La Patagonia del astorgano Ignacio Prieto del Egido en la era de Internet
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Caricatura de Ignacio Prieto realizada por Narciso González.
M.A. Reinares / Astorga
Nunca se empiezan las casas por el tejado ni las novelas por el final, pero la historia de 'La novela de la Patagonia', escrita por Ignacio Prieto del Egido (Astorga 1895-Buenos Aires 1966) y presentada el viernes en Astorga por su sobrina, Julia Gómez Prieto, bien vale este juego.
Elisabeth Dziadek, periodista de Neuquén (Argentina) y Julia Gómez Prieto, profesora emérita de la Universidad de Deusto (Bilbao), se conocieron a través de Internet, como si de una cita en la aldea global se tratara. Cada una por su cuenta, y por razones bien diferentes, comenzaron a investigar sobre Ignacio Prieto del Egido, que emigró a la Argentina en las primeras décadas del siglo XX.
"Las cosas nunca pasan por casualidad", asegura Julia Gómez Prieto, mientras da vueltas a un café con leche en el Hotel Vía de la Plata de Astorga. En 2007, recién jubilada se sentó un día delante del ordenador, en un buscador de Internet introdujo el nombre de su tío y se llevó un inmensa sorpresa: en Google aparecen aproximadamente 327.000 entradas referidas al emigrante maragato."Yo como soy historiadora, me encanta investigar y empecé a recoger datos". A continuación 'preguntó' a Google por los hermanos Alonso Criado, Santiago (casado con Julia, tía de la historiadora), Matías, Manuel y Daniel, y empezaron a salir datos y más datos sobre sus vidas y obras en España y en Argentina, un verdadero festín para su enorme curiosidad.
Julia Gómez es la segunda generación de emigrantes astorganos emparentados con la familia Alonso Criado, la de la 'Casa del Cónsul' de la Plaza Mayor, donde estuvo la Funeraria 'La Dolorosa' y hoy el Hotel Astur-Plaza. Desde que en 1960 desapareció la familia de Astorga y fueron muriendo los descendientes, la historiadora guardó a buen recaudo parte de los papeles de la saga del cónsul Santiago Alonso Criado, el maragato de Quintanilla de Somoza que midió palmo a palmo el Chaco Austral de Argentina y cuyos planos sirvieron para el reparto de los lotes de tierra a los miles de españoles que a finales del siglo XIX se fueron en busca de una vida mejor. Cuarenta años sin hacer prácticamente 'ni caso' a una historia familiar repleta de nombres ilustres astorganos.
Neuquén
Entre los 'papeles' que atesoraba se encontraba 'La novela de la Patagonia', escrita por Ignacio Prieto del Egido en 1938; "me la leí y me gustó, me pareció interesante", pero no se le ocurrió que se pudiera reeditar, recuerda. Pero un día curioseando en Internet "me encuentro: 'asalto de los bandoleros a BarBar-có' y al final aparece Ignacio Prieto del Egido". La entrada estaba relacionada con Elisabeth Dziadek, periodista que trabaja en el departamento de comunicación de la Policía de Neuquén, que seguía la pista a Prieto del Egido por el suceso que el propio escritor cuenta en su novela en el capítulo XIX 'Asalto a mano armada', basado en un hecho real.
Ignacio Prieto (primero por la izquierda de pie) recién llegado a Argentina, con la familia de Matías Alonso Criado.
"Mi tío había ahorrado 12.000 pesos con los que pensaba irse a Buenos Aires para instalarse", para vivir de las rentas y dedicarse a lo que de verdad era su pasión: escribir, "pero sufrió un asalto y se quedó sin nada. Entonces un comandante de la policía le propuso ir a Buta Ranquil" y allí volvió a hacer dinero porque en vez de montarse un rancho se dedicó a comprar casas en Buenos Aires. Julia Gómez entendió la importancia y el interés que despertaba su tío al otro lado del océano Atlántico, se puso en contacto con la periodista de Neuquén, que le facilitó la presentación de la obra allí el pasado 4 de marzo.
En Barbar-có, finalizan las idas y venidas del escritor de Buenos Aires a la Patagonia, a la provincia de Neuquén, que inspiraron la novela.
¿Por qué se fue Ignacio Prieto del Egido a Argentina?
A quienes les ha interesado la figura del escritor astorgano había un dato que se les escapaba, por qué este perito mercantil, con sus necesidades cubiertas y siendo de una familia acomodada, emigra a Argentina. "Mi tío estudió comercio en León pero nunca le gustaron los números", indica la re-editora. Se fue porque no quería incorporarse al ejército en un momento convulso de la historia de Europa y de España, con la Guerra de Marruecos y los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona. Se fue en la segunda década del siglo XX a una Argentina en pleno crecimiento como nación.
El mirador de la Casa del Cónsul, en la Plaza Mayor de Astorga, donde vivió el escritor.
Esa energía del país construyéndose y los paisajes abiertos e inmensos de la Patagonia fueron los mimbres necesarios para que Ignacio Prieto se enamorara del lugar, de sus gentes, pero sobre todo, de los indios araucanos, a quienes dedica una parte importante de la novela, apreciada por los aportes antropológicos sobre esta etnia argentina.
La novela de los pionerosJulia Gómez escribe en la web (todavía en construcción) de La novela de la Patagonia,, que el relato que escribe su tío es de carácter autobiográfico (a través de Germán, el protagonista y su alter ego), está escrita en tercera persona y se encuadra en la literatura romántica, indigenista y costumbrista. "Es un importante testimonio de la vida de los pioneros entre 1915 y finales de los años 1920 en la Patagonia, en parajes desolados como Chichiguau , Sañi-co y Buta Ranquil". Como resumen describe que "ese es el marco de las andanzas y desventuras de Germán, un joven del linaje del Quijote que aspira a la fama literaria pero debe desempeñarse como tenedor de libros y almacenero para ganarse la vida. La ignorancia, la codicia, las pasiones, la corrupción, pero también el espíritu de sacrificio, el coraje y las manos amigas tienen lugar en los encuentros con comerciantes, policías, bandoleros e indígenas en esos lugares donde "cada uno debía valerse por sus propios medios".
La obra está editada por Castilla Ediciones, con prólogo de la propia Julia Gómez Prieto. En breve se podrá encontrar en las librerías de la ciudad.
Retrato realizado en el estudio de Bueno en 1952.
En Astorga
La historiadora conoció a su tío en 1952 en Astorga cuando regresó para las celebraciones de las bodas de oro de Santiago Alonso Criado. En aquel momento, Ignacio Prieto del Egido era un personaje conocido entre la intelectualidad bonaerense, amigo de pintores y periodistas, que escribía críticas teatrales y literarias en el diario La Nación. De ideas liberales, cercano al pensamiento socialista, apoyó a los republicanos exiliados de la Guerra Civil.
Más información:
Caricatura de Ignacio Prieto realizada por Narciso González.
M.A. Reinares / Astorga
Nunca se empiezan las casas por el tejado ni las novelas por el final, pero la historia de 'La novela de la Patagonia', escrita por Ignacio Prieto del Egido (Astorga 1895-Buenos Aires 1966) y presentada el viernes en Astorga por su sobrina, Julia Gómez Prieto, bien vale este juego.
Elisabeth Dziadek, periodista de Neuquén (Argentina) y Julia Gómez Prieto, profesora emérita de la Universidad de Deusto (Bilbao), se conocieron a través de Internet, como si de una cita en la aldea global se tratara. Cada una por su cuenta, y por razones bien diferentes, comenzaron a investigar sobre Ignacio Prieto del Egido, que emigró a la Argentina en las primeras décadas del siglo XX.
![[Img #2818]](upload/img/periodico/img_2818.jpg)
"Las cosas nunca pasan por casualidad", asegura Julia Gómez Prieto, mientras da vueltas a un café con leche en el Hotel Vía de la Plata de Astorga. En 2007, recién jubilada se sentó un día delante del ordenador, en un buscador de Internet introdujo el nombre de su tío y se llevó un inmensa sorpresa: en Google aparecen aproximadamente 327.000 entradas referidas al emigrante maragato."Yo como soy historiadora, me encanta investigar y empecé a recoger datos". A continuación 'preguntó' a Google por los hermanos Alonso Criado, Santiago (casado con Julia, tía de la historiadora), Matías, Manuel y Daniel, y empezaron a salir datos y más datos sobre sus vidas y obras en España y en Argentina, un verdadero festín para su enorme curiosidad.
Julia Gómez es la segunda generación de emigrantes astorganos emparentados con la familia Alonso Criado, la de la 'Casa del Cónsul' de la Plaza Mayor, donde estuvo la Funeraria 'La Dolorosa' y hoy el Hotel Astur-Plaza. Desde que en 1960 desapareció la familia de Astorga y fueron muriendo los descendientes, la historiadora guardó a buen recaudo parte de los papeles de la saga del cónsul Santiago Alonso Criado, el maragato de Quintanilla de Somoza que midió palmo a palmo el Chaco Austral de Argentina y cuyos planos sirvieron para el reparto de los lotes de tierra a los miles de españoles que a finales del siglo XIX se fueron en busca de una vida mejor. Cuarenta años sin hacer prácticamente 'ni caso' a una historia familiar repleta de nombres ilustres astorganos.
Neuquén
Entre los 'papeles' que atesoraba se encontraba 'La novela de la Patagonia', escrita por Ignacio Prieto del Egido en 1938; "me la leí y me gustó, me pareció interesante", pero no se le ocurrió que se pudiera reeditar, recuerda. Pero un día curioseando en Internet "me encuentro: 'asalto de los bandoleros a BarBar-có' y al final aparece Ignacio Prieto del Egido". La entrada estaba relacionada con Elisabeth Dziadek, periodista que trabaja en el departamento de comunicación de la Policía de Neuquén, que seguía la pista a Prieto del Egido por el suceso que el propio escritor cuenta en su novela en el capítulo XIX 'Asalto a mano armada', basado en un hecho real.
![[Img #2855]](upload/img/periodico/img_2855.jpg)
Ignacio Prieto (primero por la izquierda de pie) recién llegado a Argentina, con la familia de Matías Alonso Criado.
"Mi tío había ahorrado 12.000 pesos con los que pensaba irse a Buenos Aires para instalarse", para vivir de las rentas y dedicarse a lo que de verdad era su pasión: escribir, "pero sufrió un asalto y se quedó sin nada. Entonces un comandante de la policía le propuso ir a Buta Ranquil" y allí volvió a hacer dinero porque en vez de montarse un rancho se dedicó a comprar casas en Buenos Aires. Julia Gómez entendió la importancia y el interés que despertaba su tío al otro lado del océano Atlántico, se puso en contacto con la periodista de Neuquén, que le facilitó la presentación de la obra allí el pasado 4 de marzo.
En Barbar-có, finalizan las idas y venidas del escritor de Buenos Aires a la Patagonia, a la provincia de Neuquén, que inspiraron la novela.
¿Por qué se fue Ignacio Prieto del Egido a Argentina?
A quienes les ha interesado la figura del escritor astorgano había un dato que se les escapaba, por qué este perito mercantil, con sus necesidades cubiertas y siendo de una familia acomodada, emigra a Argentina. "Mi tío estudió comercio en León pero nunca le gustaron los números", indica la re-editora. Se fue porque no quería incorporarse al ejército en un momento convulso de la historia de Europa y de España, con la Guerra de Marruecos y los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona. Se fue en la segunda década del siglo XX a una Argentina en pleno crecimiento como nación.
![[Img #2854]](upload/img/periodico/img_2854.jpg)
El mirador de la Casa del Cónsul, en la Plaza Mayor de Astorga, donde vivió el escritor.
Esa energía del país construyéndose y los paisajes abiertos e inmensos de la Patagonia fueron los mimbres necesarios para que Ignacio Prieto se enamorara del lugar, de sus gentes, pero sobre todo, de los indios araucanos, a quienes dedica una parte importante de la novela, apreciada por los aportes antropológicos sobre esta etnia argentina.
La novela de los pioneros
Julia Gómez escribe en la web (todavía en construcción) de La novela de la Patagonia,, que el relato que escribe su tío es de carácter autobiográfico (a través de Germán, el protagonista y su alter ego), está escrita en tercera persona y se encuadra en la literatura romántica, indigenista y costumbrista. "Es un importante testimonio de la vida de los pioneros entre 1915 y finales de los años 1920 en la Patagonia, en parajes desolados como Chichiguau , Sañi-co y Buta Ranquil". Como resumen describe que "ese es el marco de las andanzas y desventuras de Germán, un joven del linaje del Quijote que aspira a la fama literaria pero debe desempeñarse como tenedor de libros y almacenero para ganarse la vida. La ignorancia, la codicia, las pasiones, la corrupción, pero también el espíritu de sacrificio, el coraje y las manos amigas tienen lugar en los encuentros con comerciantes, policías, bandoleros e indígenas en esos lugares donde "cada uno debía valerse por sus propios medios".
La obra está editada por Castilla Ediciones, con prólogo de la propia Julia Gómez Prieto. En breve se podrá encontrar en las librerías de la ciudad.
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Retrato realizado en el estudio de Bueno en 1952.
En Astorga
La historiadora conoció a su tío en 1952 en Astorga cuando regresó para las celebraciones de las bodas de oro de Santiago Alonso Criado. En aquel momento, Ignacio Prieto del Egido era un personaje conocido entre la intelectualidad bonaerense, amigo de pintores y periodistas, que escribía críticas teatrales y literarias en el diario La Nación. De ideas liberales, cercano al pensamiento socialista, apoyó a los republicanos exiliados de la Guerra Civil.
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