"Me gusta esta iniciativa de los festivales de cortos porque son los que van a dar vida al cine del futuro"
Verónica Forqué robó los corazones de quienes se cruzaron este sábado por las calles de Astorga con ella. Como una viandante más, con su sombrero, entre quienes al mediodía esperaban entrar al Ayuntamiento de Astorga para celebrar una boda, la actriz, acompañada del alcalde y la concejala de Cultura, se adentró en la Casa Consistorial para desvelar a los periodistas que le encanta el chocolate y Gaudí.
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Después de firmar en el libro de honor del Ayuntamiento de Astorga, Verónica Forqué se mostró agradecida por venir a Astorga para recoger el Premio de Honor de un festival de cine que premia cortometrajes, "me gusta esta iniciativa de festivales de cortos porque son los que van a dar vida al cine del futuro". La actriz se mostró firme defensora de este formato fílmico porque "el cortometraje viene a ser al largo como el cuento o el relato corto a la novela, la medida no da la categoría de las cosas. El corto en 10 o 15 minutos se puede hacer una obra maestra". Forqué ha participado este año en dos cortos realizados por jóvenes, "me encanta porque es compartir con ellos desde tus años de experiencia y de tu vida, me gusta estar con ellos. No es verdad que todo lo de antes era mejor y menos para las mujeres".
Llegados a este punto de la conversación, la actriz recordó que "mi madre no podía salir de España sin pedirle permiso a mi padre, las mujeres no podían trabajar sin el permiso de su marido". Tiempos radicalmente distintos a los vividos por ella que se definió como una mujer "realizada, no puedo pedir más, he trabajado toda la vida, lo sigo haciendo. Lógicamente ahora hago menos cine, digo lógicamente porque a las mujeres después de la menopausia o antes, a los 45 años", las propuestas empiezan a bajar. "El cine es un reflejo de la vida -continúa diciendo Forqué-, la gran mayoría de los guionistas y directores son hombres y cuentan las historias que a ellos les interesa y a ellos, en general, las mujeres de 60 años no les interesan lo más mínimo. Lo puedo entender hasta cierto punto, pero hasta cierto punto, a mí me gustan más los chicos de 28 pero los de 60 tienen derecho a la vida (bromeó)".
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Hija, hermana, madre, compañera de vida de toda una saga de actores y directores de cine, recuerda que en sus inicios a su padre no le hizo ninguna gracia que se dedicara a este mundo, "porque sabía lo complicado que es ganarte la vida así, pero cuando vio que no había remedio, fui a la Escuela de Arte Dramático, creyó en mí". Con su padre comparte Premio de Honor en el Festival de Cine 'Ciudad de Astorga' porque en 1999, a título póstumo, José María Forqué era reconocido por su trayectoria y fue proyectada la película 'Atraco a las 3', donde hizo un guiño a las mantecadas. "Me hubiera gustado trabajar con mi 'papi' cuando he sido más mayor", asegura recordando que lo hizo siendo joven en la serie 'Ramón y Cajal' o en la película sobre la Inquisición titulada 'El segundo poder'. "Yo era muy rebelde, era joven, tenía 21 años y me creía que lo sabía todo, siempre jorobando, y ahora estoy tan arrepentida porque no era consciente".
Comprometida con el mundo que le rodea señaló que le preocupa el futuro del planeta del que dijo que "está peor, con más plásticos, sí, hay que ir arreglando todos los problemas del mundo, con los animales, las migraciones de las personas, pero si no lo guardamos no nos dará tiempo a llegar a la luz, porque si el planeta se convierte en un basurero, que ya lo es, desapareceremos antes de realizarnos como humanos y nos queda mucho camino".
Un camino tan fructífero e intenso como el de ella que cuando se le preguntó qué le queda por hacer dijo: "Vivir, llegar a más vieja con paz y esperar la muerte con alegría".
Después de firmar en el libro de honor del Ayuntamiento de Astorga, Verónica Forqué se mostró agradecida por venir a Astorga para recoger el Premio de Honor de un festival de cine que premia cortometrajes, "me gusta esta iniciativa de festivales de cortos porque son los que van a dar vida al cine del futuro". La actriz se mostró firme defensora de este formato fílmico porque "el cortometraje viene a ser al largo como el cuento o el relato corto a la novela, la medida no da la categoría de las cosas. El corto en 10 o 15 minutos se puede hacer una obra maestra". Forqué ha participado este año en dos cortos realizados por jóvenes, "me encanta porque es compartir con ellos desde tus años de experiencia y de tu vida, me gusta estar con ellos. No es verdad que todo lo de antes era mejor y menos para las mujeres".
Llegados a este punto de la conversación, la actriz recordó que "mi madre no podía salir de España sin pedirle permiso a mi padre, las mujeres no podían trabajar sin el permiso de su marido". Tiempos radicalmente distintos a los vividos por ella que se definió como una mujer "realizada, no puedo pedir más, he trabajado toda la vida, lo sigo haciendo. Lógicamente ahora hago menos cine, digo lógicamente porque a las mujeres después de la menopausia o antes, a los 45 años", las propuestas empiezan a bajar. "El cine es un reflejo de la vida -continúa diciendo Forqué-, la gran mayoría de los guionistas y directores son hombres y cuentan las historias que a ellos les interesa y a ellos, en general, las mujeres de 60 años no les interesan lo más mínimo. Lo puedo entender hasta cierto punto, pero hasta cierto punto, a mí me gustan más los chicos de 28 pero los de 60 tienen derecho a la vida (bromeó)".
Hija, hermana, madre, compañera de vida de toda una saga de actores y directores de cine, recuerda que en sus inicios a su padre no le hizo ninguna gracia que se dedicara a este mundo, "porque sabía lo complicado que es ganarte la vida así, pero cuando vio que no había remedio, fui a la Escuela de Arte Dramático, creyó en mí". Con su padre comparte Premio de Honor en el Festival de Cine 'Ciudad de Astorga' porque en 1999, a título póstumo, José María Forqué era reconocido por su trayectoria y fue proyectada la película 'Atraco a las 3', donde hizo un guiño a las mantecadas. "Me hubiera gustado trabajar con mi 'papi' cuando he sido más mayor", asegura recordando que lo hizo siendo joven en la serie 'Ramón y Cajal' o en la película sobre la Inquisición titulada 'El segundo poder'. "Yo era muy rebelde, era joven, tenía 21 años y me creía que lo sabía todo, siempre jorobando, y ahora estoy tan arrepentida porque no era consciente".
Comprometida con el mundo que le rodea señaló que le preocupa el futuro del planeta del que dijo que "está peor, con más plásticos, sí, hay que ir arreglando todos los problemas del mundo, con los animales, las migraciones de las personas, pero si no lo guardamos no nos dará tiempo a llegar a la luz, porque si el planeta se convierte en un basurero, que ya lo es, desapareceremos antes de realizarnos como humanos y nos queda mucho camino".
Un camino tan fructífero e intenso como el de ella que cuando se le preguntó qué le queda por hacer dijo: "Vivir, llegar a más vieja con paz y esperar la muerte con alegría".
