Esteban Carro Celada
Domingo, 21 de Octubre de 2018

Un negocio de arriería en Santiagomillas (XII)

#39977

 

 

(...)

 

Mientras tanto el hijo de Bernardino recorría con la conducta Castilla entera, arrebañando lo que había que cobrar. Pero los tiempos eran nuevamente azarosos: “Sacando la escolta en León y si no la hubiere, que sigan hasta donde la haiga”. A la par, por estos días de febrero le añade a su acompañante Miguel Crespo que los caudales hay que conducirlos “hasta esta corte con sigilo y seguirás adoptando las medidas que consideres necesarias para que llegues sin novedad.”

 

El negocio adquiere otras vertientes, y así para Santa Engracia parte una carta en que se dan noticias de que “quedan por adquirir certificaciones de deuda sin interés”.

 

Hay detalles de un cierto humanismo, como cuando trata de urgir a Francisco, que está en Santiago de Millas, la cobranza de 500 reales sobre el Administrador de Correos de Astorga. “Procura hacerlo pronto pues es una pobre que le hace falta.”

 

Lo que les desesperaba era la competencia de los Botas. Y así se saca de una comunicación con Jorge Sigler de Bustamante, vallisoletano: “Saliendo una conducta para el ejército, que lleva Pedro Botas, nuestro paisano, solicitamos de él deje 17 duros para cumplir con sus órdenes, lo que no ha querido verificar con excusas frívolas y hasta decir claramente que no quería servirnos.” También el director del Banco le reclamó 12.000 duros.  Después viene el comentario muy contundente por parte de Bernardino Franco Alonso: “No pudiendo mirar con indiferencia esta acción tan grosera desearíamos que al presentarse (en Valladolid) a cobrar 12000 duros, le entregase la mayor cantidad posible en morralla para que purgarse en algún modo un proceder que se acredita de ser un grosero y no tener delicadeza y menos conocimiento natural, y si para las conductas sucesivas le conviniese alguna cantidad puede prevenírsenos, pues no tardará en que nos toque a nosotros.” Pero de esta bravata no ha de salir nada. Botas pasará a cobrar 6000 duros, pero con una condición y es que como lleva tan poco espacio libre, exige que se le pague en oro. Y así ha de hacerse.

 

Este disgusto, en cierto sentido, se iba a compensar con otra situación. La casa de Prado, su corresponsal en Lugo fue violentada por una facción carlista, pero ninguno de los fondos de los maragatos sufrió quebranto: “ha sido una fortuna que abandonasen su proyecto puesto que dieron lugar para salvar sus intereses y las personas. Que no hubieran dejado, sin alguna tropelía. Con las medidas que habrá tomado estarán a salvo sus personas e intereses.” Otro hecho similar le había sucedido a Vázquez de Ponferrada, hace algún tiempo, pero en esta ocasión hubo un robo efectivo. Hasta el punto de que más tarde pide a los maragatos que le presten la casa que tienen en Ponferrada, para poder depositar allí sus fondos.

 

 

#39979

 

 

En los primeros días del mes de abril del año 39 ya se meten en negocios de banca y bolsa: “El papel sobre Londres se puede tomar al cambio cotizado en la bolsa, aunque según el curso de las cosas no podía ser mucho más de lo cotizado.”

 

Durante estos meses de la primavera del 39 las conductas no son tan continuas como hace años, pero utilizan de forma más racional el paso de los diferentes maragatos. Por ahí anda Luis, camino de Labajos y saliéndole a la espera Bachiller, el corresponsal de Ávila, que le hace entrega en el pueblo de Blasco Sando, donde la conducta pernoctará el 13 de abril. El maragato Antonio Carro Crespo se presenta en Lugo y Luis vuelve de nuevo a León, con urgencia, porque ha de estar de vuelta en Madrid en el plazo de 15 días. Ni tiempo que le da a darse un garbeíllo a Santiago de Millas, a ver la novia. Por eso su padre pide a Francisco que “le  envíes doce caballerías y algunos talegos, pues no puede detenerse.”  Luis ha venido a león, y espera volver con un millón de reales y lo que salga por el camino, según las cartas que llegan a los corresponsales.

 

Un temor ha saltado a esta buena operación. Parte del dinero se hará efectivo en Ávila, Pero la sombra de un bandolero acecha. Es el 4 de mayo “como las noticias corren por aquí de que si se ha presentado Perdiz por esas cercanías, procurar a tener los fondos en la mejor manera posible, para que no se detenga.”

 

Cuando al fin toca a su fin el viaje de Luis, hay como una satisfacción vanidosa al comunicárselo al cuñado: “Llegó Luis el doce, con 57 talegos, y por consecuencia regular conducta, y a no ser la tal viuda de Salonos hubiera traído 13 talegas más, quedándose Roldán colgado.” Nuevamente, por lo soterrado, sale la competencia, el maragato Botas Roldán, también conductor de caudales.

 

La  guerra civil que está asolando España desde hace años ha dado tanto dinero a estos transportistas de la conducta de caudales. Solo que el gobierno les da otro tanto por ciento. Sabemos que a Santiago Alonso Cordero no se le pagan gran parte de los acarreos que hace para el ejército. Sus hermanos no es que tengan mejor suerte, ya que se les rebaja la comisión. Y así Francisco entra en apreturas porque ha de regularse el tanto por ciento de conducta a Luis Franco, hijo de Bernardino el otro consorcio. Y lo expresan así: “Parece  que le han rebajado la conducción, que siendo más de dos millones no pagan sino el 5/8 %. Si esto sucede, no puede abonarse más que la mitad”.

 

 

#39978

 

 

Existen unas cuantas cartas que son un tanteo por parte de Francisco respecto de Bernardino. Quiere quedar bien con el socio que también es padre del conductor, a quién hay que rebajarle los honorarios. Bernardino en una de sus cartas se queja amargamente de que haya prevalecido el interés particular de la familia y no los intereses de la compañía al establecer que debe de mantenérsele el tanto por ciento de conducción, a pesar de la reducción por parte del ejecutivo. Además precisa que a la conducta de Galicia se le han hecho reajustes: “y hace algunos meses se les paga 3/8, por haber subido nosotros la conducción”.

 

El hecho de que la conducta haya variado hacia las estribaciones de los montes cantábricos obliga a que muchos maragatos trabajen subsidiariamente para la compañía Alonso Cordero. Así Eusebio Alonso y su hijo que son aprovechados en Tuy. Por Orense anda un nuevo comisionado de Alonso Cordero Franco, se trata de Esteban Alonso. Por Ávila, recogiendo fondos de la Tesorería del Real Patrimonio de S. M. Otro comisionado, Esteban Pérez Franco. Hasta el punto de que por aquellos días Francisco ha de responder a Bernardino que no se pongan nerviosos, que a su hijo “Luis no lo he mandado a Galicia, por la conducta. Si quieres que estando Luis en el ejército esté a la vez en Tuy o Orense, dime cómo lo he de hacer, pues yo no lo sé.”

 

(Continuará...)

 

 

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