La Plataforma Gestión Residuos convoca una concentración contra la ampliación del CTR "sin garantías"
![[Img #23741]](upload/img/periodico/img_23741.jpg)
La Asociación Plataforma Gestión Residuos ha convocado una concentración reivindicativa para el sábado 20 de agosto a las 12 horas frente a la puerta del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de San Román de la Vega, por "el comportamiento de completo menosprecio hacia la ciudadanía" de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, asegura el colectivo.
El objetivo de la protesta es poner en común la situación actual de la gestión del CTR de San Román de la Vega y del proceso de ampliación del vertedero de la planta, "alzando la voz contra lo que consideramos un atentado contra la salud de las personas (el agua y la tierra de nuestra comarca)". Varias Juntas Vecinales entre las que se encuentran Estébanez de la Calzada, Santibañez de Valdeiglesias, Valdeiglesias, Villares de Órbigo, San Feliz de Órbigo, Quintanilla del Valle, Vega de Antoñán, Antoñán del Valle, Seisón y Villamediana de la Vega; "están movilizando a sus vecinos para que exijan a las administraciones y organismos competentes soluciones para la basura".
La Ley 30/1992 y Ley 4/1999 permite que no se dé respuesta a las propuestas de mejora de la ciudadanía (representadas por la Mancomunidad del Órbigo, varios ayuntamientos y Juntas Vecinales, tres partidos políticos y varias asociaciones ciudadanas), por lo que, "no sólo no se han tenido en cuenta las alegaciones presentadas sobre los numerosos fallos que hemos identificado, sino que se ha dado por válido el proyecto aún a sabiendas de los errores que contiene de forma y fondo que afectarán a la salud de las personas", indica la asociación.
La plataforma denuncia que uno de los aspectos más graves de esta situación es la dimensión del nuevo vertedero, ya que esta tiene dos vertientes: por un lado, al colectivo no le salen las cuentas entre el aumento en la cantidad de basura admitida -alegación del Ayuntamiento de Villarejo-, y la basura generada. "Parece que no se va a reciclar nada o que se va a traer de fuera; algo que ya se está denunciando en otros vertederos de nuestra comunidad, por lo que se podría pretender traer basura de fuera de la provincia a enterrar aquí".
En estas cifras -argumenta la asociación- no se tiene en cuenta que se ha generado menos basura con la crisis, y que si el nivel de consumo aumenta, y no se incrementa la conciencia sobre la importancia de la separación en los hogares y empresas, se seguirá sin poder vender ni usar el orgánico que se separa en el CTR, se seguirá vertiendo al vaso, y este se quedará pequeño antes de tiempo. "Nos parece increíble que, sabiendo el grave impacto que la fracción orgánica mezclada con el resto de residuos puede generar, se siga con este modelo de recogida; sobre todo cuando en otros municipios del Estado el orgánico es recogido cuidadosamente para convertirlo en compost".
El problema de los lixiviados
Pero lo más grave de todo, a juicio de los miembros de la asociación, es que si crece el volumen de basura enterrada los lixiviados generados aumentarán afectando a los acuíferos de toda la comarca. "Incluso el Sr. Secundino Prieto, gerente de Gersul, nos afirmó a la salida de la última asamblea de Gersul que el vaso antiguo seguirá generando lixiviados una vez sellado, por lo que el volumen de lixiviados será ingente, con un coste económico y medioambiental incalculable".
Los medios de tratamiento y depuración se han demostrado insuficientes (colapso del vaso años antes de lo previsto, vertidos de presuntos lixiviados que ya se han denunciado anteriormente por la Plataforma y por diversas Juntas Vecinales…) Además, hasta ahora la plataforma no ha podido saber si el CTR tiene depuradora de osmosis inversa -como se afirma en el proyecto-, ya que en las visitas que ha realizado a la planta "se nos ha dicho que no existía, y cuando hemos preguntado a los trabajadores no se nos ha querido facilitar esa información".
Desde la asociación recuerdan que los acuíferos del valle y sus pueblos (como por ejemplo las captaciones de agua de Estébanez, Santibáñez de Valdeiglesias, Valdeiglesias y Hospital) están muy cerca del humedal donde acaban los vertidos con aspecto de chapapote negro, de olor nauseabundo y pestilente realizados desde la planta al reguero del Valle de Calzada, que la Plataforma de Gestión de Residuos y Juntas Vecinales (Estébanez de la Calzada, Santibañez de Valdeiglesias, Valdeiglesias, Villares de Órbigo, San Feliz de Órbigo, Quintanilla del Valle, Vega de Antoñán, Antoñán del Valle) han denunciado en varias ocasiones (por ejemplo en la Nochebuena y el Viernes Santo).
Una ampliación insuficiente
La plataforma insiste en que la Modificación de la Declaración de Impacto Ambiental con motivo de la ampliación del vertedero del CTR de San Román de la Vega "es insuficiente y atenta contra la salud del agua y por tanto la de las personas de la zona y los productos que se consumen originarios de ellas, y por ello alentamos a la sociedad a que se movilice por su salud y la de sus tierras".
Para el colectivo es imprescindible implantar un modelo de separación en origen donde los ciudadanos asuman su responsabilidad con la basura que genera "y exijamos que los políticos se ocupen de legislar para favorecer su reciclaje y convertirla en prosperidad para todos".
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La Asociación Plataforma Gestión Residuos ha convocado una concentración reivindicativa para el sábado 20 de agosto a las 12 horas frente a la puerta del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de San Román de la Vega, por "el comportamiento de completo menosprecio hacia la ciudadanía" de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, asegura el colectivo.
El objetivo de la protesta es poner en común la situación actual de la gestión del CTR de San Román de la Vega y del proceso de ampliación del vertedero de la planta, "alzando la voz contra lo que consideramos un atentado contra la salud de las personas (el agua y la tierra de nuestra comarca)". Varias Juntas Vecinales entre las que se encuentran Estébanez de la Calzada, Santibañez de Valdeiglesias, Valdeiglesias, Villares de Órbigo, San Feliz de Órbigo, Quintanilla del Valle, Vega de Antoñán, Antoñán del Valle, Seisón y Villamediana de la Vega; "están movilizando a sus vecinos para que exijan a las administraciones y organismos competentes soluciones para la basura".
La Ley 30/1992 y Ley 4/1999 permite que no se dé respuesta a las propuestas de mejora de la ciudadanía (representadas por la Mancomunidad del Órbigo, varios ayuntamientos y Juntas Vecinales, tres partidos políticos y varias asociaciones ciudadanas), por lo que, "no sólo no se han tenido en cuenta las alegaciones presentadas sobre los numerosos fallos que hemos identificado, sino que se ha dado por válido el proyecto aún a sabiendas de los errores que contiene de forma y fondo que afectarán a la salud de las personas", indica la asociación.
La plataforma denuncia que uno de los aspectos más graves de esta situación es la dimensión del nuevo vertedero, ya que esta tiene dos vertientes: por un lado, al colectivo no le salen las cuentas entre el aumento en la cantidad de basura admitida -alegación del Ayuntamiento de Villarejo-, y la basura generada. "Parece que no se va a reciclar nada o que se va a traer de fuera; algo que ya se está denunciando en otros vertederos de nuestra comunidad, por lo que se podría pretender traer basura de fuera de la provincia a enterrar aquí".
En estas cifras -argumenta la asociación- no se tiene en cuenta que se ha generado menos basura con la crisis, y que si el nivel de consumo aumenta, y no se incrementa la conciencia sobre la importancia de la separación en los hogares y empresas, se seguirá sin poder vender ni usar el orgánico que se separa en el CTR, se seguirá vertiendo al vaso, y este se quedará pequeño antes de tiempo. "Nos parece increíble que, sabiendo el grave impacto que la fracción orgánica mezclada con el resto de residuos puede generar, se siga con este modelo de recogida; sobre todo cuando en otros municipios del Estado el orgánico es recogido cuidadosamente para convertirlo en compost".
El problema de los lixiviados
Pero lo más grave de todo, a juicio de los miembros de la asociación, es que si crece el volumen de basura enterrada los lixiviados generados aumentarán afectando a los acuíferos de toda la comarca. "Incluso el Sr. Secundino Prieto, gerente de Gersul, nos afirmó a la salida de la última asamblea de Gersul que el vaso antiguo seguirá generando lixiviados una vez sellado, por lo que el volumen de lixiviados será ingente, con un coste económico y medioambiental incalculable".
Los medios de tratamiento y depuración se han demostrado insuficientes (colapso del vaso años antes de lo previsto, vertidos de presuntos lixiviados que ya se han denunciado anteriormente por la Plataforma y por diversas Juntas Vecinales…) Además, hasta ahora la plataforma no ha podido saber si el CTR tiene depuradora de osmosis inversa -como se afirma en el proyecto-, ya que en las visitas que ha realizado a la planta "se nos ha dicho que no existía, y cuando hemos preguntado a los trabajadores no se nos ha querido facilitar esa información".
Desde la asociación recuerdan que los acuíferos del valle y sus pueblos (como por ejemplo las captaciones de agua de Estébanez, Santibáñez de Valdeiglesias, Valdeiglesias y Hospital) están muy cerca del humedal donde acaban los vertidos con aspecto de chapapote negro, de olor nauseabundo y pestilente realizados desde la planta al reguero del Valle de Calzada, que la Plataforma de Gestión de Residuos y Juntas Vecinales (Estébanez de la Calzada, Santibañez de Valdeiglesias, Valdeiglesias, Villares de Órbigo, San Feliz de Órbigo, Quintanilla del Valle, Vega de Antoñán, Antoñán del Valle) han denunciado en varias ocasiones (por ejemplo en la Nochebuena y el Viernes Santo).
Una ampliación insuficiente
La plataforma insiste en que la Modificación de la Declaración de Impacto Ambiental con motivo de la ampliación del vertedero del CTR de San Román de la Vega "es insuficiente y atenta contra la salud del agua y por tanto la de las personas de la zona y los productos que se consumen originarios de ellas, y por ello alentamos a la sociedad a que se movilice por su salud y la de sus tierras".
Para el colectivo es imprescindible implantar un modelo de separación en origen donde los ciudadanos asuman su responsabilidad con la basura que genera "y exijamos que los políticos se ocupen de legislar para favorecer su reciclaje y convertirla en prosperidad para todos".





