Mercedes Unzeta Gullón
Viernes, 16 de Febrero de 2018

Una petición de mano de 1902

 

[Img #34890]

 

 

“Sta. María Ortega


Mi distinguida amiga. Me permito dirigirme a Usted para manifestarle que habiendo fallecido mi esposa (q.e.p.d.) y pensando en el deseo de contraer matrimonio, me he acordado de Usted a quien conozco hace tiempo y dada su esmerada educación no dudo haría Usted mi felicidad.


Con el fin de que haga Usted su composición de lugar y pueda determinar lo que sea de su conveniencia voy a exponer a Usted mi situación que es la siguiente: tengo tres niños, dos de ellas niñas de ocho y tres años, y el niño de cinco, los tres muy bonitos y buenos para poderles manejar bien, tanto es así que estamos a pupilo en una casa y no molestan para nada, todo el día están en el Colegio y se acuestan muy temprano.


Yo tengo un sueldo en mi carrera de 8.000 (reales?) más una gratificación para gastos de viaje que unida al sueldo cobro 41 duros mensuales; con respecto a mi conducta aunque cuando muchacho, como Usted sabe era algo revoltoso, hoy he cambiado por completo, siendo amigo de la formalidad y de la consideración de todos mis convecinos y amigos, como yo también la guardo para ellos así como también muy querido de mis Jefes.


Si Usted se determina a darme una contestación favorable a mi pretensión, he pensado que su mamá no se separe de nosotros viviendo en nuestra  compañía y a la vez, también creo sería conveniente se trasladasen a esta, pues aunque a mí no me sería difícil mi cambio de destino a esa población, no me es conveniente porque como le digo a Usted aquí disfruto de una gratificación que no tendría en esa  además de que el servicio que tengo es muy bueno.


   Dispénseme Usted si le molesta mi decisión y disponga como guste de su aftmo. Amigo y s.s.          
                                q.b.s.p.    Marcos Fuentes.

 


Valladolid 24 Octubre 1902”

 

A la señorita Ortega no le parecieron suficientes buenos motivos los que le exponía el pretendiente para encaminar su vida con este oficial Fuentes y se quedó en su Burgos natal. De hecho nunca tuvo motivos suficientes para el casamiento y vivió su vida feliz y soltera. 


Así daba gusto elegir. Todas las cartas sobre la mesa. Los matrimonios calculados daban resultados excelentes.

El amor disminuye con el tiempo y hasta se acaba, pero los intereses suelen ser mucho más perdurables.

 

O tempora, o mores

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