Erebografías
![[Img #24330]](upload/img/periodico/img_24330.jpg)
Hola a todos. No digo todos/as porque no sois subnormales, víctimas de una corrección política norteamericana malentendida y peor importada. Saludos, afroamericanos. Fuera los frenos gramaticales ñoños. De hecho, conozco unas mesas muy varoniles pero no las llamo mesos. Me presento: mido uno setenta y ocho y tengo un hígado y un buen par de ojos. (He eliminado ocho folios aquí porque lucho contra el ombliguismo narcisista que reina, Urbi et Órbigo, por doquier y cansa y ofende: conocemos el estado de los pezones de Brad y Angelina pero me cuesta nombrar un buen neurocirujano vanguardista.)
Los señores directores de esta santa casa, a punto de gozar de todas las condiciones que se pudieran esperar por parte de una administración dedicada al objetivo loable de la libertad de empresa, me han invitado a contribuir una columna bimensual a su periódico digital. Tendré el placer de desarrollar los temas que me salgan de los armarios y comentar y opinar con toda libertad de prensa y pensamiento. Un honor y un reto: no os quiero aburrir. Emplearé tres herramientas que se me dan bien. La curiosidad, la vida, y la ironía. De vez en cuando habrá una pizca de perspicacia. La meta emocional es detener -en el mejor sentido (quinta acepción según el RAE)- el interés del lector y premiarle con el placer de un espejo aristotélico aunque sea subjetivo y pasajero.
He decidido llamar la columna Erebografías, (en vez de foto/luz pongo érebus/oscuridad para denotar la tinta del texto, las tinieblas que nos obligan a pensar para formar una idea), una palabra que acabo de inventar, porque creo que actualmente estamos abrumados por la cultura audiovisual, instantánea y de consumo fácil, pasivo.
Llamo la escritura con este neologismo para hacer hincapié en lo no visto sino lo pensado. Un tuit no es -no suele ser- un aforismo de Rochefocauld y Corazón de Verano, no nos ayuda a saber si Bankia es un fondo de pensiones para políticos famosos. Por supuesto me puedo equivocar o incluso ofender pero mi intención es celebrar nuestra sociedad y nuestras vidas mediante la tertulia tensada desde dos polos: las lupas enfocadas hacia la estupidez y los besos para nuestros logros.
Gracias por llegar más allá del titular, paciente lector. Nos veremos en quince.
Con o sin gobierno.
Hola a todos. No digo todos/as porque no sois subnormales, víctimas de una corrección política norteamericana malentendida y peor importada. Saludos, afroamericanos. Fuera los frenos gramaticales ñoños. De hecho, conozco unas mesas muy varoniles pero no las llamo mesos. Me presento: mido uno setenta y ocho y tengo un hígado y un buen par de ojos. (He eliminado ocho folios aquí porque lucho contra el ombliguismo narcisista que reina, Urbi et Órbigo, por doquier y cansa y ofende: conocemos el estado de los pezones de Brad y Angelina pero me cuesta nombrar un buen neurocirujano vanguardista.)
Los señores directores de esta santa casa, a punto de gozar de todas las condiciones que se pudieran esperar por parte de una administración dedicada al objetivo loable de la libertad de empresa, me han invitado a contribuir una columna bimensual a su periódico digital. Tendré el placer de desarrollar los temas que me salgan de los armarios y comentar y opinar con toda libertad de prensa y pensamiento. Un honor y un reto: no os quiero aburrir. Emplearé tres herramientas que se me dan bien. La curiosidad, la vida, y la ironía. De vez en cuando habrá una pizca de perspicacia. La meta emocional es detener -en el mejor sentido (quinta acepción según el RAE)- el interés del lector y premiarle con el placer de un espejo aristotélico aunque sea subjetivo y pasajero.
He decidido llamar la columna Erebografías, (en vez de foto/luz pongo érebus/oscuridad para denotar la tinta del texto, las tinieblas que nos obligan a pensar para formar una idea), una palabra que acabo de inventar, porque creo que actualmente estamos abrumados por la cultura audiovisual, instantánea y de consumo fácil, pasivo.
Llamo la escritura con este neologismo para hacer hincapié en lo no visto sino lo pensado. Un tuit no es -no suele ser- un aforismo de Rochefocauld y Corazón de Verano, no nos ayuda a saber si Bankia es un fondo de pensiones para políticos famosos. Por supuesto me puedo equivocar o incluso ofender pero mi intención es celebrar nuestra sociedad y nuestras vidas mediante la tertulia tensada desde dos polos: las lupas enfocadas hacia la estupidez y los besos para nuestros logros.
Gracias por llegar más allá del titular, paciente lector. Nos veremos en quince.
Con o sin gobierno.