"Nos dolió escuchar que la dirección en España nos mintió, desde 2017 sabía que iban a cerrar Vestas"
Andrés Turienzo, 'Piru', conversó 'sin red' el sábado con Tomas Néstor en Veguellina de Órbigo, en el ciclo de entrevistas organizadas por la Concejalía de Cultura de Villarejo. Comenzó Tomás Néstor advirtiendo a Andrés Turienzo que tuviera cuidado que “aquí no hay red”. Como preámbulo leyó la carta que 'Piru' llevó en bici desde Villadangos hasta las oficinas de la empresa en la localidad de Aarhus, en Dinamarca.
![[Img #40199]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2018/4422_194.jpg?26)
Tomás Néstor: ¿Qué se siente cuando redactas y piensas en el texto que vas a presentar ante los jefes?
Andrés Turienzo: La carta está escrita en mi nombre, pues era yo la persona encargada de dársela. Pero la carta no salió de un bolígrafo mío. Sí que fue escrita, hablada, pensada y redactada tras el debate y la decisión de un pequeño grupo de compañeros y luego la firmé yo porque iba a ser la persona que la iba a lleavar.
En el vídeo se ve que a tu llegada a Aarhus se levanta una ventolera.
Pero la ventolera ya venía levantada de antes.
Así que tú habías contratado al viento para que acompañara. También extrañó inmensamente que el seño Jean-Marc Lechene empezara a aplaudirte como loco. Pensé que esto eran buenas sensaciones, ¿Qué contradictorio esto, no?
Era todo un poco raro, porque para ellos que una persona vaya hasta allí en bici con una carta a luchar por el trabajo les parecía algo tan increíble. Que alguien en nombre de sus compañeros llegara hasta allí para seguir formando parte de Vestas. Ellos se lo tomaron como un halago y un gesto de admiración…
Vamos, que quedaron descolocados.
Luego me han dicho que si yo estaba muy serio. Estaba nervioso y no podía ser de otra manera. Me iba a encontrar con una persona cuya primera idea era cargarse nuestra fábrica. Yo no puedo llegar allí, encontrármelo a la puerta y darle un abrazo.
Cuando entraste a su despacho por lo visto poco menos que os faltó ‘saltar al corro de la patata’. Un ambientazo, una familiaridad, un aquí no pasa nada. Jean-Marc Lechene no sé si lloraría, pero a punto estuvo. Tú te mordiste las lágrimas que querían escapársete. Pero qué contradictorio, no.
Del corro de la patata nada de nada. Había allí más tensión que…
Pero al señor le tocasteis el corazón, aunque no creo que llegarais a partírselo..
No lo sé, no sé si sirve de algo. Sí parecía afectado…
Tú crees que el capitalismo tiene corazón o tiene más bien bolsa y cuenta de resultados. En este caso Vestas.
¿Vestas? Eso es demoledor, no tiene corazón. Esta persona quizás sí lo tenga. Todas las personas yo creo que tienen corazón, pero estas ya lo ha demostrado que corazón poco.
![[Img #40196]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2018/2278_126.jpg?34)
Y cuando lo mirabas a los ojos, ¿qué te transmitía?
Era una situación rara porque se veía que sin hablar el mismo idioma nos lográbamos entender. Había un traductor por allí, pero dijo que no hacía falta que sabía lo que queríamos.
La travesía va desde el 11 de septiembre al 21 de septiembre. ¿Cómo surge la idea?
La idea viene de bastante más atrás de lo que parece. En agosto hice uno de los retos ciclistas que acostumbro. Yendo hacia Cabo Creus, hablo con uno de mis compañeros y amigos Paul y le digo: te imaginas que vamos hasta allí y mostramos la reivindicación. Paul me decía: tú ahora estate a esto, que bastante tienes... No había finalizado un proyecto y ya estaba pensando en cómo liar la cosa. Luego el primer proyecto no te sale como querías… Empiezas hablar con compañeros, les planteas la idea, ellos te animan, aparecen patrocinadores, ves que todo va para adelante y venga...
¿Qué se siente cuando tienes tanta gente detrás? Ya no solo los compañeros de Vestas, sino la ciudadanía en general, y que tú que de alguna manera eres el cabeza y el responsable de que todo eso vaya adelante y tenga efecto y sea efectista. ¡Menuda mochila la que tú llevabas!
Claro ahora lo piensas y dices: Jo, si no lo llego a hacer la que montamos. Ahora sí que lo piensas y te dices en menudo lío me pude haber metido. Pero entonces yo no pensaba en el fracaso ni en todo lo que se generó. Pensaba en que podía y en que íbamos a llegar, y que no cabía otra posibilidad. Por supuesto que no pensaba en la repercusión ni en el trabajo de tanta gente como había detrás. No era consciente de todo eso.
¿La primera etapa hasta Vitoria no? Y la salida de León entre palmas, con un grupo de por lo menos 50 ciclistas acompañándote.
Nos acompañaba mucha gente. Compañeros de trabajo y los ciclistas de uno de los patrocinadores que tiene un equipo y los movilizó, y fueron con nosotros durante un buen trayecto. Antes de Sahagún ya me quedé solo y de ahí para adelante…
Y de ahí para adelante tú, la bicicleta, Julio, Diego y Víctor y la caravana que habíais conseguido tan solo un día antes. ¿Te acuerdas de la matrícula de la caravana?
Ni idea.
Claro, tú ibas delante.
Pero daba igual, porque era de matrícula española y no tenías problema.
![[Img #40195]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2018/2070_039.jpg?42)
Recibisteis bastantes apoyos, sobre todo de Diputación, Izquierda Unida…
Muchos. Me da rabia cuando me preguntan esto, porque siempre dejas a alguien fuera y vaya pena no.
No, no pero la culpa es mía. Ponemos puntos suspensivos y ya está.
Al principio sí que estábamos mirando patrocinadores, pero es que luego ya sonaba el teléfono de manera espontánea y decían que querían colaborar y esto fue un gran impulso, una gran ayuda a la que estamos muy agradecidos.
Cinco países más España. Y el primer pinchazo al llegar a Hamburgo. Casi 2000 km sin pinchar. Eso es una gozada. Tú eres un crack. Y la bici que llevabas casi es para decir la marca o al menos la de las cubiertas para utilizarlas, porque fíjate 2000 km y tan fresco.
Luego se pinchan todas juntos. Podrían haberlo hecho gradualmente.
¿Cómo era un día cualquiera?
Se levantaban, yo quedaba un poco de remolón. Julio se encargaba de los preparativos. Comentabamos cómo iba a ser la jornada. Miras el tiempo. Limpiamos la bici, se hincha. Diego y Victoria ayudando en estas tareas. Arrancábamos. Cada 50 km hacíamos la parada para reponer los botellines y cambiar ropa…
¿Y no era demasiado monótono todos los días lo mismo, lo mismo, lo mismo?
Sí que era todos los días lo mismo, pero íbamos por sitios distintos…
No tenías tiempo ni para ver el paisaje, ni a las personas ni nada de nada.
Daba pena porque a veces te metías por ciudades muy bonitas y no íbamos a disfrutar de ellas. Ni tiempo para tomar una triste cerveza teníamos cuando llegábamos al destino.
¿Por algún momento os cundió el desánimo y pensasteis quién coño me habrá mandado meterme en esto con lo bien que estaría yo ahora en Villoria o en La Bañeza o en León, y yo aquí ahora desgarrándome los músculos, pedaleando, y vete a saber cuando lleguemos allí qué pasará? ¿En ningún momento llego el desánimo?
Sí, sí, no tanto como lo escenificas pero realmente hay momentos malos, ratos fastidiados, cuando te da el aire en contra, cuando ves que no avanzas. Mis compañeros me preguntaban ¿qué tal vas? Yo respondía: tengo piernas voy bien. Pero llegábamos al final del día y salía una media de 25 cuando una media normal suele ser de 30. Tardábamos mucho más en llegar al final de la etapa. Y otra vez: ¿qué tal estás?, y yo, pues bien. Sabía que tenía que ir guardando, que tenía que ahorrar energías... Me sentía bien, pero pensaba que mis compañeros no me creían, porque iba un poco más despacio de lo habitual. El día que salimos de París que subimos de 30 de media, ese día ya les transmití confianza.
¿Y los automovilistas, porque no ibais por autovías y autopistas no?
Anda que ahí hay un baile...
![[Img #40198]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2018/1926_157.jpg?26)
Pregunto si los automovilistas os pitaban, o hacían algún gesto feo o…
No, no, qué va. Allí hay una cultura de bici que es increíble que debíamos de imitar. Para ellos el ciclista no es un estorbo. Hay mucho carril bici y mucho respeto al que va en bici. Pero sí que hubo momentos en los que tuvimos que hacer alguna ‘gambada’. Momentos en que sabes que algo está mal hecho, pero es que si no, no llegábamos. En Amberes para cruzar el río había que pasar por un túnel. Un túnel de ida y vuelta regulado por un semáforo. Estuve a la espera del semáforo. Antes vi que cuando se habría solían pasar unos 20 coches. Analicé la situación y me dije: venga pues con el último que pase voy detrás de él y a tope. El túnel era en su primera mitad hacia abajo y luego iba en cuesta. Cuando llego al medio hacia arriba, un piñón menos, un piñón menos, pum pum pum pum, otro piñón menos. Ya veía venir los coches de frente. Las luces, pitidos. Ya se había abierto el semáforo por detrás pues venían los coches dale que te pego. Agobiado, empiezo a ver la luz del túnel al final y salí para fuera entre pitidos, no precisamente de alborozo.
¿Esperáis alguna respuesta aunque solo sea por cortesía a la carta,o ya la ha habido? Porque la dirección estaba clara.
No, nada ha habido y no esperamos nada. Ya está firmado todo.
Pero hombre aunque sea por cortesía, ni una falsa disculpa.
No la espero, y sí que el trato fue bueno allí. Nos recibieron, me dejaron duchar me dieron de comer, un trato exquisito.
Imagino que entre tanta amabilidad le comunicarais: o nos arregla lo de Villadangos o nos encerramos aquí y no nos vamos.
Teníamos unas ganas de venir de la leche. Allí no se quería encerrar nadie. El objetivo era entregar la carta y no pensamos en otra cosa.
Pero sin mucha esperanza.
El tío fue claro. El pescado ya estaba vendido. Nos fastidió escucharlo y sobre todo escuchar que desde la dirección de España nos habían mentido durante todo este tiempo. Ya que nos dijo que desde 2017 ya se sabía, y aquí la dirección erre que erre con que no pasaba nada, que todo iba bien.
![[Img #40197]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2018/1469_010.jpg?19)
Pero hablaba español el director de aquí ¿no?
Por desgracia sí, era mejor que hubiera estado callado.
¿Qué papel ha tenido en todo este asunto la Fundación Anclaje? La Fundación Anclaje tiene un ámbito de actuación en Castilla y León. En ella participan el Gobierno Regional, el Autonómico, los sindicatos, la patronal. Es algo así como la UVI a la que van a pagar las empresas que están con graves problemas.
Estoy algo verde en esto. Desde mi punto de vista, en julio hubo una reunión con esa fundación y poco menos que pasó de nosotros.
O sea que con Valladolid las comunicaciones son como con Aarhus.
Allí no fueron en bici; tal vez si hubiéramos ido en bici nos hubieran hecho más caso. Pero pasaron de nosotros, literal. Luego ya cuando se destapó el pastel pues sí que dijeron: venir aquí que lo intentamos arreglar. Pero de primeras la respuesta fue que como la dirección decía que no había problema éramos tan solo un grupo de vagos que no queríamos trabajar. Más tarde, muy tarde, se vio la realidad.
Cuando quisieron intervenir los poderes públicos, ya estaba todo el pescado vendido.
El pescado ya estaba de antes, pero tal vez si hubiera trabajado de otra manera si nos hubieran hecho caso antes.
A mí, visto desde fuera, me da la impresión que tanto el Gobierno Regional como el Gobierno Nacional se lo tomaron como a broma, y ya cuando vieron la movilización social, que sí ibais en serio, quisieron ponerse la medalla. Y a lo mejor no la merecían.
La medalla está por ponerse todavía. Está por ponerse, porque ahí hay un problema todavía grande. Hemos firmado un acuerdo, hemos firmado un despido, un acuerdo de despido; pero el problema está ahí. Ahora estamos todavía un poco en la nube hasta el 31 de diciembre, y que de verdad nos quedemos en casa, en la calle, en paro y a la espera de que el inversor ese que…
![[Img #40200]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2018/1319_219.jpg?15)
Sí, el inversor ese famosísimo que vendrá con un saco de millones y que lo arreglaría todo.
Mira la medalla creo que está por colgar porque el gobierno es del PSOE. La Diputación del PP. ¿Quién lleva la medalla del inversor Diputación o…?
Quién sabe si habrá tres inversores distintos y se estarán peleando por ver quién es o cuáles las mejores condiciones.
Muy optimista eres tú.
Carta a los Reyes Magos que ni son reyes ni magos… A mí me parece que hay mucho humo, pero la esperanza…
Sí, sí, la esperanza ahí está.
Entonces el día 31 de diciembre ¿qué?
No sabemos, no tenemos ni idea.
¿Psicológicamente estáis preparados? Porque claro es un cacharrazo. Pienso que se necesita una preparación mental para afrontar el día después. Es que el palo es fortísimo.
Sí, habrá quien lo lleve mejor, quien peor, quien tenga perspectivas. Pero cada uno tendrá que luchar y lucharemos todos juntos por intentar que venga por ahí algo o alguien para poder seguir trabajando y León no se vaya al carajo.
A mí que me gusta leer mucho el periódico, en la provincia todo son procesiones, romerías, pendones, gaitas, castañuelas. Que está muy bien. A mí me encanta la jota, eh. Pero en el periódico no hay nada de sustancia. Entonces es posible que acabemos siendo toda la provincia un museo. Pasarán con la cámara los alemanes, los daneses. Nos darán a un botón y dirán ahora toca cantar la jota y cantaremos. Exagero, pero es que vamos camino de eso y Ayuntamientos y Diputación bailando jotas en esa agua.
No lo digas. Que me agrías el rato.
A continuación la entrevista discurrió en el recuento de las hazañas ciclistas de Andrés Turienzo, que son muchas, y de infinidad de anécdotas.
![[Img #40199]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2018/4422_194.jpg?26)
Tomás Néstor: ¿Qué se siente cuando redactas y piensas en el texto que vas a presentar ante los jefes?
Andrés Turienzo: La carta está escrita en mi nombre, pues era yo la persona encargada de dársela. Pero la carta no salió de un bolígrafo mío. Sí que fue escrita, hablada, pensada y redactada tras el debate y la decisión de un pequeño grupo de compañeros y luego la firmé yo porque iba a ser la persona que la iba a lleavar.
En el vídeo se ve que a tu llegada a Aarhus se levanta una ventolera.
Pero la ventolera ya venía levantada de antes.
Así que tú habías contratado al viento para que acompañara. También extrañó inmensamente que el seño Jean-Marc Lechene empezara a aplaudirte como loco. Pensé que esto eran buenas sensaciones, ¿Qué contradictorio esto, no?
Era todo un poco raro, porque para ellos que una persona vaya hasta allí en bici con una carta a luchar por el trabajo les parecía algo tan increíble. Que alguien en nombre de sus compañeros llegara hasta allí para seguir formando parte de Vestas. Ellos se lo tomaron como un halago y un gesto de admiración…
Vamos, que quedaron descolocados.
Luego me han dicho que si yo estaba muy serio. Estaba nervioso y no podía ser de otra manera. Me iba a encontrar con una persona cuya primera idea era cargarse nuestra fábrica. Yo no puedo llegar allí, encontrármelo a la puerta y darle un abrazo.
Cuando entraste a su despacho por lo visto poco menos que os faltó ‘saltar al corro de la patata’. Un ambientazo, una familiaridad, un aquí no pasa nada. Jean-Marc Lechene no sé si lloraría, pero a punto estuvo. Tú te mordiste las lágrimas que querían escapársete. Pero qué contradictorio, no.
Del corro de la patata nada de nada. Había allí más tensión que…
Pero al señor le tocasteis el corazón, aunque no creo que llegarais a partírselo..
No lo sé, no sé si sirve de algo. Sí parecía afectado…
Tú crees que el capitalismo tiene corazón o tiene más bien bolsa y cuenta de resultados. En este caso Vestas.
¿Vestas? Eso es demoledor, no tiene corazón. Esta persona quizás sí lo tenga. Todas las personas yo creo que tienen corazón, pero estas ya lo ha demostrado que corazón poco.
![[Img #40196]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2018/2278_126.jpg?34)
Y cuando lo mirabas a los ojos, ¿qué te transmitía?
Era una situación rara porque se veía que sin hablar el mismo idioma nos lográbamos entender. Había un traductor por allí, pero dijo que no hacía falta que sabía lo que queríamos.
La travesía va desde el 11 de septiembre al 21 de septiembre. ¿Cómo surge la idea?
La idea viene de bastante más atrás de lo que parece. En agosto hice uno de los retos ciclistas que acostumbro. Yendo hacia Cabo Creus, hablo con uno de mis compañeros y amigos Paul y le digo: te imaginas que vamos hasta allí y mostramos la reivindicación. Paul me decía: tú ahora estate a esto, que bastante tienes... No había finalizado un proyecto y ya estaba pensando en cómo liar la cosa. Luego el primer proyecto no te sale como querías… Empiezas hablar con compañeros, les planteas la idea, ellos te animan, aparecen patrocinadores, ves que todo va para adelante y venga...
¿Qué se siente cuando tienes tanta gente detrás? Ya no solo los compañeros de Vestas, sino la ciudadanía en general, y que tú que de alguna manera eres el cabeza y el responsable de que todo eso vaya adelante y tenga efecto y sea efectista. ¡Menuda mochila la que tú llevabas!
Claro ahora lo piensas y dices: Jo, si no lo llego a hacer la que montamos. Ahora sí que lo piensas y te dices en menudo lío me pude haber metido. Pero entonces yo no pensaba en el fracaso ni en todo lo que se generó. Pensaba en que podía y en que íbamos a llegar, y que no cabía otra posibilidad. Por supuesto que no pensaba en la repercusión ni en el trabajo de tanta gente como había detrás. No era consciente de todo eso.
¿La primera etapa hasta Vitoria no? Y la salida de León entre palmas, con un grupo de por lo menos 50 ciclistas acompañándote.
Nos acompañaba mucha gente. Compañeros de trabajo y los ciclistas de uno de los patrocinadores que tiene un equipo y los movilizó, y fueron con nosotros durante un buen trayecto. Antes de Sahagún ya me quedé solo y de ahí para adelante…
Y de ahí para adelante tú, la bicicleta, Julio, Diego y Víctor y la caravana que habíais conseguido tan solo un día antes. ¿Te acuerdas de la matrícula de la caravana?
Ni idea.
Claro, tú ibas delante.
Pero daba igual, porque era de matrícula española y no tenías problema.
![[Img #40195]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2018/2070_039.jpg?42)
Recibisteis bastantes apoyos, sobre todo de Diputación, Izquierda Unida…
Muchos. Me da rabia cuando me preguntan esto, porque siempre dejas a alguien fuera y vaya pena no.
No, no pero la culpa es mía. Ponemos puntos suspensivos y ya está.
Al principio sí que estábamos mirando patrocinadores, pero es que luego ya sonaba el teléfono de manera espontánea y decían que querían colaborar y esto fue un gran impulso, una gran ayuda a la que estamos muy agradecidos.
Cinco países más España. Y el primer pinchazo al llegar a Hamburgo. Casi 2000 km sin pinchar. Eso es una gozada. Tú eres un crack. Y la bici que llevabas casi es para decir la marca o al menos la de las cubiertas para utilizarlas, porque fíjate 2000 km y tan fresco.
Luego se pinchan todas juntos. Podrían haberlo hecho gradualmente.
¿Cómo era un día cualquiera?
Se levantaban, yo quedaba un poco de remolón. Julio se encargaba de los preparativos. Comentabamos cómo iba a ser la jornada. Miras el tiempo. Limpiamos la bici, se hincha. Diego y Victoria ayudando en estas tareas. Arrancábamos. Cada 50 km hacíamos la parada para reponer los botellines y cambiar ropa…
¿Y no era demasiado monótono todos los días lo mismo, lo mismo, lo mismo?
Sí que era todos los días lo mismo, pero íbamos por sitios distintos…
No tenías tiempo ni para ver el paisaje, ni a las personas ni nada de nada.
Daba pena porque a veces te metías por ciudades muy bonitas y no íbamos a disfrutar de ellas. Ni tiempo para tomar una triste cerveza teníamos cuando llegábamos al destino.
¿Por algún momento os cundió el desánimo y pensasteis quién coño me habrá mandado meterme en esto con lo bien que estaría yo ahora en Villoria o en La Bañeza o en León, y yo aquí ahora desgarrándome los músculos, pedaleando, y vete a saber cuando lleguemos allí qué pasará? ¿En ningún momento llego el desánimo?
Sí, sí, no tanto como lo escenificas pero realmente hay momentos malos, ratos fastidiados, cuando te da el aire en contra, cuando ves que no avanzas. Mis compañeros me preguntaban ¿qué tal vas? Yo respondía: tengo piernas voy bien. Pero llegábamos al final del día y salía una media de 25 cuando una media normal suele ser de 30. Tardábamos mucho más en llegar al final de la etapa. Y otra vez: ¿qué tal estás?, y yo, pues bien. Sabía que tenía que ir guardando, que tenía que ahorrar energías... Me sentía bien, pero pensaba que mis compañeros no me creían, porque iba un poco más despacio de lo habitual. El día que salimos de París que subimos de 30 de media, ese día ya les transmití confianza.
¿Y los automovilistas, porque no ibais por autovías y autopistas no?
Anda que ahí hay un baile...
![[Img #40198]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2018/1926_157.jpg?26)
Pregunto si los automovilistas os pitaban, o hacían algún gesto feo o…
No, no, qué va. Allí hay una cultura de bici que es increíble que debíamos de imitar. Para ellos el ciclista no es un estorbo. Hay mucho carril bici y mucho respeto al que va en bici. Pero sí que hubo momentos en los que tuvimos que hacer alguna ‘gambada’. Momentos en que sabes que algo está mal hecho, pero es que si no, no llegábamos. En Amberes para cruzar el río había que pasar por un túnel. Un túnel de ida y vuelta regulado por un semáforo. Estuve a la espera del semáforo. Antes vi que cuando se habría solían pasar unos 20 coches. Analicé la situación y me dije: venga pues con el último que pase voy detrás de él y a tope. El túnel era en su primera mitad hacia abajo y luego iba en cuesta. Cuando llego al medio hacia arriba, un piñón menos, un piñón menos, pum pum pum pum, otro piñón menos. Ya veía venir los coches de frente. Las luces, pitidos. Ya se había abierto el semáforo por detrás pues venían los coches dale que te pego. Agobiado, empiezo a ver la luz del túnel al final y salí para fuera entre pitidos, no precisamente de alborozo.
¿Esperáis alguna respuesta aunque solo sea por cortesía a la carta,o ya la ha habido? Porque la dirección estaba clara.
No, nada ha habido y no esperamos nada. Ya está firmado todo.
Pero hombre aunque sea por cortesía, ni una falsa disculpa.
No la espero, y sí que el trato fue bueno allí. Nos recibieron, me dejaron duchar me dieron de comer, un trato exquisito.
Imagino que entre tanta amabilidad le comunicarais: o nos arregla lo de Villadangos o nos encerramos aquí y no nos vamos.
Teníamos unas ganas de venir de la leche. Allí no se quería encerrar nadie. El objetivo era entregar la carta y no pensamos en otra cosa.
Pero sin mucha esperanza.
El tío fue claro. El pescado ya estaba vendido. Nos fastidió escucharlo y sobre todo escuchar que desde la dirección de España nos habían mentido durante todo este tiempo. Ya que nos dijo que desde 2017 ya se sabía, y aquí la dirección erre que erre con que no pasaba nada, que todo iba bien.
![[Img #40197]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2018/1469_010.jpg?19)
Pero hablaba español el director de aquí ¿no?
Por desgracia sí, era mejor que hubiera estado callado.
¿Qué papel ha tenido en todo este asunto la Fundación Anclaje? La Fundación Anclaje tiene un ámbito de actuación en Castilla y León. En ella participan el Gobierno Regional, el Autonómico, los sindicatos, la patronal. Es algo así como la UVI a la que van a pagar las empresas que están con graves problemas.
Estoy algo verde en esto. Desde mi punto de vista, en julio hubo una reunión con esa fundación y poco menos que pasó de nosotros.
O sea que con Valladolid las comunicaciones son como con Aarhus.
Allí no fueron en bici; tal vez si hubiéramos ido en bici nos hubieran hecho más caso. Pero pasaron de nosotros, literal. Luego ya cuando se destapó el pastel pues sí que dijeron: venir aquí que lo intentamos arreglar. Pero de primeras la respuesta fue que como la dirección decía que no había problema éramos tan solo un grupo de vagos que no queríamos trabajar. Más tarde, muy tarde, se vio la realidad.
Cuando quisieron intervenir los poderes públicos, ya estaba todo el pescado vendido.
El pescado ya estaba de antes, pero tal vez si hubiera trabajado de otra manera si nos hubieran hecho caso antes.
A mí, visto desde fuera, me da la impresión que tanto el Gobierno Regional como el Gobierno Nacional se lo tomaron como a broma, y ya cuando vieron la movilización social, que sí ibais en serio, quisieron ponerse la medalla. Y a lo mejor no la merecían.
La medalla está por ponerse todavía. Está por ponerse, porque ahí hay un problema todavía grande. Hemos firmado un acuerdo, hemos firmado un despido, un acuerdo de despido; pero el problema está ahí. Ahora estamos todavía un poco en la nube hasta el 31 de diciembre, y que de verdad nos quedemos en casa, en la calle, en paro y a la espera de que el inversor ese que…
![[Img #40200]](http://astorgaredaccion.com/upload/images/11_2018/1319_219.jpg?15)
Sí, el inversor ese famosísimo que vendrá con un saco de millones y que lo arreglaría todo.
Mira la medalla creo que está por colgar porque el gobierno es del PSOE. La Diputación del PP. ¿Quién lleva la medalla del inversor Diputación o…?
Quién sabe si habrá tres inversores distintos y se estarán peleando por ver quién es o cuáles las mejores condiciones.
Muy optimista eres tú.
Carta a los Reyes Magos que ni son reyes ni magos… A mí me parece que hay mucho humo, pero la esperanza…
Sí, sí, la esperanza ahí está.
Entonces el día 31 de diciembre ¿qué?
No sabemos, no tenemos ni idea.
¿Psicológicamente estáis preparados? Porque claro es un cacharrazo. Pienso que se necesita una preparación mental para afrontar el día después. Es que el palo es fortísimo.
Sí, habrá quien lo lleve mejor, quien peor, quien tenga perspectivas. Pero cada uno tendrá que luchar y lucharemos todos juntos por intentar que venga por ahí algo o alguien para poder seguir trabajando y León no se vaya al carajo.
A mí que me gusta leer mucho el periódico, en la provincia todo son procesiones, romerías, pendones, gaitas, castañuelas. Que está muy bien. A mí me encanta la jota, eh. Pero en el periódico no hay nada de sustancia. Entonces es posible que acabemos siendo toda la provincia un museo. Pasarán con la cámara los alemanes, los daneses. Nos darán a un botón y dirán ahora toca cantar la jota y cantaremos. Exagero, pero es que vamos camino de eso y Ayuntamientos y Diputación bailando jotas en esa agua.
No lo digas. Que me agrías el rato.
A continuación la entrevista discurrió en el recuento de las hazañas ciclistas de Andrés Turienzo, que son muchas, y de infinidad de anécdotas.






