Valdeviejas bendice los campos entre pendones y la devoción al Ecce Homo

Con la concentración de pendones al pie de la ermita jacobea, Valdeviejas comenzaba este domingo la festividad del Ecce Homo. Los devotos del Cristo milagrero se dieron cita en esta mañana espléndida de sol para participar en la procesión de las rogativas de San Marcos, en la que los campos sembrados de pan y garbanzos Pico Pardal son benedecidos dos veces, una ya tuvo lugar este sábado y otra rodeada en ambiente festivo, hoy.

Uno de los momentos más esperados es la llegada del pendón de Murias de Rechivaldo cuyos porteadores y acompañantes recorrieron los escasos dos kilómetros que separan a ambas pedanías astorganas, recordando el milagro atribuido al Ecce Homo. Según la memoria de los más mayores de la localidad, salvó a los hijos de una vecina del pueblo, que metiéndolos en el horno de su casa, rogó a la imagen que no los dejara morir en una de las grandes riadas en las que el río Jerga borró del mapa a Murias.

El Ecce Homo salía de la ermita acompañado por la Virgen Peregrina tras la ofrenda floral de la Hermandad de los Caballeros del Silencio de Astorga, que cada Semana Santa lo sacan en procesión en la noche del Jueves Santo. La mañana festiva finalizaba con la misa y la degustación de los garbanzos Pico Pardal y el Pan del Ecce Homo.

Por la tarde, los festejos ponen el punto final con el baile maragato en la pista a partir de las 18,30 horas.