Calma chicha a la espera de verse las caras en el Circo Romano

Eran poco más de las 20 horas cuando, primero las tribus astures, y luego los habitantes romanos, comenzaban a desfilar al ritmo de las trompetas y tambores. El desfile comenzó en el campamento del Melgar, y tomaron dirección hacia la Plaza de España. Las calles estaban repletas de personas entusiasmadas por verlos.

Fue ya en la Plaza Mayor donde los astures se colocaron hacia un lado y romanos hacia el otro, para hacerle un 'pasillo' al César. Es aquí donde la gran rivalidad de los dos pueblos comenzó a inundar el ambiente.

El César dedicó unas palabras a sus gentes, agradeciéndoles el haber podido acudir a esta lucha, y saludó a los vecinos de Asturica. También entregó su báculo al cónsul de la futura villa de Cacabelos e incitó a la rivalidad entre los dos pueblos, “por tercer año consecutivo ganaremos el concurso de catapultas”.

El caudillo astur, Sebius, le respondió que “eso no es un logro para presumir, ya que nosotros llevamos ocho ganándoos en el circo, y mañana ya van a ser nueve”.

A continuación, tanto el pueblo astur como el romano acudieron al reñido concurso de catapultas. Tras tres rondas de lanzamientos a la mejor puntería, las catapultas ganadoras fueron 'Iragos', 'Vivarium' y 'Picoletus' –primero, segundo y tercro respectivamente-; mientras que tras dos rondas de lanzamientos a la mayor distancia, se proclamó vencedor 'Armagedorum' por veredicto del público pero fue eliminado de la competición por excederse de las medidas, resultando ganadora la catapulta 'Vivarium'.

Este sábado a las 19 horas será el momento decisivo en el Circo Romano, una de las actividades que más rivalidad crea entre los pueblos astur y romano.