ANIVERSARIO DEL CLUB
Atlético Astorga ¡Que 50 años no son nada!
Dos importantes efemérides, un poco de historia y algún recordatorio
Por Manuel Jesús Álvarez García.
Este sábado, el de ‘la noche larga’, se inaugurará en La Eragudina de forma oficial un ilusionante curso 2018-2019 enfrentándose nuestro Atlético al siempre complicado y correoso Almazán. Veremos pues dentro de unas horas cuando veremos los primeros minutos de los ‘verdes’ –soberbio el diseño de la nueva equipación– y juzgaremos –con la peculiar idiosincrasia que caracteriza a los moradores de esta añeja y orgullosa ciudad– las labores de Sagrario y Miñambres y de los respectivos equipos –directivo y técnico– que ambos encabezan. Deseamos fervientemente que el resultado final, ya en la primavera del año próximo, esté en consonancia con la ingente ilusión y esfuerzo que todos ellos, también los jugadores, están poniendo en el empeño.
Junto a ello, con un excelente criterio, la directiva ha programado un conjunto de actos, que en pequeñas dosis van desgranando poco a poco, para conmemorar las bodas de plata del club y el 75 aniversario de la erección de La Eragudina eventos, ambos, que coinciden en el próximo 2019. Pretende esta modesta aportación sumarse a la celebración, haciendo un breve recordando de ambas efemérides e incorporando, en tercer lugar, algunas sucintas notas que puedan contribuir a hacer un poco más grande tan merecido homenaje.
1944. Un ‘campo de hierba’ para una ciudad más que preñada de futbol
Tenemos noticias de la existencia de equipos de balompié en la ciudad desde hace más de un siglo estando ya conformados, en la segunda década de la pasada centuria, la Sociedad Deportiva Lasalle y el Club Deportivo Astorgano. Ambas formaciones, y una pléyade de escuadras que se crearon desde entonces hasta los años cuarenta, disputaban sus partidos en distintos terrenos –Cuesta de los Bolos, Altos de Manjarín, Eras del Cuervo, La Carrerica, Plaza del Ganado, Cuartel de Santocildes, etcétera– que presentaban unas insuficiencias más que evidentes.
Fueron estas deficiencias –y al rebufo de la creación en la primavera de 1943 del Club Deportivo Astorga pronto, y siempre, Club Astorga para los aficionados– las que propiciaron que se iniciaron las gestiones encaminadas a conseguir la construcción de un ansiado “campo de fútbol de hierba” procediéndose, después de unas expropiaciones harto controvertidas, a la erección del Campo del Frente de Juventudes, la actual Eragudina denominación, esta última, que se hizo popular en los años setenta. Fue el 23 de julio de 1944 el momento en el que se disputaba el primer partido en el nuevo estadio, enfrentándose el CD Astorga a un Deportivo Bañezano al que se derrotó por 5–2 destacando en el cuadro local las actuaciones de Paja, Miguel, Riestra y Chus.
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1969. Un equipo juvenil de futbol que sólo tres años después se hacía mayor.
Finalizando la década de los sesenta el CD Astorga –después de diez exitosas temporadas, 1956-1966, en el Grupo Oeste de la Tercera División– languidecía en el Campeonato Regional de Primera Categoría –Provincial desde 1970 al instaurarse la Regional Preferente– siendo en 1972 cuando la inviabilidad de una institución inmersa en una profunda crisis económica llevaría a su disolución.
Tres años antes, el 17 de noviembre de 1969, un entusiasta grupo de aficionados encabezados por José L. Fernández –su principal impulsor– fundaban un equipo juvenil al que decidieron nominar Atlético Astorga. Durante aquella coyuntura en la ciudad se multiplicaban, en animadas ligas locales de categorías inferiores, una autentica proliferación de formaciones. Así, junto al Atlético podemos citar al Oliegos, Racing, Santa Ana, Santa Clara, Secud, Panero, OJE, Sordos, etcétera.
Transcurridos tres años y medio desde su establecimiento, y certificada la desaparición del CD Astorga, se planteó la creación de un equipo que devolviese a la ciudad las añoradas tardes de gloria en La Eragudina. Fue en agosto de 1973 cuando la Federación aprobaba una trascendente reforma en los estatutos del Atlético Astorga por lo que el club dejaba de ser un equipo juvenil, reconvirtiéndose en una sociedad deportiva que podría participar en las distintas competiciones por ella tuteladas.
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2018. Algunas efemérides “menores”
Una más que longeva presidenta. En sus cincuenta años de existencia el Atlético Astorga ha sido regido por dieciocho presidentes desempeñando seis de ellos en, al menos, cuatro cursos, tan cimero cargo: Laureano González (1979-1983), Baltasar Carro en dos periodos (1983-1988 y 1997-2000), Lorenzo Álvarez (1988-1992), Leandro Simón (2001-2005), Jorge Alonso Alija (2006-2010) y, finalmente, Sagrario González (2010-2019). Es precisamente la última citada, Sagrario, –la única mujer al frente de la entidad– la que en este curso se convierte, superando a Baltasar Carro, en la mandataria más longeva al sumar su novena temporada al frente del club.
Un “míster” astorgano que pronto igualará a otro. En cuanto a los entrenadores de nuestro Atlético, su banquillo ha sido ocupado por una treintena larga de directores técnicos, siendo tan sólo tres los que lo han hecho en al menos cuatro temporadas: Pedro Alonso “Pedrín”, siete cursos en cinco etapas (1974-1975, 1977-1979, 1980-1982, 1987-1988 y 1993-1994); Manolo Villanueva, cinco cursos en dos etapas (1983-1987 y 1999-2000) y Miguel Ángel Miñambres, siete cursos en cinco etapas (2003-2004, 2005-2007, 2008-2010, 2016-2017 y 2018-2019).
Son, de este modo, ‘Pedrín’ y Miñambres, los que más temporadas han dirigido a nuestro equipo –siete cursos– produciéndose entre ambos, junto al número de temporadas y etapas recién referidos, no pocos paralelismos. Los dos son astorganos; los dos jugaron en el club –“Pedrín, cuyos mejores años los disputó en los años sesenta en el CD Astorga, llegó a ser jugador-entrenador en el Atlético en el curso 1974-1975; Miñambres disputó, en siete temporadas a caballo de los años 80 y 90, 168 partidos con la elástica verde–; incluso “Pedrín” llegaría a entrenar a Miñambres en la temporada 1987-1988. Si todas estas correspondencias no fuesen suficientes ambos son, junto a Manolo Villanueva, los que más partidos han dirigido al Atlético –“Pedrín”, 205 encuentros; Villanueva y Miñambres, 184 los dos– superando los 100 partidos dirigidos solamente otros dos técnicos: Miguel Ángel Álvarez Tomé y Javier Canelas con 122 y 114 encuentros respectivamente.
De este modo, a lo largo de presente curso, Miñambres superaría a Villanueva éste próximo sábado, en la jornada 1ª; se convertirá en bicentenario, en la 16ª; y, finalmente, pasará a ser el “míster” con más partidos al frente del club en la jornada 23ª –el Atlético no disputará la jornada 18ª debido a la reciente modificación del calendario– en el momento en el que rinda visita a La Eragudina uno de los “cocos” de la competición, la Gimnástica Segoviana CF.
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Un capitán que ha jugado más que nadie. Por su parte, en cuanto a los jugadores que en más temporadas han lucido la camisola atlética hemos identificado a una decena que han disputado, al menos, diez temporadas en el Atlético, aunque son solamente tres los que han alcanzado las doce temporadas en el club, en concreto: “Gelín” (1978-1989), “Andy” (1999-2010) y Diego (2005-2010 y 2011-2019). Resulta importante reseñar que los tres son astorganos, siendo también los únicos que han superado, de forma holgada, los 300 partidos oficiales vistiendo la casaca verde y, los tres, portando el brazalete de capitán. A lo largo de la presente temporada Diego Peláez –quien ya es el jugador que más temporadas, trece, ha disputado en el Atlético– se convertirá también –nuestras cuentas nos advierten de su participación en 349 partidos– en el jugador que más partidos ha defendido sus colores superando a “Gelín” que se mueve, en torno, a los 365 entorchados –la ausencia de prensa local a finales de los setenta impide precisar este dato–.
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Un goleador que puede llegar a la centena. Son tan sólo dos los jugadores que han perforado las metas contrarias en más de 100 ocasiones: el ribereño 'Jarero' –125 goles en siete temporadas– y el maragato “Gelín” –112 en, como ya hemos referido, doce cursos, aunque nos falta por contabilizar los goles de una temporada y media con lo cual su cifra final se acercaría a la de Jarero–. Si el actual ariete verde Roberto Puente –el tercero en esta prelación con 81 goles en cinco temporadas– mantiene, en el presente curso, el olfato goleador del que ha hecho gala en los dos últimos –36 y 19 goles respectivamente– el pichichi berciano lograría alcanzar la centena de goles.
Tres olvidados campeonatos, Sin duda el mayor éxito del Atlético ha sido el ascenso a 2ª División B alcanzado en la temporada 2013-2014 –presidencia de Sagrario González, dirección técnica de Carlos Tornadijo–. Junto a ello, resulta inexcusable hacer referencia a otros hitos señeros: la permanencia alcanzada en la referida categoría un año después; la disputa de otras dos fases de ascenso a 2º División B –1991-1992 y 2016-2017–; los siete ascensos conseguidos –dos a Regional Preferente, 1973-1974 y 1975-1976; cuatro a Tercera División, 1979-1980, 1994-1995, 1998-1999 y 2007-2008; y uno, el ya señalado, a 2ª División B, 2013-2014–; la participación en siete ocasiones en la Copa del Rey superando sólo en una de ellas –1981-1982– la primera ronda después de lograr eliminar, a doble partido, a la SD Ponferradina lo que permitió que jugase en La Eragudina el Real Valladolid, 0-2 para los castellanos que entonces, como hoy, también militaba en la máxima categoría nacional.
Sin embargo, se suele obviar la consecución de campeonatos por el Atlético –recordemos que en las tres fases de ascenso referidas se había ocupado el segundo puesto en la tabla clasificatoria– algo que sólo ha ocurrido en tres ocasiones. Así en los primeros años del club –1973-1974, presidencias de Julio García Prada y Manuel Díguele, dirección técnica de Mingui; 1975-1976, presidencia de Fabián Crespo, dirección técnica de Silverio de Legurburo– se conseguían sendos títulos de Primera Regional Provincial Ordinaria. Habría que esperar tres largas décadas –curso 2007-2008, presidencia de Jorge Alonso Alija, dirección técnica de Ángel Luis– para ocupar el primer puesto en la tabla clasificatoria, obteniéndose el Campeonato de Primera División Regional de Aficionados.
Los colores de un equipo. Aunque como sabemos el verde es el color que caracteriza a nuestro equipo, no siempre fue así. En sus inicios el Atlético Astorga juvenil varió su indumentaria con cierta frecuencia –distintos azules, rojiblanco, etcétera–. Fue en 1973, el momento en el que el club se reconvertía dejando de ser una entidad juvenil, cuando a la hora de escoger los colores de su vestimenta se optaba, pues esa era la equipación del Racing uno de los equipos que más jugadores aportó a la nueva escuadra, por el rojo –camiseta y medias– y el negro –pantalón–. Dos años después, en 1975, sus rectores se decantaron por los tonos azules –celeste para la camiseta, oscuro para el pantalón–. Finalmente era en el año 1978 cuando se adoptaba la camiseta verde. Desde entonces hasta hoy, cuatro décadas por tanto, la elástica del Atlético ha sido verde, el color que identifica al club. En estos años lo que sí se ha modificado, en no pocas ocasiones, ha sido el pantalón: blanco en 1978 y, desde entonces, negro, verde, azul, blanco y por último, en el curso que recién se inicia, verde con ribetes dorados.
Un ¿difícil? ejercicio de nostalgia. Para dar por concluida esta aportación quisiera proponer al lector, tan amable como paciente si ha llegado hasta aquí, un difícil ejercicio de memoria, nostalgia y, por qué no decirlo, sentimiento. Transcurridos cincuenta años ¿Cuál sería el once que Vd. conformaría entre todos los jugadores que defendieron los colores atléticos?
Sirva para refrendar la dificultad señalada tan sólo la elección de los delanteros –a falta de mejor criterio, y sujetos a la crítica despiadada de los ‘puristas’, optamos por una vanguardia integrada por tan sólo dos jugadores– que figurarían en ese hipotético “equipo ideal”. Quien esto signa tendría serios problemas para definir los dos solicitadas y ello después de elaborar una lista previa, tan personal como discutible, de doce jugadores que, por motivos diversos que ahora no procede detallar, me “llenaron los ojos” en estos más que intensos cincuenta años. En orden cronológico estos serían: Canario, Cuenca, Martínez, ‘Gelín’, Felipín, Losada, Mendaña II, Quique, Jarero, Leandro, Busto y Roberto Puente. ¿Se atreven Vds.? Entonces ¿A qué están esperando?
Por Manuel Jesús Álvarez García.
Este sábado, el de ‘la noche larga’, se inaugurará en La Eragudina de forma oficial un ilusionante curso 2018-2019 enfrentándose nuestro Atlético al siempre complicado y correoso Almazán. Veremos pues dentro de unas horas cuando veremos los primeros minutos de los ‘verdes’ –soberbio el diseño de la nueva equipación– y juzgaremos –con la peculiar idiosincrasia que caracteriza a los moradores de esta añeja y orgullosa ciudad– las labores de Sagrario y Miñambres y de los respectivos equipos –directivo y técnico– que ambos encabezan. Deseamos fervientemente que el resultado final, ya en la primavera del año próximo, esté en consonancia con la ingente ilusión y esfuerzo que todos ellos, también los jugadores, están poniendo en el empeño.
Junto a ello, con un excelente criterio, la directiva ha programado un conjunto de actos, que en pequeñas dosis van desgranando poco a poco, para conmemorar las bodas de plata del club y el 75 aniversario de la erección de La Eragudina eventos, ambos, que coinciden en el próximo 2019. Pretende esta modesta aportación sumarse a la celebración, haciendo un breve recordando de ambas efemérides e incorporando, en tercer lugar, algunas sucintas notas que puedan contribuir a hacer un poco más grande tan merecido homenaje.
1944. Un ‘campo de hierba’ para una ciudad más que preñada de futbol
Tenemos noticias de la existencia de equipos de balompié en la ciudad desde hace más de un siglo estando ya conformados, en la segunda década de la pasada centuria, la Sociedad Deportiva Lasalle y el Club Deportivo Astorgano. Ambas formaciones, y una pléyade de escuadras que se crearon desde entonces hasta los años cuarenta, disputaban sus partidos en distintos terrenos –Cuesta de los Bolos, Altos de Manjarín, Eras del Cuervo, La Carrerica, Plaza del Ganado, Cuartel de Santocildes, etcétera– que presentaban unas insuficiencias más que evidentes.
Fueron estas deficiencias –y al rebufo de la creación en la primavera de 1943 del Club Deportivo Astorga pronto, y siempre, Club Astorga para los aficionados– las que propiciaron que se iniciaron las gestiones encaminadas a conseguir la construcción de un ansiado “campo de fútbol de hierba” procediéndose, después de unas expropiaciones harto controvertidas, a la erección del Campo del Frente de Juventudes, la actual Eragudina denominación, esta última, que se hizo popular en los años setenta. Fue el 23 de julio de 1944 el momento en el que se disputaba el primer partido en el nuevo estadio, enfrentándose el CD Astorga a un Deportivo Bañezano al que se derrotó por 5–2 destacando en el cuadro local las actuaciones de Paja, Miguel, Riestra y Chus.
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1969. Un equipo juvenil de futbol que sólo tres años después se hacía mayor.
Finalizando la década de los sesenta el CD Astorga –después de diez exitosas temporadas, 1956-1966, en el Grupo Oeste de la Tercera División– languidecía en el Campeonato Regional de Primera Categoría –Provincial desde 1970 al instaurarse la Regional Preferente– siendo en 1972 cuando la inviabilidad de una institución inmersa en una profunda crisis económica llevaría a su disolución.
Tres años antes, el 17 de noviembre de 1969, un entusiasta grupo de aficionados encabezados por José L. Fernández –su principal impulsor– fundaban un equipo juvenil al que decidieron nominar Atlético Astorga. Durante aquella coyuntura en la ciudad se multiplicaban, en animadas ligas locales de categorías inferiores, una autentica proliferación de formaciones. Así, junto al Atlético podemos citar al Oliegos, Racing, Santa Ana, Santa Clara, Secud, Panero, OJE, Sordos, etcétera.
Transcurridos tres años y medio desde su establecimiento, y certificada la desaparición del CD Astorga, se planteó la creación de un equipo que devolviese a la ciudad las añoradas tardes de gloria en La Eragudina. Fue en agosto de 1973 cuando la Federación aprobaba una trascendente reforma en los estatutos del Atlético Astorga por lo que el club dejaba de ser un equipo juvenil, reconvirtiéndose en una sociedad deportiva que podría participar en las distintas competiciones por ella tuteladas.
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2018. Algunas efemérides “menores”
Una más que longeva presidenta. En sus cincuenta años de existencia el Atlético Astorga ha sido regido por dieciocho presidentes desempeñando seis de ellos en, al menos, cuatro cursos, tan cimero cargo: Laureano González (1979-1983), Baltasar Carro en dos periodos (1983-1988 y 1997-2000), Lorenzo Álvarez (1988-1992), Leandro Simón (2001-2005), Jorge Alonso Alija (2006-2010) y, finalmente, Sagrario González (2010-2019). Es precisamente la última citada, Sagrario, –la única mujer al frente de la entidad– la que en este curso se convierte, superando a Baltasar Carro, en la mandataria más longeva al sumar su novena temporada al frente del club.
Un “míster” astorgano que pronto igualará a otro. En cuanto a los entrenadores de nuestro Atlético, su banquillo ha sido ocupado por una treintena larga de directores técnicos, siendo tan sólo tres los que lo han hecho en al menos cuatro temporadas: Pedro Alonso “Pedrín”, siete cursos en cinco etapas (1974-1975, 1977-1979, 1980-1982, 1987-1988 y 1993-1994); Manolo Villanueva, cinco cursos en dos etapas (1983-1987 y 1999-2000) y Miguel Ángel Miñambres, siete cursos en cinco etapas (2003-2004, 2005-2007, 2008-2010, 2016-2017 y 2018-2019).
Son, de este modo, ‘Pedrín’ y Miñambres, los que más temporadas han dirigido a nuestro equipo –siete cursos– produciéndose entre ambos, junto al número de temporadas y etapas recién referidos, no pocos paralelismos. Los dos son astorganos; los dos jugaron en el club –“Pedrín, cuyos mejores años los disputó en los años sesenta en el CD Astorga, llegó a ser jugador-entrenador en el Atlético en el curso 1974-1975; Miñambres disputó, en siete temporadas a caballo de los años 80 y 90, 168 partidos con la elástica verde–; incluso “Pedrín” llegaría a entrenar a Miñambres en la temporada 1987-1988. Si todas estas correspondencias no fuesen suficientes ambos son, junto a Manolo Villanueva, los que más partidos han dirigido al Atlético –“Pedrín”, 205 encuentros; Villanueva y Miñambres, 184 los dos– superando los 100 partidos dirigidos solamente otros dos técnicos: Miguel Ángel Álvarez Tomé y Javier Canelas con 122 y 114 encuentros respectivamente.
De este modo, a lo largo de presente curso, Miñambres superaría a Villanueva éste próximo sábado, en la jornada 1ª; se convertirá en bicentenario, en la 16ª; y, finalmente, pasará a ser el “míster” con más partidos al frente del club en la jornada 23ª –el Atlético no disputará la jornada 18ª debido a la reciente modificación del calendario– en el momento en el que rinda visita a La Eragudina uno de los “cocos” de la competición, la Gimnástica Segoviana CF.
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Un capitán que ha jugado más que nadie. Por su parte, en cuanto a los jugadores que en más temporadas han lucido la camisola atlética hemos identificado a una decena que han disputado, al menos, diez temporadas en el Atlético, aunque son solamente tres los que han alcanzado las doce temporadas en el club, en concreto: “Gelín” (1978-1989), “Andy” (1999-2010) y Diego (2005-2010 y 2011-2019). Resulta importante reseñar que los tres son astorganos, siendo también los únicos que han superado, de forma holgada, los 300 partidos oficiales vistiendo la casaca verde y, los tres, portando el brazalete de capitán. A lo largo de la presente temporada Diego Peláez –quien ya es el jugador que más temporadas, trece, ha disputado en el Atlético– se convertirá también –nuestras cuentas nos advierten de su participación en 349 partidos– en el jugador que más partidos ha defendido sus colores superando a “Gelín” que se mueve, en torno, a los 365 entorchados –la ausencia de prensa local a finales de los setenta impide precisar este dato–.
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Un goleador que puede llegar a la centena. Son tan sólo dos los jugadores que han perforado las metas contrarias en más de 100 ocasiones: el ribereño 'Jarero' –125 goles en siete temporadas– y el maragato “Gelín” –112 en, como ya hemos referido, doce cursos, aunque nos falta por contabilizar los goles de una temporada y media con lo cual su cifra final se acercaría a la de Jarero–. Si el actual ariete verde Roberto Puente –el tercero en esta prelación con 81 goles en cinco temporadas– mantiene, en el presente curso, el olfato goleador del que ha hecho gala en los dos últimos –36 y 19 goles respectivamente– el pichichi berciano lograría alcanzar la centena de goles.
Tres olvidados campeonatos, Sin duda el mayor éxito del Atlético ha sido el ascenso a 2ª División B alcanzado en la temporada 2013-2014 –presidencia de Sagrario González, dirección técnica de Carlos Tornadijo–. Junto a ello, resulta inexcusable hacer referencia a otros hitos señeros: la permanencia alcanzada en la referida categoría un año después; la disputa de otras dos fases de ascenso a 2º División B –1991-1992 y 2016-2017–; los siete ascensos conseguidos –dos a Regional Preferente, 1973-1974 y 1975-1976; cuatro a Tercera División, 1979-1980, 1994-1995, 1998-1999 y 2007-2008; y uno, el ya señalado, a 2ª División B, 2013-2014–; la participación en siete ocasiones en la Copa del Rey superando sólo en una de ellas –1981-1982– la primera ronda después de lograr eliminar, a doble partido, a la SD Ponferradina lo que permitió que jugase en La Eragudina el Real Valladolid, 0-2 para los castellanos que entonces, como hoy, también militaba en la máxima categoría nacional.
Sin embargo, se suele obviar la consecución de campeonatos por el Atlético –recordemos que en las tres fases de ascenso referidas se había ocupado el segundo puesto en la tabla clasificatoria– algo que sólo ha ocurrido en tres ocasiones. Así en los primeros años del club –1973-1974, presidencias de Julio García Prada y Manuel Díguele, dirección técnica de Mingui; 1975-1976, presidencia de Fabián Crespo, dirección técnica de Silverio de Legurburo– se conseguían sendos títulos de Primera Regional Provincial Ordinaria. Habría que esperar tres largas décadas –curso 2007-2008, presidencia de Jorge Alonso Alija, dirección técnica de Ángel Luis– para ocupar el primer puesto en la tabla clasificatoria, obteniéndose el Campeonato de Primera División Regional de Aficionados.
Los colores de un equipo. Aunque como sabemos el verde es el color que caracteriza a nuestro equipo, no siempre fue así. En sus inicios el Atlético Astorga juvenil varió su indumentaria con cierta frecuencia –distintos azules, rojiblanco, etcétera–. Fue en 1973, el momento en el que el club se reconvertía dejando de ser una entidad juvenil, cuando a la hora de escoger los colores de su vestimenta se optaba, pues esa era la equipación del Racing uno de los equipos que más jugadores aportó a la nueva escuadra, por el rojo –camiseta y medias– y el negro –pantalón–. Dos años después, en 1975, sus rectores se decantaron por los tonos azules –celeste para la camiseta, oscuro para el pantalón–. Finalmente era en el año 1978 cuando se adoptaba la camiseta verde. Desde entonces hasta hoy, cuatro décadas por tanto, la elástica del Atlético ha sido verde, el color que identifica al club. En estos años lo que sí se ha modificado, en no pocas ocasiones, ha sido el pantalón: blanco en 1978 y, desde entonces, negro, verde, azul, blanco y por último, en el curso que recién se inicia, verde con ribetes dorados.
Un ¿difícil? ejercicio de nostalgia. Para dar por concluida esta aportación quisiera proponer al lector, tan amable como paciente si ha llegado hasta aquí, un difícil ejercicio de memoria, nostalgia y, por qué no decirlo, sentimiento. Transcurridos cincuenta años ¿Cuál sería el once que Vd. conformaría entre todos los jugadores que defendieron los colores atléticos?
Sirva para refrendar la dificultad señalada tan sólo la elección de los delanteros –a falta de mejor criterio, y sujetos a la crítica despiadada de los ‘puristas’, optamos por una vanguardia integrada por tan sólo dos jugadores– que figurarían en ese hipotético “equipo ideal”. Quien esto signa tendría serios problemas para definir los dos solicitadas y ello después de elaborar una lista previa, tan personal como discutible, de doce jugadores que, por motivos diversos que ahora no procede detallar, me “llenaron los ojos” en estos más que intensos cincuenta años. En orden cronológico estos serían: Canario, Cuenca, Martínez, ‘Gelín’, Felipín, Losada, Mendaña II, Quique, Jarero, Leandro, Busto y Roberto Puente. ¿Se atreven Vds.? Entonces ¿A qué están esperando?






