ENTREVISTA / Camino Román, Accésit del Adonais 2016
Una poesía solar sin protección rayos UVA
Camino Román nace en Veguellina de Órbigo. Su primer poemario, '<3<3', vio la luz en una plataforma gratuita de descargas en Internet. Después ha publicado 'Una foto de un lugar que visitaste' (2016). 'Con Accidente' obtuvo un accésit del premio Adonáis 2016
![[Img #30926]](upload/img/periodico/img_30926.jpg)
Tomás Néstor Martínez: Estamos con Camino Román Álvarez que es artista, porque escribe y pinta y seguro, seguro que no tardará en hacer teatro.
Camino Román Álvarez: No teatro no; no me gusta, pero tampoco me gustaba la poesía y ahora escribo; o sea que puede que…
Performance y...
No me veo, no me veo, soy muy mayor…
Como tú dices, ya estás dejando ahí una puerta abierta para hacer algún día algún papel.
No sé, a ver, a ver. Nunca se sabe, la vida te lleva por muchos sitios la verdad.
Lo tuyo es de una vocación rapidísima, porque en dos años han aparecido tres poemarios. El primero 33 o cómo lo llamamos.
Realmente el nombre está puesto para que no se pueda pronunciar, son dos corazones; pero sí…
Bueno, entonces el impronunciable.
Sí el impronunciable, pero decir 33 está bien, porque realmente se llama 33; < 3 < 3.
Que es del año 2014. Y dos años después dos poemarios. Y a la tercera fue la vencida. El segundo poemario es ‘Una foto de un lugar que visitaste’ (2016) y el tercero ‘Accidente’ también 2016, que se publica en 2017.
‘Una foto de un lugar que visitaste’ realmente es de 2014, pero se fue retrasando un poco la publicación, es como una continuación de 33.
![[Img #30925]](upload/img/periodico/img_30925.jpg)
Esto qué fue una enfermedad poética que te dio, dijiste plaf.
No sé si porque me cansé un poco de la pintura, o porque estaba metida en la abstracción y no sabía qué hacer. En lugar de pintar cuadros realistas me metí en el lenguaje. Te podría decir que fue un poco por amor, pero en el fondo no, fue algo puramente estético.
Es un auténtico éxito, un triunfo con el tercer poemario, llegar al accéssit del Adonáis, que es un escaparate interesantísimo.
Si la cuestión es que el otro libro no lo presenté a ningún concurso, a lo mejor sí debería de jugar un poco con él. 'Una foto de un lugar que visitaste' presenta una estética similar.
¿Similar? Tengo mis dudas; es otro registro.
Sí, cambia mucho; es más infantil, creo.
Luego hablamos de eso.
Si que cambia, es verdad, pero fue muy seguida la escritura con Accidente; este se prolongó más pues tenía que ser un poemario más largo, más contundente. Rodrigo Sancho, Adonáis del año anterior, fue él quien me aconsejó que me presentase, necesitaba 500 versos y por eso se prolongó un poco en el tiempo, no es tan fácil, lleva mucho, mucho trabajo.
Entonces escribir es un accidente.
Sí, por eso el libro se titula ‘Accidente’, no solo porque contenga un poema muy breve que se titule ‘Accidente’, que va sobre un posible accidente de coche. Le quise llamar Accidente por eso, todo fue como una especie de accidente. Cuando estaba en la facultad, me gustaba mucho la poesía, pero no me gustaban los poetas, entonces como que renuncié un poco a eso. Los poetas tienen mucho ego, se quieren mucho y en la Facultad de Filología, en Salamanca, había muchos recitales, pero eran todos como muy rollo maldito. Y a mí lo del malditismo… no sé yo estoy más en la tierra, creo.
![[Img #30920]](upload/img/periodico/img_30920.jpg)
Lo del malditismo da muchísimo juego en la poesía. Los malditos ya ves.
Ya, ya lo sé, vende mucho. Vende mucho lo triste, pero yo estoy más en la realidad, creo, poéticamente.
Alguna vez has comentado que nunca llevas, porque la mayoría de los poetas llevan un cuadernillo y según les viene la Musa, o el plaf, o la luz sacan el cuadernillo y tal. Tú no llevas cuadernillo, llevas el móvil, alguna vez te lo he oído.
Sí, llevo el móvil, tengo una aplicación muy buena que se llama ‘Jotterpad’… antes sí que lo escribía, lo escribía en e-mails y me los enviaba, pero con la aplicación actual que tengo, te escribes ahí todo y te sirve como boceto, aunque sabes que luego tienes que perfeccionarlo un montón.
Esta manera de tomar notas coincide en gran parte con lo que yo entiendo que es tu poesía. Es una poesía del hoy.
Sí, de algo muy actual, de algo que está ahí, que ocurre. Tampoco es ninguna novedad.
¿Cómo se fija y representa mejor la imagen con el pincel o en este caso con el ordenador?
Si te refieres a representar la realidad, la realidad no se puede representar, creo. Te quiero decir que es muy complicado, al final todo es un reflejo ¿no?
Realmente vosotros creáis la realidad aunque sea real.
Sí, sí, aparece algo nuevo.
Yo siempre he pensado que un artista es un dios en el sentido de que crea la realidad. Cada poema, cada libro es una creación.
Bueno, lo que tú presentas es una experiencia, no una creación.
Que sea la realidad misma y que sea tu experiencia pero, al pasar por el filtro de un texto o de un cuadro, la creas, a eso me refería.
Sí, no sé qué medio es mejor… realmente; yo creo que en el que te sientas más cómodo. Lo que trabajo en artes plásticas es más bien abstracto. Últimamente hago alguna instalación, pero interacciona más con la realidad. Creo que la pintura es incapaz de escaparse de la realidad, lo mismo le ocurre a la literatura y, porque al final está hecha de lenguaje y el lenguaje es lo que nos ayuda a digerir la realidad; tanto el arte como la literatura lo tienen muy complicado ante la realidad.
![[Img #30923]](upload/img/periodico/img_30923.jpg)
La última exposición que hiciste en Salamanca lleva un título que es un poco pasmoso para mí: ‘Todo está mal’.
Sí, es muy curioso. La titulé así por un verso de una poeta que apareció por aquí en ‘Poesía a Orillas del Órbigo’, Julieta Valero, poeta estupenda, de hecho una de mis preferidas, aunque no tengo nada que ver con ella. Y la titulé así, pues tú si entras y ves las pinturas, medio esculturas que había, parece alegre. Todo el mundo decía: esto es muy alegre, muy bonito. Pero en el fondo todas las historias que se cuentan en la exposición, que algunas están enlazadas con los poemas de ‘Accidente’ de hecho, son tristes, son historias tristes, desafortunadas. La gente no para de decirte que todo está mal, que todo le va mal y tal. Y yo me siento muy afortunada de hecho. Y ese ‘Todo va mal’ era muy irónico. Aunque no me gusta que me digan que soy irónica porque todo el mundo al final lo de la ironía parece que te dice, ¡bah!, es irónico y ya no investigan más ¿no? Alguien escribe sobre ti en una reseña que eres irónica y en el fondo no es verdad. Ser irónico es muy fácil.
Precisamente ahora que dices lo de irónico, yo soy de los que piensan que hay un toque de ironía, pero que también hay un toque de pensamiento y además profundo en algunos casos. Sobre todo cuando redondeas el poema. Y luego hay mucho de lúdico. Esto dicho de manera muy resumida es como veo yo hasta ahora la producción literaria, poética que tú tienes.
Sí, es verdad que es como un juego, a veces, como algo irónico, otras profundamente desalentador. Luego también, yo sí que veo crítica. A veces cuando lo escribo no me doy cuenta, pero luego lo lees y dices esto es crítico, estás criticando la sociedad. Es verdad que no va a aparecer la palabra paro en mi poesía, pero hay un poema. C.V. - curriculum vitae- del que mucha gente dice que describe muy bien la situación de cómo se siente una persona con una entrevista de trabajo o alguien totalmente utilizado, o sea que, no sé, al fin y al cabo no se puede uno escapar del contexto en el que vive.
Y ya que estamos metidos en harina yo te diré que creo que los tres poemarios conforman una unidad, pero que van entrelazados. Entonces la única diferencia entre un poemario y otro es que tú lo haces desde tres ópticas distintas, pero que acaban desembocando en la misma realidad.
De hecho sí que he pensado algunas veces que se acabó ahí con ‘Accidente’. Ya está. Pero ahora estoy escribiendo. Son poemas bastante distintos. Hoy (por el pasado viernes, en 'Poesía a orillas del Órbigo') leeré poemas nuevos, lo que te gusta más es lo nuevo, lo que acabas de hacer y probarlo…a ver cómo los veo cuando los suelte al aire.
¿Qué te gusta leer, ya que lo dices?
¿Qué me gusta leer? ¿Qué autores? Todo tipo de autores.
Yo sé que hay una poeta de ahí, del norte de Europa de nombre impronunciable…
Wislawa Szymborcska.
A parte de esa, otra mucho más joven.
Ah, Jana Putrie, esa me gusta pero bueno, ahora estoy leyendo mucho a Larkin, estoy leyendo ‘Memorias de Adriano’, de Yourcenar y 'El día del Watusi' de Casavella.
Bukowski
Bukowski me gustaba cuando era pequeña. Me parece el típico autor que te gusta más en la universidad o en el instituto. Es como Dalí un poco; luego hay mucha gente que te dice me encanta Bukowski. No es alguien que releyera.
Yo he leído alguna vez, y no estoy nada de acuerdo, que comparan tu poesía con la de Gloria Fuertes.
Ya, yo también lo he leído, pero todas las comparaciones son válidas"
No tiene nada que ver, en absoluto, es otra historia, pero nada de nada.
Sí es muy distinto. No sé yo creo que hay gente que piensa que mi poesía es graciosa, ¿sabes?
Qué se queden solo en lo lúdico y la gracia yo creo que no saben leer.
Eso creo...pero cada uno tiene una opinión claro y cada uno tiene unas lecturas, un bagaje.
![[Img #30922]](upload/img/periodico/img_30922.jpg)
Porque además está claro el trasfondo que hay en muchísimos de los poemas.
De hecho, los poemas más divertidos son los que dejan el golpe.
Y poetas de aquí de casa, digamos poetas en lengua castellana.
¿En lengua castellana? Valero me gusta.
Sí, Julieta.
A ver me gusta, me gusta ¿Qué más me gusta?
Que no sé si tiene alguna relación con Astorga.
Puede ser, eso dijeron cuando Valero estuvo aquí. Lo comentó ella en el recital.
Ahora que estamos con los Panero en danza.
Los Panero, pues…
Juan Luís, Leopoldo María…
Lo poco que he leído de Juan Luis me gusta; admito que los he leído muy poco, no puedo opinar.
No, en lengua española. Del otro lado hay muchos poetas interesantes.
Ha caído en mis manos Miguel Argaya y me está gustando mucho; últimamente Mesanza, César Vallejo...; Rodrigo Sancho, mi amigo, y no es porque sea mi amigo, y ¿a ver quién más? A ver, no sé qué decirte, me parece complicado…Pero Juan Antonio González Iglesias me reconcilió con la poesía.
Y por ejemplo con los finalistas del Adonáis, qué tal te llevas. Por ejemplo con Sergio, con Viviana.
Pues me llevo bien, hemos hecho cosas juntos en Valencia, en Madrid en recitales; estuvo superbién.
¿Y con los otros siete que quedan?
Con los finalistas, los de allí; bueno, hubo algunos problemillas, pero creo que la gente es muy joven y se enfada. A algunos los tengo en Facebook y me llevo estupendamente.
Esto es propio del mundo de la poesía y del mundo de los poetas.
Sí, se celan mucho, es así, es como los gatos un poco.
Ahora yo creo que menos, pero durante un tiempo había mucha tribu poética.
La hay, la hay.
Y entonces si estabas en una determinada tribu ya no podías…
No podías salirte, pero de todas maneras lo único que te puede ayudar en el mundo de la poesía en España es estar asignado a una tribu poética, si estás fuera de una tribu es muy complicado, no creo que llegues a algo, me parece, me da la sensación. Yo de hecho me siento afortunada por lo del Adonáis.
![[Img #30928]](upload/img/periodico/img_30928.jpg)
Leí el otro día una cita de Lobo Antunes, este narrador portugués que está en alza, que dice: “Escribo procurando decir lo que el libro espera de mí”
Qué complicado. Yo no sé si estoy de acuerdo con eso. Sí que es verdad que la gente espera leer unas cosas de ti y a lo mejor luego…o el libro, no sé es qué…Tampoco escribo así libros, vas escribiendo los poemas. No sé, es difícil eso, complicado. Normalmente escribo lo que me apetece y de hecho cuando lo hago sin fijarme, sin normas; es cuando el resultado es mejor.
¿Y ahora mismo en qué estás, si se puede decir?
No sé muy bien en dónde estoy poeticamente hablando. Pero en el libreto que se ha preparado para el ciclo de Veguellina leeré tres poemas nuevos.
Pero ¿tenemos libro o no tenemos libro?
Bueno, no sé si es un libro o no, o sea no lo sé todavía.
¿Has dejado el pincel descansando?
No, no. Estoy pintando también.
¿También?
Sí, estoy pintando sí. Porque estoy preparando una ‘expo’ para 2019.
Entonces tienes tiempo para pintar, para hacer marcha diaria.
Para estudiar oposiciones. Caminar es una de mis cosas preferidas
Para hacer oposiciones. Eso está muy bien.
Y para salir de fiesta también.
De fiesta claro, como debe ser. ¿Entonces tenemos que esperar un nuevo poemario?
Sí, bueno, a ver, espero enviarlo a algún concurso porque creo que es la mejor manera de publicar. Ir por las editoriales es superduro y no vale para nada, creo. En algunas me gustaría publicar y hay otras en que no. No lo sé. Estoy como un bebé todavía en la poesía. O sea soy mayor, pero bebé.
Pero un bebé con un accésit ya del Adonáis que abre puertas.
Sí abre puertas, más que nada porque te lee gente que...no te esperas.
Y no solo en este país, sino de cara a todo el mundo de habla hispana. Eso es lo importante, porque al otro lado del Atlántico también hay poetas muy, muy interesantes.
No te lo he dicho cuando me peguntabas por poetas de lengua castellana, pero me gusta mucho la poesía chilena: Enrique Linh, Damián Ríos, que es genial, sube muchas cosas a YouTube y los ves recitar y la verdad es precioso ¿no?, como recitan y…todo como mucho menos medido, un lenguaje mucho más casual que el que utilizamos nosotros.
Y para terminar. En tus poemas, en tu obra, en los tres poemarios creo que se reúnen espacios cercanos, o a veces también de más allá; es decir, no solo del hoy, sino también del ayer pero traído al hoy, del día a día, del recuerdo y proximidad a la tierra, al hoy que nos acerca a la poesía y en la escritura. Camino Román nos entregará, sin duda, nuevos e interesantes textos. Los esperamos.
Tomás Néstor Martínez: Estamos con Camino Román Álvarez que es artista, porque escribe y pinta y seguro, seguro que no tardará en hacer teatro.
Camino Román Álvarez: No teatro no; no me gusta, pero tampoco me gustaba la poesía y ahora escribo; o sea que puede que…
Performance y...
No me veo, no me veo, soy muy mayor…
Como tú dices, ya estás dejando ahí una puerta abierta para hacer algún día algún papel.
No sé, a ver, a ver. Nunca se sabe, la vida te lleva por muchos sitios la verdad.
Lo tuyo es de una vocación rapidísima, porque en dos años han aparecido tres poemarios. El primero 33 o cómo lo llamamos.
Realmente el nombre está puesto para que no se pueda pronunciar, son dos corazones; pero sí…
Bueno, entonces el impronunciable.
Sí el impronunciable, pero decir 33 está bien, porque realmente se llama 33; < 3 < 3.
Que es del año 2014. Y dos años después dos poemarios. Y a la tercera fue la vencida. El segundo poemario es ‘Una foto de un lugar que visitaste’ (2016) y el tercero ‘Accidente’ también 2016, que se publica en 2017.
‘Una foto de un lugar que visitaste’ realmente es de 2014, pero se fue retrasando un poco la publicación, es como una continuación de 33.
Esto qué fue una enfermedad poética que te dio, dijiste plaf.
No sé si porque me cansé un poco de la pintura, o porque estaba metida en la abstracción y no sabía qué hacer. En lugar de pintar cuadros realistas me metí en el lenguaje. Te podría decir que fue un poco por amor, pero en el fondo no, fue algo puramente estético.
Es un auténtico éxito, un triunfo con el tercer poemario, llegar al accéssit del Adonáis, que es un escaparate interesantísimo.
Si la cuestión es que el otro libro no lo presenté a ningún concurso, a lo mejor sí debería de jugar un poco con él. 'Una foto de un lugar que visitaste' presenta una estética similar.
¿Similar? Tengo mis dudas; es otro registro.
Sí, cambia mucho; es más infantil, creo.
Luego hablamos de eso.
Si que cambia, es verdad, pero fue muy seguida la escritura con Accidente; este se prolongó más pues tenía que ser un poemario más largo, más contundente. Rodrigo Sancho, Adonáis del año anterior, fue él quien me aconsejó que me presentase, necesitaba 500 versos y por eso se prolongó un poco en el tiempo, no es tan fácil, lleva mucho, mucho trabajo.
Entonces escribir es un accidente.
Sí, por eso el libro se titula ‘Accidente’, no solo porque contenga un poema muy breve que se titule ‘Accidente’, que va sobre un posible accidente de coche. Le quise llamar Accidente por eso, todo fue como una especie de accidente. Cuando estaba en la facultad, me gustaba mucho la poesía, pero no me gustaban los poetas, entonces como que renuncié un poco a eso. Los poetas tienen mucho ego, se quieren mucho y en la Facultad de Filología, en Salamanca, había muchos recitales, pero eran todos como muy rollo maldito. Y a mí lo del malditismo… no sé yo estoy más en la tierra, creo.
Lo del malditismo da muchísimo juego en la poesía. Los malditos ya ves.
Ya, ya lo sé, vende mucho. Vende mucho lo triste, pero yo estoy más en la realidad, creo, poéticamente.
Alguna vez has comentado que nunca llevas, porque la mayoría de los poetas llevan un cuadernillo y según les viene la Musa, o el plaf, o la luz sacan el cuadernillo y tal. Tú no llevas cuadernillo, llevas el móvil, alguna vez te lo he oído.
Sí, llevo el móvil, tengo una aplicación muy buena que se llama ‘Jotterpad’… antes sí que lo escribía, lo escribía en e-mails y me los enviaba, pero con la aplicación actual que tengo, te escribes ahí todo y te sirve como boceto, aunque sabes que luego tienes que perfeccionarlo un montón.
Esta manera de tomar notas coincide en gran parte con lo que yo entiendo que es tu poesía. Es una poesía del hoy.
Sí, de algo muy actual, de algo que está ahí, que ocurre. Tampoco es ninguna novedad.
¿Cómo se fija y representa mejor la imagen con el pincel o en este caso con el ordenador?
Si te refieres a representar la realidad, la realidad no se puede representar, creo. Te quiero decir que es muy complicado, al final todo es un reflejo ¿no?
Realmente vosotros creáis la realidad aunque sea real.
Sí, sí, aparece algo nuevo.
Yo siempre he pensado que un artista es un dios en el sentido de que crea la realidad. Cada poema, cada libro es una creación.
Bueno, lo que tú presentas es una experiencia, no una creación.
Que sea la realidad misma y que sea tu experiencia pero, al pasar por el filtro de un texto o de un cuadro, la creas, a eso me refería.
Sí, no sé qué medio es mejor… realmente; yo creo que en el que te sientas más cómodo. Lo que trabajo en artes plásticas es más bien abstracto. Últimamente hago alguna instalación, pero interacciona más con la realidad. Creo que la pintura es incapaz de escaparse de la realidad, lo mismo le ocurre a la literatura y, porque al final está hecha de lenguaje y el lenguaje es lo que nos ayuda a digerir la realidad; tanto el arte como la literatura lo tienen muy complicado ante la realidad.
La última exposición que hiciste en Salamanca lleva un título que es un poco pasmoso para mí: ‘Todo está mal’.
Sí, es muy curioso. La titulé así por un verso de una poeta que apareció por aquí en ‘Poesía a Orillas del Órbigo’, Julieta Valero, poeta estupenda, de hecho una de mis preferidas, aunque no tengo nada que ver con ella. Y la titulé así, pues tú si entras y ves las pinturas, medio esculturas que había, parece alegre. Todo el mundo decía: esto es muy alegre, muy bonito. Pero en el fondo todas las historias que se cuentan en la exposición, que algunas están enlazadas con los poemas de ‘Accidente’ de hecho, son tristes, son historias tristes, desafortunadas. La gente no para de decirte que todo está mal, que todo le va mal y tal. Y yo me siento muy afortunada de hecho. Y ese ‘Todo va mal’ era muy irónico. Aunque no me gusta que me digan que soy irónica porque todo el mundo al final lo de la ironía parece que te dice, ¡bah!, es irónico y ya no investigan más ¿no? Alguien escribe sobre ti en una reseña que eres irónica y en el fondo no es verdad. Ser irónico es muy fácil.
Precisamente ahora que dices lo de irónico, yo soy de los que piensan que hay un toque de ironía, pero que también hay un toque de pensamiento y además profundo en algunos casos. Sobre todo cuando redondeas el poema. Y luego hay mucho de lúdico. Esto dicho de manera muy resumida es como veo yo hasta ahora la producción literaria, poética que tú tienes.
Sí, es verdad que es como un juego, a veces, como algo irónico, otras profundamente desalentador. Luego también, yo sí que veo crítica. A veces cuando lo escribo no me doy cuenta, pero luego lo lees y dices esto es crítico, estás criticando la sociedad. Es verdad que no va a aparecer la palabra paro en mi poesía, pero hay un poema. C.V. - curriculum vitae- del que mucha gente dice que describe muy bien la situación de cómo se siente una persona con una entrevista de trabajo o alguien totalmente utilizado, o sea que, no sé, al fin y al cabo no se puede uno escapar del contexto en el que vive.
Y ya que estamos metidos en harina yo te diré que creo que los tres poemarios conforman una unidad, pero que van entrelazados. Entonces la única diferencia entre un poemario y otro es que tú lo haces desde tres ópticas distintas, pero que acaban desembocando en la misma realidad.
De hecho sí que he pensado algunas veces que se acabó ahí con ‘Accidente’. Ya está. Pero ahora estoy escribiendo. Son poemas bastante distintos. Hoy (por el pasado viernes, en 'Poesía a orillas del Órbigo') leeré poemas nuevos, lo que te gusta más es lo nuevo, lo que acabas de hacer y probarlo…a ver cómo los veo cuando los suelte al aire.
¿Qué te gusta leer, ya que lo dices?
¿Qué me gusta leer? ¿Qué autores? Todo tipo de autores.
Yo sé que hay una poeta de ahí, del norte de Europa de nombre impronunciable…
Wislawa Szymborcska.
A parte de esa, otra mucho más joven.
Ah, Jana Putrie, esa me gusta pero bueno, ahora estoy leyendo mucho a Larkin, estoy leyendo ‘Memorias de Adriano’, de Yourcenar y 'El día del Watusi' de Casavella.
Bukowski
Bukowski me gustaba cuando era pequeña. Me parece el típico autor que te gusta más en la universidad o en el instituto. Es como Dalí un poco; luego hay mucha gente que te dice me encanta Bukowski. No es alguien que releyera.
Yo he leído alguna vez, y no estoy nada de acuerdo, que comparan tu poesía con la de Gloria Fuertes.
Ya, yo también lo he leído, pero todas las comparaciones son válidas"
No tiene nada que ver, en absoluto, es otra historia, pero nada de nada.
Sí es muy distinto. No sé yo creo que hay gente que piensa que mi poesía es graciosa, ¿sabes?
Qué se queden solo en lo lúdico y la gracia yo creo que no saben leer.
Eso creo...pero cada uno tiene una opinión claro y cada uno tiene unas lecturas, un bagaje.
Porque además está claro el trasfondo que hay en muchísimos de los poemas.
De hecho, los poemas más divertidos son los que dejan el golpe.
Y poetas de aquí de casa, digamos poetas en lengua castellana.
¿En lengua castellana? Valero me gusta.
Sí, Julieta.
A ver me gusta, me gusta ¿Qué más me gusta?
Que no sé si tiene alguna relación con Astorga.
Puede ser, eso dijeron cuando Valero estuvo aquí. Lo comentó ella en el recital.
Ahora que estamos con los Panero en danza.
Los Panero, pues…
Juan Luís, Leopoldo María…
Lo poco que he leído de Juan Luis me gusta; admito que los he leído muy poco, no puedo opinar.
No, en lengua española. Del otro lado hay muchos poetas interesantes.
Ha caído en mis manos Miguel Argaya y me está gustando mucho; últimamente Mesanza, César Vallejo...; Rodrigo Sancho, mi amigo, y no es porque sea mi amigo, y ¿a ver quién más? A ver, no sé qué decirte, me parece complicado…Pero Juan Antonio González Iglesias me reconcilió con la poesía.
Y por ejemplo con los finalistas del Adonáis, qué tal te llevas. Por ejemplo con Sergio, con Viviana.
Pues me llevo bien, hemos hecho cosas juntos en Valencia, en Madrid en recitales; estuvo superbién.
¿Y con los otros siete que quedan?
Con los finalistas, los de allí; bueno, hubo algunos problemillas, pero creo que la gente es muy joven y se enfada. A algunos los tengo en Facebook y me llevo estupendamente.
Esto es propio del mundo de la poesía y del mundo de los poetas.
Sí, se celan mucho, es así, es como los gatos un poco.
Ahora yo creo que menos, pero durante un tiempo había mucha tribu poética.
La hay, la hay.
Y entonces si estabas en una determinada tribu ya no podías…
No podías salirte, pero de todas maneras lo único que te puede ayudar en el mundo de la poesía en España es estar asignado a una tribu poética, si estás fuera de una tribu es muy complicado, no creo que llegues a algo, me parece, me da la sensación. Yo de hecho me siento afortunada por lo del Adonáis.
Leí el otro día una cita de Lobo Antunes, este narrador portugués que está en alza, que dice: “Escribo procurando decir lo que el libro espera de mí”
Qué complicado. Yo no sé si estoy de acuerdo con eso. Sí que es verdad que la gente espera leer unas cosas de ti y a lo mejor luego…o el libro, no sé es qué…Tampoco escribo así libros, vas escribiendo los poemas. No sé, es difícil eso, complicado. Normalmente escribo lo que me apetece y de hecho cuando lo hago sin fijarme, sin normas; es cuando el resultado es mejor.
¿Y ahora mismo en qué estás, si se puede decir?
No sé muy bien en dónde estoy poeticamente hablando. Pero en el libreto que se ha preparado para el ciclo de Veguellina leeré tres poemas nuevos.
Pero ¿tenemos libro o no tenemos libro?
Bueno, no sé si es un libro o no, o sea no lo sé todavía.
¿Has dejado el pincel descansando?
No, no. Estoy pintando también.
¿También?
Sí, estoy pintando sí. Porque estoy preparando una ‘expo’ para 2019.
Entonces tienes tiempo para pintar, para hacer marcha diaria.
Para estudiar oposiciones. Caminar es una de mis cosas preferidas
Para hacer oposiciones. Eso está muy bien.
Y para salir de fiesta también.
De fiesta claro, como debe ser. ¿Entonces tenemos que esperar un nuevo poemario?
Sí, bueno, a ver, espero enviarlo a algún concurso porque creo que es la mejor manera de publicar. Ir por las editoriales es superduro y no vale para nada, creo. En algunas me gustaría publicar y hay otras en que no. No lo sé. Estoy como un bebé todavía en la poesía. O sea soy mayor, pero bebé.
Pero un bebé con un accésit ya del Adonáis que abre puertas.
Sí abre puertas, más que nada porque te lee gente que...no te esperas.
Y no solo en este país, sino de cara a todo el mundo de habla hispana. Eso es lo importante, porque al otro lado del Atlántico también hay poetas muy, muy interesantes.
No te lo he dicho cuando me peguntabas por poetas de lengua castellana, pero me gusta mucho la poesía chilena: Enrique Linh, Damián Ríos, que es genial, sube muchas cosas a YouTube y los ves recitar y la verdad es precioso ¿no?, como recitan y…todo como mucho menos medido, un lenguaje mucho más casual que el que utilizamos nosotros.
Y para terminar. En tus poemas, en tu obra, en los tres poemarios creo que se reúnen espacios cercanos, o a veces también de más allá; es decir, no solo del hoy, sino también del ayer pero traído al hoy, del día a día, del recuerdo y proximidad a la tierra, al hoy que nos acerca a la poesía y en la escritura. Camino Román nos entregará, sin duda, nuevos e interesantes textos. Los esperamos.