Domingo, 12 de Mayo de 2013

La escuela, el libro, el niño

MANUELA BODAS PUENTE / 

-Encerado, encerado mágico: ¿Te acuerdas de la niña que ayer leía sus primeras palabras con la emoción  y el nerviosismo de quien descubre el tesoro de las letras?  

El encerado contesta emocionado. -Me acuerdo, ya lo creo, esos ojos abiertos al nuevo mundo de la escuela, de las palabras, de los signos que convocan a las neuronas a emprender el camino de la memoria.
La tiza, que parecía adormilada, también entra en conversación. -Yo guardo un emotivo recuerdo de aquellos pequeños dedos que me acariciaban, y hacían que me deslizara como un bailarín aprendiendo su primera coreografía.

Estas voces en off del encerado y la tiza, se deben a que he recorrido la escuela. He visitado el Martín Monreal. En la visita mis arrugas se han impregnado de un bálsamo cálido. Un bálsamo de enseñanzas y de fe ya que he comprobado que los niños y chavales gozan de una extraordinaria educación con los mejores medios. 

La semana del 22 al 26 de abril, se ha dedicado al libro en el colegio, con el tema básico de la  interculturalidad. Me parece estupendo el tema, porque leer es, entre otras muchas cosas, intercambiar cultura. Así los alumnos, han recreado “Los Rincones del Mundo”. En la visita guiada por una profesora, que no quiere ser aludida, pude ver el enorme, gratificante y extraordinario trabajo de alumnos y profesores del centro Martín Monreal de Veguellina de Órbigo. Detrás de un buen alumno, se esconde un enorme profesor que marca la pauta del buen aprendizaje.

Durante toda la semana, se ha dedicado media hora cada día a lectura colectiva en el hall de la escuela, antes de entrar en las aulas. El miércoles 24 de abril, Fran Allegre el lutier local, ofrece un taller de música tradicional a los chavales, que se lo pasaron pipa cantando alguna nana antigua de su último disco y tocando los instrumentos que el propio Fran crea con tanto respeto y cariño a la tradición. El jueves 25 de abril, los dibujantes y. periodistas gráficos, Lolo y Juárez, imparten un cursillo para enseñar los secretos básicos del lápiz, cursillo ya tradicional cada año en la semana de la lectura. Asimismo el jueves, se ofrece en la escuela un Cuentacuentos. El viernes 26 de abril, nuestro galardonado con el XI Premio Internacional “Gerardo Diego” de Investigación Literaria 2011, Tomás-Néstor Martínez Álvarez, lleva a la escuela su maestría de rapsoda y su elegante forma de inculcar la lectura a los que le escuchan.

Se ha dedicado también un aula, a museo de instrumentos del mundo, donde los alumnos, han trabajado sus historias, raíces, lugares de procedencia y uso. Se pueden ver instrumentos africanos, indios, hispanoamericanos, americanos, árabes, etc.  Los niños de cuatro años, trabajaron Egipto, y de qué manera, cada uno se hizo su propio cuadernillo con los significados de los jeroglíficos, una muestra de papiro auténtico, y también los acontecimientos históricos más relevantes. En plan colectivo se fabricaron un sarcófago digno del mejor faraón. Los niños de cinco años, dedicaron su trabajo a África, relatos y cuentos de varios de los países de este continente, representando una choza con tejado de paja. En la biblioteca se muestra una colección de maquetas hechas con plastilina, resaltando otro tema, como es el de la ecología y el medio ambiente de los alumnos de primaria en inglés, un bonito trabajo. También en la biblioteca, los alumnos de segundo de primaria, han trabajado un cuento colectivo y viajero, una brillante idea. Hay otro gran trabajo realizado por los alumnos de sexto de primaria, que es un estudio de la cultura, las costumbres, los logros y la idiosincrasia de la etnia gitana. Todos los demás grupos han logrado crear rincones propios el mundo, donde muestran las diferentes maneras de vestir, de comer, de jugar, de leer y leerse a los otros y a ellos mismos. Así se pueden ver los rincones de la India, Colombia, Marruecos, México… 

Me despido de la profesora, en un hall lleno de libros, algunos escritos en árabe, en cirílico, en inglés, etc., para que se puedan ven las distintas formas y maneras de hacer llegar las letras y los libros a todos. Me despido con una sensación muy gratificante, pensando que los niños y chavales de Veguellina de Órbigo y aledaños, tienen mucha suerte de tener este colegio. 

Si alguien ha quedado en el tintero, pido disculpas, una se emocionó con los gratos recuerdos. 
El encerado y la tiza, me dicen adiós desde el camino del conocimiento que ambos poseen. ¡Si ellos hablaran!

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