Paloteos y tradiciones ancestrales en honor de la Virgen del roble

Una vez concluida la misa salió el carro triunfante con la imagen de la Virgen de La Carballeda engalanada para la ocasión, con sus mejores ropajes y rodeada de flores. En el pórtico los maragatos y maragatas recibieron a la patrona, momento en que los varones protagonizaron el primer baile de paloteo.

El pendón inició la procesión, las mujeres abrían el cortejo delante de la Virgen hasta llegar a la campa de la Fragua, allí los maragatos bailaron dos paloteos más, y los fieles rezaron la salve. En la vuelta de la procesión a la iglesia, las maragatas nuevamente danzaron delante de la Virgen. El acto finalizó con la entrada a la iglesia de la Virgen de la Carballeda de cara a la gente, la cual recibió el tradicional 'Viva la Virgen de la Carballeda' y numerosos aplausos.

Como ha señalado el etnógrafo y poeta, José Luis Puerto, uno de los elemento más llamativos de las fiests del Val es "la advocación que se le da desde antiguo a la Virgen patrona: el de la Carballeda. No es una advocación teológica y doctrinal de todas las que tiene la Virgen María, sino una advocación de tipo naturalista vegetal y arbóreo. A través de tal calificativo aplicado a la Virgen, se está produciendo una sacralización del espacio, una sacralización de la vegetación arbórea y, en concreto, de un árbol tan simbólico de nuestro noroeste peninsular como es el roble o carballo". (El artículo íntegro se puede consultar al fina de este texto).