"Mi generación en el Conservatorio de Astorga fue muy buena, muchos hemos seguido desarrollándonos como músicos"
Hara Alonso, compositora y pianista astorgana afincada en Lyon (Francia), ofrecerá dos conciertos bien distintos en esta segunda edición de TESLA, Festival de experimentación sonora en tres jornadas y un epílogo. El sábado 20 de febrero abrirá el escenario del Museo de León, a las cinco de la tarde, con un recital de música electroacústica, y dos días más tarde, el lunes 22 de febrero, cerrará el festival en el Teatro El Albéitar, a las nueve de la noche, con una actuación especial que, a modo de Epílogo, pondrá broche de oro a esta edición.
La participación de Hara Alonso en TESLA ha surgido de una propuesta de la Orquesta de Juventudes Musicales de León al festival, a través de su director Juan Luis García, y es posible gracias a la colaboración del Área de Actividades Culturales de la Universidad de León.
![[Img #20510]](upload/img/periodico/img_20510.jpg)
¿Qué te parece inaugurar un festival como TESLA, en su jornada principal?
¡Todo un placer y un privilegio!
¿Cómo valoras la iniciativa de este festival, pionero en León, abierto a la música electrónica y experimental, pero también al arte sonoro en sus distintas manifestaciones?
Es muy necesario este tipo de festivales en ciudades que no sean las grandes capitales. A veces parece que no hay más allá que Madrid y Barcelona. Creo que hay que impulsar la creación artística local, tanto a través de iniciativas públicas como independientes, y que los ciudadanos de una ciudad como León conozcan a los artistas de la tierra, en su tierra, y por supuesto a artistas de otros lugares. Siempre es lindo descubrir que en tu propia ciudad hay otra gente haciendo lo mismo que tú y crear comunidad, que eso es lo que finalmente hace un festival.
Has participado en distintos festivales de música experimental por toda Europa. ¿En cuál has disfrutado más?
Disfruté mucho tocando en Tallinn en el JazzKaar con Han Bennink, cantando en un coro de improvisación libre. Han Bennink es un baterista holandés de unos 60 años con una energía desbordante, tocar con él fue una gran revelación: da igual la edad que se tenga para ser libre.
![[Img #20511]](upload/img/periodico/img_20511.jpg)
Naciste en Astorga, una ciudad con una gran afición a la música, gracias entre otras cosas, a su Conservatorio. ¿Han influido de alguna manera tus raíces en tu trayectoria?
Astorga es una ciudad/pueblo, muy especial, con mucho interés en la cultura. Es chiquitita pero siempre ha habido poetas, músicos y artistas, y creo que de alguna manera la historia forma parte de ese caldo de cultivo. Fue un gran logro conseguir tener Conservatorio profesional y recuerdo el entusiasmo de los padres porque sus hijos pudieran estudiar allí, gente viniendo de La Bañeza, de Veguellina… También la Banda municipal y la Escuela han hecho una gran labor. La generación de músicos que salió de ese Conservatorio en mi año fue muy muy buena, y muchos de esos alumnos ahora tocan en orquestas, han estudiado fuera y se han seguido desarrollando como músicos. Por eso es muy importante que existan centros así en ciudades más pequeñas (otra vez, lo local).
Para una creadora como tú, ¿qué diferencias fundamentales encuentras a la hora de trabajar en España o trabajar en Francia?
Francia presume de ser un país muy culto, y es cierto. La agenda cultural de Lyon es impresionante, tanto a nivel de cantidad, como de calidad, como de diversidad. En España hay veces en que alguno de esos parámetros falla, no hay apoyo de las instituciones, no hay público, no hay espacio. Creo que aún queda mucho por hacer, pero también creo que tenemos que dejar de quejarnos y empezar a tomar iniciativas, individuales y colectivas, y cambiar, a la escala que podamos, las cosas.
¿Cómo describirías la música que te gusta hacer?
Contemporánea. Incisiva. Dulce.
¿Qué importancia tiene el cuerpo en tu proceso creativo?
Para mí, si el instrumento es la prolongación del cuerpo, el cuerpo del músico es el instrumento primero. Me interesa encontrar el sonido a través del gesto, el silencio a través del gesto, el gesto del sonido, y el gesto del silencio.
Para muchas personas parece existir un abismo entre la música clásica y la música experimental. Tú compaginas ambos campos… ¿Cómo llegas ahí?
Con mucha imaginación. Escuchando a Uri Caine (Dichterliebe op. 48, the Goldberg Variations, etc.)
![[Img #20512]](upload/img/periodico/img_20512.jpg)
Formas parte del Máster Europeo CoPeCo [Contemporary Performance and Composition], un ambicioso proyecto de colaboración internacional a través de conservatorios europeos de primer nivel, concebido para ocho músicos, intérpretes y compositores de todo el mundo, con cuatro sedes a lo largo de cuatro años: Tallinn, Estocolmo, Lyon y Hamburgo. ¿En que consiste tu trabajo en este Máster? ¿Qué objetivo tiene?
Este máster es el sueño de cualquier músico creativo: composición, música electrónica, improvisación, experimentación y nuevas tecnologías, todo esto combinado con vivir durante dos años con otras siete personas como tú, con los mismos intereses, pero viniendo de culturas tan diferentes. Está siendo una experiencia muy enriquecedora, a veces un poco incluso desbordante. Así que cuando termine voy a tener que digerir todo lo que estoy viviendo, todas las opciones que he descubierto, todas las músicas, las estéticas… y continuar buscando la mía. Ese es realmente el objetivo del máster, abrir caminos, expandir límites y ofrecer una nueva forma de enseñar la música, más libre, más personal y más… verdadera.
Tienes un grupo instrumental, y colaboras con grupos como Audiokinetika o el Tres Tristes Trío. ¿Qué música tocas con ellos?
Diferentes tipos, a veces música escrita, standards, improvisación libre, partituras gráficas, depende del proyecto.
¿Qué proyecto o proyectos tienes ahora mismo entre manos?
Estoy en proceso de creación de un hyper-piano, un piano combinado con electrónica a través de un micrófono de contacto, pedales, y un patch en Max con un logaritmo random que reacciona ante lo que yo toco. Como un dúo para piano y electrónica en el que no sé lo que me va a proponer el ordenador cada vez.
También estoy componiendo una obra para solo cello y otra para piano y flauta en las que incluyo el movimiento como material musical y estoy desarrollando una notación precisa del gesto físico.
Tu curriculum es impresionante, y sin embargo prácticamente no se te conoce en tu tierra. ¿A qué lo atribuyes?
Sobre todo porque llevo desde los 18 años viviendo fuera de allí, primero Salamanca, luego Helsinki, Tallinn, Estocolmo, Lyon… pero ya volveré, seguro, tarde o temprano. De momento el próximo fin de semana.
Más información:
La participación de Hara Alonso en TESLA ha surgido de una propuesta de la Orquesta de Juventudes Musicales de León al festival, a través de su director Juan Luis García, y es posible gracias a la colaboración del Área de Actividades Culturales de la Universidad de León.
¿Qué te parece inaugurar un festival como TESLA, en su jornada principal?
¡Todo un placer y un privilegio!
¿Cómo valoras la iniciativa de este festival, pionero en León, abierto a la música electrónica y experimental, pero también al arte sonoro en sus distintas manifestaciones?
Es muy necesario este tipo de festivales en ciudades que no sean las grandes capitales. A veces parece que no hay más allá que Madrid y Barcelona. Creo que hay que impulsar la creación artística local, tanto a través de iniciativas públicas como independientes, y que los ciudadanos de una ciudad como León conozcan a los artistas de la tierra, en su tierra, y por supuesto a artistas de otros lugares. Siempre es lindo descubrir que en tu propia ciudad hay otra gente haciendo lo mismo que tú y crear comunidad, que eso es lo que finalmente hace un festival.
Has participado en distintos festivales de música experimental por toda Europa. ¿En cuál has disfrutado más?
Disfruté mucho tocando en Tallinn en el JazzKaar con Han Bennink, cantando en un coro de improvisación libre. Han Bennink es un baterista holandés de unos 60 años con una energía desbordante, tocar con él fue una gran revelación: da igual la edad que se tenga para ser libre.
Naciste en Astorga, una ciudad con una gran afición a la música, gracias entre otras cosas, a su Conservatorio. ¿Han influido de alguna manera tus raíces en tu trayectoria?
Astorga es una ciudad/pueblo, muy especial, con mucho interés en la cultura. Es chiquitita pero siempre ha habido poetas, músicos y artistas, y creo que de alguna manera la historia forma parte de ese caldo de cultivo. Fue un gran logro conseguir tener Conservatorio profesional y recuerdo el entusiasmo de los padres porque sus hijos pudieran estudiar allí, gente viniendo de La Bañeza, de Veguellina… También la Banda municipal y la Escuela han hecho una gran labor. La generación de músicos que salió de ese Conservatorio en mi año fue muy muy buena, y muchos de esos alumnos ahora tocan en orquestas, han estudiado fuera y se han seguido desarrollando como músicos. Por eso es muy importante que existan centros así en ciudades más pequeñas (otra vez, lo local).
Para una creadora como tú, ¿qué diferencias fundamentales encuentras a la hora de trabajar en España o trabajar en Francia?
Francia presume de ser un país muy culto, y es cierto. La agenda cultural de Lyon es impresionante, tanto a nivel de cantidad, como de calidad, como de diversidad. En España hay veces en que alguno de esos parámetros falla, no hay apoyo de las instituciones, no hay público, no hay espacio. Creo que aún queda mucho por hacer, pero también creo que tenemos que dejar de quejarnos y empezar a tomar iniciativas, individuales y colectivas, y cambiar, a la escala que podamos, las cosas.
¿Cómo describirías la música que te gusta hacer?
Contemporánea. Incisiva. Dulce.
¿Qué importancia tiene el cuerpo en tu proceso creativo?
Para mí, si el instrumento es la prolongación del cuerpo, el cuerpo del músico es el instrumento primero. Me interesa encontrar el sonido a través del gesto, el silencio a través del gesto, el gesto del sonido, y el gesto del silencio.
Para muchas personas parece existir un abismo entre la música clásica y la música experimental. Tú compaginas ambos campos… ¿Cómo llegas ahí?
Con mucha imaginación. Escuchando a Uri Caine (Dichterliebe op. 48, the Goldberg Variations, etc.)
Formas parte del Máster Europeo CoPeCo [Contemporary Performance and Composition], un ambicioso proyecto de colaboración internacional a través de conservatorios europeos de primer nivel, concebido para ocho músicos, intérpretes y compositores de todo el mundo, con cuatro sedes a lo largo de cuatro años: Tallinn, Estocolmo, Lyon y Hamburgo. ¿En que consiste tu trabajo en este Máster? ¿Qué objetivo tiene?
Este máster es el sueño de cualquier músico creativo: composición, música electrónica, improvisación, experimentación y nuevas tecnologías, todo esto combinado con vivir durante dos años con otras siete personas como tú, con los mismos intereses, pero viniendo de culturas tan diferentes. Está siendo una experiencia muy enriquecedora, a veces un poco incluso desbordante. Así que cuando termine voy a tener que digerir todo lo que estoy viviendo, todas las opciones que he descubierto, todas las músicas, las estéticas… y continuar buscando la mía. Ese es realmente el objetivo del máster, abrir caminos, expandir límites y ofrecer una nueva forma de enseñar la música, más libre, más personal y más… verdadera.
Tienes un grupo instrumental, y colaboras con grupos como Audiokinetika o el Tres Tristes Trío. ¿Qué música tocas con ellos?
Diferentes tipos, a veces música escrita, standards, improvisación libre, partituras gráficas, depende del proyecto.
¿Qué proyecto o proyectos tienes ahora mismo entre manos?
Estoy en proceso de creación de un hyper-piano, un piano combinado con electrónica a través de un micrófono de contacto, pedales, y un patch en Max con un logaritmo random que reacciona ante lo que yo toco. Como un dúo para piano y electrónica en el que no sé lo que me va a proponer el ordenador cada vez.
También estoy componiendo una obra para solo cello y otra para piano y flauta en las que incluyo el movimiento como material musical y estoy desarrollando una notación precisa del gesto físico.
Tu curriculum es impresionante, y sin embargo prácticamente no se te conoce en tu tierra. ¿A qué lo atribuyes?
Sobre todo porque llevo desde los 18 años viviendo fuera de allí, primero Salamanca, luego Helsinki, Tallinn, Estocolmo, Lyon… pero ya volveré, seguro, tarde o temprano. De momento el próximo fin de semana.
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