Villarejo lució las alfombras coloreadas a pesar de la lluvia

Villarejo de Órbigo se ha engalanado este sábado con espadañas, castillos (cola de caballo) y alfombras de serrín de colores en las calles para celebrar el Corpus Christi. Horas antes de que la procesión -este año 'mini' por la lluvia que caía- saliera de la iglesia, los vecinos se afanaron en ornamentar la localidad.

Bien temprano comenzaron las tareas de confección de las alfombras, una tradición antigua que desde 1989 tiene al serrín coloreado como principal elemento. Un año más Dionisio Villar diseñó los dibujos realizados frente a la puerta de la iglesia, el barrio del Caño y la que realizan los niños. Pero hasta llegar al día grande, el proceso comienza días antes cuando  con tinte al agua lo tiñen, hasta que "el viernes por la tarde marcamos los dibujos y el sábado de madrugada vamos echando el serrín coloreado", explica Villar.

Los dibujos tienen motivos muy variados dependiendo del año, con en los compostelanos en el que los diseños hacen alusión al Camino de Santiago. "Siempre son motivos religiosos relacionados con el Corpus. Este año  el tema es la creación como se cuenta en el Génesis. Así Dios se sitúa en el centro y después se suceden los días, el firmamento, el agua y la tierra, el sol y las estrellas, los peces y las aves, el hombre y el animal", explica el autor.

La procesión que este año fue vista y no vista, salió de la iglesia, recorrió la alfombra y volvió al interior. Contó con la presencia del obispo, Juan Antonio Menéndez, que portó la custodia bajo palio. Quedó sin pisar la alfombra del barrio del Caño, que representaba una cruz sobre la que se dibujaron una especie de olas acuáticas de las que aflora un árbol de vida verdeando sobre la cruz. La que trabajan los niños pequeños este año representa un niño jugando  con un cometa, el espíritu del niño, la ilusión de los niños para que esto lleve a buen futuro