Redacción
Jueves, 04 de Julio de 2013
Sorpresas fundadas que llevan a una sospecha infundada
JOSÉ MARÍA JÁÑEZ /
Sorprende toparse en estos tiempos de crisis con ayuntamientos como el de Astorga que puedan presumir de contar con unas cuentas públicas saneadas.
Es muy extraño que un Ayuntamiento como el de Astorga presente de nuevo unas cuentas que arrojen un Remanente Líquido de Tesorería con resultado positivo por importe de 540.872,96 €. Para entender el estado de la hacienda local no valen contestaciones simplonas al estilo de “eso significa que las cosas se están haciendo bien”. Precisamente porque es mentira. La ciudad esta siendo dirigida y gestionada fatal. A la crisis del capitalismo neoliberal debemos sumar la propia crisis endógena en la que el Ayuntamiento ha sumergido a la ciudadanía de Astorga con su desgobierno. Ambas crisis tienen por desgracia dos similitudes: la pagan quienes no tienen culpa, las clases populares.
Volviendo al Remanente Líquido de Tesorería, esta es la cuenta que (en teoría) mejor refleja la situación financiera de la hacienda municipal. Y digo en teoría, puesto que para serlo, debe estar correctamente calculado. Para poder fiarse del Remante Líquido de Tesorería habrá que comprobar antes como se calculan los saldos de dudoso cobro entre otros conceptos. Pero por desgracia a día de hoy no existe la posibilidad de acceder a su contenido para comprobar su veracidad, pues el equipo de gobierno PSOE mantiene una férrea política de opacidad en lo que a las finanzas municipales se refiere.
No obstante, dando por buenos los datos oficiales y sin tener en cuenta aquel extraño suceso de hace cinco años cuando se aprobaron de golpe y porrazo cuatro Cuentas Generales, hay cosas que sorprenden.
Sorprende que el equipo de gobierno actúe así cuando las cosas le van tan mal. Sobre todo si tenemos en cuenta que los municipios son las administraciones públicas más próximas a la ciudadanía, sobre las que recae una presión extra a la hora de tratar de paliar los problemas sociales más acuciantes que no resuelven, ni otras administraciones publicas, ni la iniciativa privada. Y en Astorga, sobra decirlo, los problemas sociales son muchos y muy severos. Sorprende por ello la grave insensibilidad del gobierno municipal con los problemas sociales.
Sorprende que el Ayuntamiento de Astorga haya llevado a cabo recortes sociales drásticos en esta legislatura, que serían innecesarios si realmente la situación fuera desahogada y hubiera una mínima conciencia social en los políticos que nos dirigen. El PSOE presume de pagar bien a los proveedores y cuenta con un amplio Remanente Líquido de Tesorería positivo, por lo que los recortes introducidos en el plan de ajuste municipal deben ser considerados como un ensañamiento gratuito contra las clases populares de Astorga. Los recortes afectaron a servicios denominados por el propio equipo de gobierno como “no esenciales” en referencia a la piscina o los museos. Y supusieron también la eliminación de las ayudas a la maternidad y a las empresas que decidiesen instalarse en el polígono de Astorga.
Sorprende que con unas cuentas públicas tan boyantes, la plataforma municipal anticrisis tuviese que lanzar una llamada de S.O.S. a toda la ciudadanía. Y aun más, que la Concejala de Servicios Sociales pidiera que renunciáramos a parte de la paga extra en vez de proponer que se eliminen los sueldos a la oposición y se reduzcan a lo normal las descomunales pagas por acudir a los Plenos, las Juntas de Gobierno o a las Comisiones Informativas. Insisto, con unas cuentas públicas tan boyantes, sorprende ese talante por su grave insensibilidad social.
Sorprende que el Ayuntamiento vaya sin embargo tan sobrado como para permitirse el lujo de estar a las puertas de firmar la continuidad de la privatización del servicio de recogida de residuos sólidos urbanos. La recogida de basura son un servicio público municipal estratégico. Su gestión pública es indispensable para desarrollar una política municipal en un sentido social progresivo y para la ciudadanía.
Sorprende que el Ayuntamiento no tenga ideas para invertir y prefiera dejar el dinero olvidado en el cajón. O lo que es lo mismo, que Astorga navegue por la crisis sin rumbo. Las inversiones no deben ser consideradas como un gasto, sino como una apuesta por el futuro. Es decir, las inversiones son gastos que generan beneficios futuros para la ciudad. Y el equipo de gobierno no invierte todo lo que debería con su excedente.
Sorprende aun más si tenemos en cuenta que el equipo de gobierno y en general el PSOE de Astorga se descomponen más y más cada día mientras van perdiendo el respaldo social del que gozaron en tiempos pasados.
O quizá por ello precisamente no debiera de sorprendernos nada de esto.
Pero sospecho, y solo sospecho (la sospecha es infundada) en base a tanta sorpresa fundada, que es posible que el gobierno de Astorga pueda estar pensando en ahorrar mucho dinero, para comenzar a gastarlo de golpe y porrazo a medida que se acerquen las elecciones. Repito, es solo una sospecha. Infundada, por supuesto. Pero más vale ponerla desde ya sobre la mesa para que al PSOE no se le ocurra jugar con nuestro futuro. Porque la sociedad civil organizada de Astorga no se lo va a permitir.
Ojala me equivoque, pero hay muchas o demasiadas cosas que sorprenden y todas llevan a pensar: o bien que el PSOE espera a comprar a la ciudadanía antes de las elecciones; o bien, que tiene vocación suicida. Hagan sus apuestas.
jmjanezf@gmail.com
elblogdechemajanez.blogspot.com
609 44 09 65
JOSÉ MARÍA JÁÑEZ /
Sorprende toparse en estos tiempos de crisis con ayuntamientos como el de Astorga que puedan presumir de contar con unas cuentas públicas saneadas.
Es muy extraño que un Ayuntamiento como el de Astorga presente de nuevo unas cuentas que arrojen un Remanente Líquido de Tesorería con resultado positivo por importe de 540.872,96 €. Para entender el estado de la hacienda local no valen contestaciones simplonas al estilo de “eso significa que las cosas se están haciendo bien”. Precisamente porque es mentira. La ciudad esta siendo dirigida y gestionada fatal. A la crisis del capitalismo neoliberal debemos sumar la propia crisis endógena en la que el Ayuntamiento ha sumergido a la ciudadanía de Astorga con su desgobierno. Ambas crisis tienen por desgracia dos similitudes: la pagan quienes no tienen culpa, las clases populares.
Volviendo al Remanente Líquido de Tesorería, esta es la cuenta que (en teoría) mejor refleja la situación financiera de la hacienda municipal. Y digo en teoría, puesto que para serlo, debe estar correctamente calculado. Para poder fiarse del Remante Líquido de Tesorería habrá que comprobar antes como se calculan los saldos de dudoso cobro entre otros conceptos. Pero por desgracia a día de hoy no existe la posibilidad de acceder a su contenido para comprobar su veracidad, pues el equipo de gobierno PSOE mantiene una férrea política de opacidad en lo que a las finanzas municipales se refiere.
No obstante, dando por buenos los datos oficiales y sin tener en cuenta aquel extraño suceso de hace cinco años cuando se aprobaron de golpe y porrazo cuatro Cuentas Generales, hay cosas que sorprenden.
Sorprende que el equipo de gobierno actúe así cuando las cosas le van tan mal. Sobre todo si tenemos en cuenta que los municipios son las administraciones públicas más próximas a la ciudadanía, sobre las que recae una presión extra a la hora de tratar de paliar los problemas sociales más acuciantes que no resuelven, ni otras administraciones publicas, ni la iniciativa privada. Y en Astorga, sobra decirlo, los problemas sociales son muchos y muy severos. Sorprende por ello la grave insensibilidad del gobierno municipal con los problemas sociales.
Sorprende que el Ayuntamiento de Astorga haya llevado a cabo recortes sociales drásticos en esta legislatura, que serían innecesarios si realmente la situación fuera desahogada y hubiera una mínima conciencia social en los políticos que nos dirigen. El PSOE presume de pagar bien a los proveedores y cuenta con un amplio Remanente Líquido de Tesorería positivo, por lo que los recortes introducidos en el plan de ajuste municipal deben ser considerados como un ensañamiento gratuito contra las clases populares de Astorga. Los recortes afectaron a servicios denominados por el propio equipo de gobierno como “no esenciales” en referencia a la piscina o los museos. Y supusieron también la eliminación de las ayudas a la maternidad y a las empresas que decidiesen instalarse en el polígono de Astorga.
Sorprende que con unas cuentas públicas tan boyantes, la plataforma municipal anticrisis tuviese que lanzar una llamada de S.O.S. a toda la ciudadanía. Y aun más, que la Concejala de Servicios Sociales pidiera que renunciáramos a parte de la paga extra en vez de proponer que se eliminen los sueldos a la oposición y se reduzcan a lo normal las descomunales pagas por acudir a los Plenos, las Juntas de Gobierno o a las Comisiones Informativas. Insisto, con unas cuentas públicas tan boyantes, sorprende ese talante por su grave insensibilidad social.
Sorprende que el Ayuntamiento vaya sin embargo tan sobrado como para permitirse el lujo de estar a las puertas de firmar la continuidad de la privatización del servicio de recogida de residuos sólidos urbanos. La recogida de basura son un servicio público municipal estratégico. Su gestión pública es indispensable para desarrollar una política municipal en un sentido social progresivo y para la ciudadanía.
Sorprende que el Ayuntamiento no tenga ideas para invertir y prefiera dejar el dinero olvidado en el cajón. O lo que es lo mismo, que Astorga navegue por la crisis sin rumbo. Las inversiones no deben ser consideradas como un gasto, sino como una apuesta por el futuro. Es decir, las inversiones son gastos que generan beneficios futuros para la ciudad. Y el equipo de gobierno no invierte todo lo que debería con su excedente.
Sorprende aun más si tenemos en cuenta que el equipo de gobierno y en general el PSOE de Astorga se descomponen más y más cada día mientras van perdiendo el respaldo social del que gozaron en tiempos pasados.
O quizá por ello precisamente no debiera de sorprendernos nada de esto.
Pero sospecho, y solo sospecho (la sospecha es infundada) en base a tanta sorpresa fundada, que es posible que el gobierno de Astorga pueda estar pensando en ahorrar mucho dinero, para comenzar a gastarlo de golpe y porrazo a medida que se acerquen las elecciones. Repito, es solo una sospecha. Infundada, por supuesto. Pero más vale ponerla desde ya sobre la mesa para que al PSOE no se le ocurra jugar con nuestro futuro. Porque la sociedad civil organizada de Astorga no se lo va a permitir.
Ojala me equivoque, pero hay muchas o demasiadas cosas que sorprenden y todas llevan a pensar: o bien que el PSOE espera a comprar a la ciudadanía antes de las elecciones; o bien, que tiene vocación suicida. Hagan sus apuestas.
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