Nicolás Pérez Hidalgo
Viernes, 05 de Julio de 2013
“Lo sulfató un cerdo”
Este cartel que aparece en la foto cuelga hoy de un árbol en el camino de La Moldera. Al margen de si el árbol cumplía o no con la legalidad vigente, sobran los comentarios sobre el sucedido, ya que el árbol no tiene ni una sola hoja. Conclusión algún 'amigo' o enemigo del arbolito en cuestión se tomó la libertad de aplicar herbicida 'como si no costara'. O a lo peor a algún empleado de alguna institución se le fue la mano con el glifosato. Práctica ésta (la de 'sulfatar') que desgraciadamente es bastante habitual en nuestros días.
Las tradicionales hoz y guadaña que han servido para desbrozar cunetas y caminos durante años en nuestras calles, son sustituidas hoy en día por desbrozadoras (que consumen gasóleo y dinero público) en el mejor de los casos y a lo peor por la exitosa fumigación con herbicidas, aduciendo además que no es mala para animales y personas. Un poco más de cultura científica y económica no nos vendría mal a todos, y en especial a nuestros responsables políticos.
![[Img #4077]](upload/img/periodico/img_4077.jpg)
Este cartel que aparece en la foto cuelga hoy de un árbol en el camino de La Moldera. Al margen de si el árbol cumplía o no con la legalidad vigente, sobran los comentarios sobre el sucedido, ya que el árbol no tiene ni una sola hoja. Conclusión algún 'amigo' o enemigo del arbolito en cuestión se tomó la libertad de aplicar herbicida 'como si no costara'. O a lo peor a algún empleado de alguna institución se le fue la mano con el glifosato. Práctica ésta (la de 'sulfatar') que desgraciadamente es bastante habitual en nuestros días.
![[Img #4078]](upload/img/periodico/img_4078.jpg)
Las tradicionales hoz y guadaña que han servido para desbrozar cunetas y caminos durante años en nuestras calles, son sustituidas hoy en día por desbrozadoras (que consumen gasóleo y dinero público) en el mejor de los casos y a lo peor por la exitosa fumigación con herbicidas, aduciendo además que no es mala para animales y personas. Un poco más de cultura científica y económica no nos vendría mal a todos, y en especial a nuestros responsables políticos.