo cita textualmente “(…) mi estupor ante la nota de prensa enviada por el grupo de concejales del PSOE a propósito de nuestra intención de contratar un periodista mediante la fórmula del cargo de confianza" ¿(..)? ¿Cómo? ¿“Intención”? ¡Pero, si ya había sido publicado por un medio local, de clara inclinación ideológica a la del alcalde actual, que esta persona ya se incorporaría al puesto el mismo lunes! No entiendo. Entonces, ¿está o no está ya contratada? Porque, como dice abiertamente el PSOE “el equipo de gobierno no ha comunicado oficialmente nada sobre el cargo de confianza”. Sin embargo, bien sabemos gracias al artículo de La Llave del Camino (publicado el martes 2), que esta persona ya ha llevado a cabo labores de comunicación dentro del Consistorio.
Ligado a esto, me gustaría saber también cómo supo Diario de Astorga (sin haber emisión de un comunicado oficial ni presentación) que la profesional en cuestión se incorporaba el mismo lunes al puesto de trabajo. Por otro lado, ¿cómo El Faro pudo informar sobre la noticia el viernes sin existir un comunicado oficial? Al ser un hecho, ¿quién lo filtró? Gracias a esta filtración la opinión pública ha podido saber sobre la contratación de un “cargo de confianza” incluso antes de que se produjera, pero, de no haber sido publicada dicha información, ¿cuándo pensaba el Ayuntamiento informar sobre ello? Esto no es un buen principio de transparencia señor alcalde.
Lo único con lo que estoy de acuerdo con Arsenio García, es que “las labores de comunicación no las puede llevar a cabo cualquier persona”. Efectivamente se requiere profesionalidad, rigor y neutralidad para atender a los medios y a sus necesidades de manera eficaz y competente, y sí, cierto, no valdría cualquiera para hacerlo bien.
En su artículo de opinión, señor alcalde, después de su intento de justificarse en acudir a este modelo de contratación, valiéndose de las acciones de otros gobiernos (que tampoco sabemos cómo exactamente ni de qué manera o contexto lo han llevado acabo) y desviando la atención a lo que los ciudadanos de Astorga piden respuestas, indica que “si se ha optado por esta modalidad de contratación legal y transparente, es precisamente para no crear nuevos puestos de trabajo”.
Bien, vayamos por partes.
En primer lugar, si son ciertas las afirmaciones del Grupo Socialista en cuanto a que el puesto que aquí nos compete (el cargo de confianza) no se encuentra en el organigrama del Ayuntamiento y, tampoco hay cargo a créditos presupuestarios consignados para este fin, puedo decirle, con la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público en la mano, que la ley no avala dicha contratación. Quiero decir que, si la periodista se encuentra ya contratada y en el presupuesto municipal no se encuentra registrada la partida económica para los cargos de confianza, la contratación del PP de Astorga se enmarcaría fuera de la ley.
En segundo lugar, yo personalmente no veo la transparencia a la que hace referencia por ningún sitio. La primera información publicada al respecto, como ya he indicado con anterioridad, fue publicada por El Faro el día viernes, y se presupone que el lunes 1 de febrero esta persona ya ejercía su cargo, según la información publicada por el Diario de Astorga. Lo que refleja claramente que el asunto venía de atrás y que, como ha reflejado el PSOE en sus comunicados, “han actuado de espaldas a la oposición”. Otro claro indicio de falta de transparencia por parte del partido que encabeza.
Tercero. Si los objetivos de dicha contratación son para profesionalizar la labor de comunicación institucional del Ayuntamiento, ¿en qué se ha basado para saber que esta persona es el mejor profesional para ejercer el puesto si no conocen –al no haber concurso o proceso de selección- las trayectorias y méritos de otros profesionales de la zona?
Cuarto. Sobre el control de la publicidad. Personalmente y a mi modo de ver, me parece realmente mal que una institución pública, como es el Ayuntamiento, destine dinero público a unos medios locales y a otros no. Usted se justifica en "optimizar los recursos públicos y lograr el máximo beneficio” de ellos. Pero, perdóneme, yo presupongo y entiendo que el Ayuntamiento no es una empresa y debe de servir a los intereses públicos y generales. Y corríjame por favor si me equivoco, todos ellos, todos, más allá de su naturaleza empresarial, realizan una función pública, que es la de informar. Por este motivo, creo que todos los medios locales deberían recibir dinero de esta partida de gastos.
Tomás Álvarez, concejal del grupo municipal del PSOE, en su carta de opinión, dice que ha actuado de forma precipitada. Yo sin embargo creo que lo ha hecho mal desde el principio, y a escondidas, lo que devendría además en un grado de tentativa.
Permítame decirle señor alcalde que, si lo que busca es profesionalidad, el Ayuntamiento ha dejado mucho que desear en este aspecto. El mismo lunes publicó su artículo de opinión, en vez de dejar que su gabinete de comunicación publicara una nota explicativa o un comunicado de convocatoria de prensa para hacer frente a la crisis. Esto refleja que la crisis de reputación institucional la enfrenta a título personal cuando nadie se ha referido a usted hasta el momento de manera directa. Esto no es signo de profesionalidad. Su gabinete de prensa debería saber que para gestionar una crisis de reputación, además de tener avidez para responder rápido y no dejar que la crisis se engruese, también hace falta templanza para saber tomar las mejores decisiones. En este contexto, como también indica la nominación del puesto de “confianza o asesoramiento especial”, deberían haber sabido asesorarle y haberle dicho que sus intenciones de proceder no eran las más correctas en cuanto a manual se refiere. Para esto mismo, dentro de la profesión, hay un servicio que se denomina “formación de portavoces”.
Parece ser señor Arsenio que, en sus deseos de profesionalizar el puesto y de obtener un cargo de confianza, ha encontrado en otros profesionales estas aptitudes, especialmente a lo que el interés general se refiere. Como consejo personal recuerde que la mejor herramienta de gestión de crisis es la de evitarla, la de poner todos los medios disponibles para que esta no ocurra, además de revisar y practicar los protocolos de actuación frecuentemente. Es muy triste pensar que, desde la profesionalidad a la que alude, el grupo político de IU tenga que introducir por registro sus preguntas en el Ayuntamiento para obtener respuestas. Esto no es otro buen principio de transparencia, ¿no le parece? Deberían haberle informado desde su gabinete que debería haber sido la institución quien directamente se dirigiese a la opinión pública y a los partidos políticos para dar las explicaciones pertinentes, después de haber trazado un plan de gestión de crisis institucional basado en el manual.
Puedo indicarle además un caso similar al que aquí discutimos, el del Consejo Consultivo de Andalucía, para que podamos tenerlo todos como referencia. Este ente público, pero independiente de la comunidad andaluza, dictaminó el pasado 12 de enero de 2016, que censura el método de contratación de cargos de confianza en el mandato del PP de Marbella de la pasada legislatura. El dictamen reza que, en este caso, “el procedimiento se realizó de manera arbitraria, sin respetarse el procedimiento administrativo legalmente establecido para la selección de personal (…)”, así como también que “no se respetó el principio de igualdad, que no se valoraron las condiciones –idoneidad, mérito y experiencia-, que no existió la mínima publicidad que hubiera favorecido la concurrencia establecida para el acceso a un empleo público y que fue “absolutamente arbitraria””. Según en este caso, tal y como informa Diario Sur en su artículo, el Consultivo en este caso concreto “ni siquiera se justificaba la contratación de un adjunto al gerente, cargo que no estaba definido en la Relación de Puestos de Trabajo y cuya creación no fue justificada”. Lo que quiero hacerles entender con todo esto es que deberán tener prudencia, ya que este dictamen podría ser aplicable como precedente en el caso de contratación de cargo de confianza llevado a cabo por su partido.
No quisiera despedirme sin antes recordar a todos los lectores y ciudadanos de Astorga que según el artículo 8 de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público, este lo define como “quien desempeña funciones retribuidas en las Administraciones Públicas al servicio de los intereses generales”. Por ello, creo que es razonable pensar que para los ciudadanos de Astorga no es de agrado saber que parte de sus impuestos van a ir destinados a una partida de saldo para un cargo de confianza en el que la persona que lo ostenta (o se pretende que lo ostente), “se incorporase a la campaña electoral del PP de Astorga el pasado mes de mayo y provenga de la agencia NER Comunicación y Marketing (Noroeste en Red – Diario de Astorga/AstorgaDigial) donde desde hace tiempo colaboraba con la cuenta del Partido Popular de la ciudad”.
Muchas gracias por la lectura y siento la extensión, pero creo sinceramente que era algo realmente necesario.
Gracias de nuevo