Redacción
Jueves, 18 de Julio de 2013
Descubiertos nuevos petroglifos en Andiñuela
Los hallazgos están repartidos en diferentes rocas de una misma zona, y se sitúan relativamente cerca de los petroglifos de La Peña Furada de Turienzo de los Caballeros.
Como recoge Juan Carlos Campos en su blog Tierra de Amacos, los petroglifos descubiertos por Mark Raes (en la fotografía superior) -un belga asentado en Maragatería-, se encuentran en tres rocas próximas entre sí. La más interesante de ellas tiene "todo el aspecto de un altar rupestre prehistórico", en el cual fueron esculpidas una docena de cazoletas de distintos tamaños y un sistema de cubetas comunicadas por surcos por donde podría fluir cualquier tipo de líquido. Esta pequeña ara, según el autor del libro 'Petroglifos en Maragatería', guarda un parecido evidente con Peña Furada (el altar rupestre de Turienzo), "así como la impresión de que fueron construidos en la misma época y para el mismo fin".
La roca que según Juan Carlos Campos podría ser el altar del sistema de petroglifos encontrados en Andiñuela.
Muy cerca de este 'altar' situado en un alforamiento de pizarra a un par de metros del suelo, se encuentran otras dos rocas, una de ellas con pocas cazoletas y la otra con una veintena de estos elementos, marcando en ambos casos la dirección este-oeste, probablemente "delimitan el espacio sagrado", señala el investigador.
Campos cree que podríamos estar ante rocas esculpidas antes del Calcolítico, podrían ser "vestigios de los pueblos neolíticos, cuya existencia aparece probada en las zonas limítrofes (Zamora, Portugal, Galicia...). El contexto arqueológico en el que están localizados está alejado de cualquier asentamiento prehistórico conocido, y parece relacionarse más con las zonas de pastos altos de montaña que tanto debieron apreciar los ganados de los primeros pobladores estables de estas tierras".
Lugar donde Mark Raes encontró los petroglifos entre Turienzo de los Caballeros y Andiñuela.
La Peña Furada de Turienzo
El altar encontrado por Mark Raes parece ser que guarda una estrecha relación con La Peña Furada de Turienzo de los Caballeros. Esta peña horadada es un referente en la zona porque fue el primer petroglifo descubierto en la provincia en la década de 1980, permaneciendo en el olvido durante más de 20 años, hasta que en 2008 llegaron los nuevos hallazgos rupestres en la comarca maragata.
Los petroglifos de Andiñuela forman parte de los descubrimientos realizados por la red de 'arqueólogos rurales', como le gusta llamar a Juan Carlos Campos a los aficionados que salen al monte en busca de vestigios de los primeros pobladores de Maragatería. "Yo sólo hago de transmisor entre la gente de los pueblos y Patrimonio para que queden catalogados", señala el artífice de que los habitantes de esta zona hayan aprendido a valorar la riqueza de su entorno.
Campos concluye que "los nuevos descubrimientos de Mark no son fruto de la casualidad, son el producto del esfuerzo y de la pasión por el arte rupestre", y el resultado son estas rocas con petroglifos entre Turienzo y Andiñuela. El lugar exacto prefiere no desvelarlo por el mal estado de conservación del altar.
![[Img #4363]](upload/img/periodico/img_4363.jpg)
Como recoge Juan Carlos Campos en su blog Tierra de Amacos, los petroglifos descubiertos por Mark Raes (en la fotografía superior) -un belga asentado en Maragatería-, se encuentran en tres rocas próximas entre sí. La más interesante de ellas tiene "todo el aspecto de un altar rupestre prehistórico", en el cual fueron esculpidas una docena de cazoletas de distintos tamaños y un sistema de cubetas comunicadas por surcos por donde podría fluir cualquier tipo de líquido. Esta pequeña ara, según el autor del libro 'Petroglifos en Maragatería', guarda un parecido evidente con Peña Furada (el altar rupestre de Turienzo), "así como la impresión de que fueron construidos en la misma época y para el mismo fin".
![[Img #4365]](upload/img/periodico/img_4365.jpg)
La roca que según Juan Carlos Campos podría ser el altar del sistema de petroglifos encontrados en Andiñuela.
Muy cerca de este 'altar' situado en un alforamiento de pizarra a un par de metros del suelo, se encuentran otras dos rocas, una de ellas con pocas cazoletas y la otra con una veintena de estos elementos, marcando en ambos casos la dirección este-oeste, probablemente "delimitan el espacio sagrado", señala el investigador.
Campos cree que podríamos estar ante rocas esculpidas antes del Calcolítico, podrían ser "vestigios de los pueblos neolíticos, cuya existencia aparece probada en las zonas limítrofes (Zamora, Portugal, Galicia...). El contexto arqueológico en el que están localizados está alejado de cualquier asentamiento prehistórico conocido, y parece relacionarse más con las zonas de pastos altos de montaña que tanto debieron apreciar los ganados de los primeros pobladores estables de estas tierras".
![[Img #4364]](upload/img/periodico/img_4364.jpg)
Lugar donde Mark Raes encontró los petroglifos entre Turienzo de los Caballeros y Andiñuela.
La Peña Furada de Turienzo
El altar encontrado por Mark Raes parece ser que guarda una estrecha relación con La Peña Furada de Turienzo de los Caballeros. Esta peña horadada es un referente en la zona porque fue el primer petroglifo descubierto en la provincia en la década de 1980, permaneciendo en el olvido durante más de 20 años, hasta que en 2008 llegaron los nuevos hallazgos rupestres en la comarca maragata.
Los petroglifos de Andiñuela forman parte de los descubrimientos realizados por la red de 'arqueólogos rurales', como le gusta llamar a Juan Carlos Campos a los aficionados que salen al monte en busca de vestigios de los primeros pobladores de Maragatería. "Yo sólo hago de transmisor entre la gente de los pueblos y Patrimonio para que queden catalogados", señala el artífice de que los habitantes de esta zona hayan aprendido a valorar la riqueza de su entorno.
Campos concluye que "los nuevos descubrimientos de Mark no son fruto de la casualidad, son el producto del esfuerzo y de la pasión por el arte rupestre", y el resultado son estas rocas con petroglifos entre Turienzo y Andiñuela. El lugar exacto prefiere no desvelarlo por el mal estado de conservación del altar.






