"En España nos gusta más mirarnos el ombligo y pelearnos por conflictos que no benefician a nadie"

 

 

 

“El actor, la actriz es un atleta del corazón al que le pertenece orgánicamente la esfera afectiva”, decía Antonin Artaud, en ‘El teatro y su doble’.

Para unificar sus emociones como un Atleta utiliza su musculatura. El actor, la actriz ha de ver al personaje como a un doble. Lo que practican, según nos cuenta Inés Diego, es una especie de desdoblamiento. Por una parte está la danza, a veces cósmica, que habrá que ir a buscarla si fuera preciso hasta la India para saber del Tandaba de Shiva-Natajara. También deberán de ejercitarse en el arte de la vocalización, de la dicción, del mutismo si hace al caso, de la respiración, que puede ser de una sutileza imperceptible al oído, ritmo vital del que la respiración cotidiana no es más que un facsímil, y si hace al caso también en la espagírica. Por último tras muchas cosas más habrán de ejercitarse en la autocrítica, no como las garzas.

 

Una vez lanzada a tales artes todavía resta lo más importante: la búsqueda interior, en este caso no de sí misma, sino a través de sí misma o bien, como dejaba caer en la entrevista Inés, para llegar a sí misma a través del personaje, algo como lo de la famosa obra de Pirandello.

“El alma es una madeja de vibraciones”. Aproximarse a ella, con el fin de apropiarse la de cada personaje en una tarea de labra agustiniana. La sociedad es el Dios, y cada ser humano se alimenta de la sociedad entera, de las briznas de todos los otros. Tendrá que intoxicarse de estas presencias, pero de alguna de aquellas que bien le convengan, con sus propios lenguajes y hasta sus gritos si fuera preciso.

Por eso ser actriz es un martirio, pues el conocerse se hará por un desvío, como una soñadora en el corazón de una historia, en el corazón de un sueño. Sin necesidad de dar con un universal que no existe ni ningún Dios, sino a través de los hombres y mujeres que sufren o se alegran de estar aquí por ver los meteoritos que están cayendo.

Además de todo eso procurará salir en cuantos titulares de películas pueda, comprometerse y que lo sepamos, cuidarse de hipersensibilidades  y como no hacerle buenas trampas a la locura.

 

 

 

 

Invitó Tomás a Inés a charlar sin red, de la que dijo que en ella estábamos todos y que venir aquí suponía entrar a formar parte de ‘Conversaciones sin Red’, una especie de Club de privilegiados. La invitó también a empadronarse en Veguellina.

 

 

Tomás Néstor: "Una actriz en este momento, dadas sus cualidades, que es imposible de ignorar", han escrito de ti. ¿Asumes este retrato?

 

Inés Diago: Es muy halagador, pero yo soy una persona muy cabezona y cuando se trata de un personaje, o un proyecto nuevo siempre me entrego a él a muerte.

 

 

Cuando te metiste en el pellejo de Felicidad Blanc te dejaste algunas plumas en la gatera. Pero esto lo dejamos para más tarde. Ahora vamos a hablar de tus primeros pasos.

 

El mundo de la interpretación es muy variado y una de sus mejores atractivos es poder disfrutar de tantas disciplinas como tienes que controlar para llegar a realizarlo bien: interpretación, danza, además del espíritu artístico de cada cual que aderezado con estas técnicas permita mostrar un personaje.

 

 

¿En algún momento has sentido vértigo para lanzarte a algún tipo de propuesta teatral, cinematográfica?

 

En esta profesión siempre tienes que tener en cuenta al público, por ello te tienes que plantear sí deberías hacer un determinado tipo de personaje, y mucho más ahora que vemos cómo está el tema…

 

 

¿Pero, ha habido algún papel en concreto que cuando te lo proponen exclamaste ¡uf!? Como el de la monja.

 

Bueno eso era lo del cristianismo. Me considero cristiana, si bien es cierto que con el paso del tiempo dejé de practicar el catolicismo. Sí que creo en Dios pero tampoco tengo excesivos miramientos para interpretar una monja. No considero que sea ninguna ofensa, hay que verlo como ficción y además es un personaje ya muy tópico en las películas de  terror.

 

 

¿Cómo es eso de que las monjas producen terror?

 

Las monjas se suelen utilizar cómo recurso de terror en el cine muy a menudo. Supongo que por la controversia del personaje y por el contraste con eso que se espera de ella y lo que pueda hacer.

 

 

A los 12 años te subiste al escenario y no te has bajado, pero te subiste con catecismo y  guión. Fue en un teatro que se llamaba teatro Savio, sabio con v,  de Domingo Savio. Y además interpretas del papel de mujer 1, …

 

La única frase que decía en toda la obra era ‘Llámame’, sin embargo a partir de esta frase tan párvula quise quedarme en el teatro y me quedé.

 

 

¿Cómo se casa eso del catecismo  y el teatro?

 

En La Robla cuando hacías la comunión con 7 o 8 años entrabas a formar parte de unas enseñanzas salesianas. Los amigos de Domingo Savio. Es en esa edad de 12 años previa la confirmación cuando se formó el ‘Grupo de Teatro Savio’ y es por eso por lo que me subo al teatro.

 

 

¿Teníais algún tipo de protección divina por eso de llamaros Santo Domingo Savio?

 

 Nunca ganamos ningún premio,

 

 

Entonces es un santo de Tercera División.

 

Bueno pero a algunas y algunos nos enseñó todo lo que sabemos de interpretación. Sirvió como impulso para muchas personas que después han continuado en el teatro.

 

 

 

 

¿Y de teatro infantil también has hecho algo no?

 

Con la compañía ‘Súper Cuates’ Hicimos hace dos años un musical dedicado a niños de entre 4 y 6 años. Unos años después de haber hecho una única función en León, una compañera vino ilusionada porque había escuchado en el McDonald`s a uno de los niños cantando una de nuestras canciones.

 

 

En grupos de teatro has estado en numerosísimos, por ejemplo: Teatro Abierto que es como teatro desnudo o teatro sin red.

 

Eso es mi problema o mi virtud, pues me apunto a todo lo que me ofrecen. Todo lo que me motive artísticamente me encuentra allí.

 

 

Lo de ‘Íntimas’. Yo he visto algunas imágenes de la representación y me parecen impresionantes, porque sois tan solo dos personajes y la música, que es en directo. Hay un montón de espectáculos en los que tú participas que tienen la música en directo.

 

Es una combinación que desde que la descubrí en la representación de los Panero, ‘Cierzo y silencio’ me gustó. En ella intervenía Luis Miguel Sanz, un músico de Astorga que toca la viola de gamba, un instrumento poco habitual, y la fuerza que le daba al espectáculo la música en directo creaba un ambiente muy acogedor. Y desde entonces siempre que me es posible intento que la música esté en directo.

 

 

Lo de íntima eran cinco escenas de la vida cotidiana.

 

Eran cinco personajes distintos en donde cada una explicaba una situación distinta sin ninguna conexión de unos como otros. Todos se hacían “desde la palabra de la mujer”, en distintas situaciones de la vida.

 

 

También has participado en el grupo vallisoletano ‘Emboscados’, con la obra sobre Leopoldo Panero que más bien se centra en familia de Leopoldo Panero y que estuviste meses metiéndote en el papel. Luego el guión de ‘Éramos tan felices. Los Panero, cierzo y silencio’ se lo llevó el viento.”

 

Este proyecto nació por iniciativa del Ayuntamiento de Castrillo de las Piedras, de Gaspar, que quiso montar para el homenaje que se celebra todos los años sobre la muerte de Panero, algo teatral. Y desde ‘Emboscados Producciones’  se pusieron en contacto conmigo  para ver si me gustaría interpretar el papel de Felicidad Blanc. Fueron tres meses de trabajo de investigación bastante profundos... estudiar el personaje envolviéndose de sus sentimientos, a partir de su biografía, de las imágenes que dejó en los documentales. Era complicado entrar en esa dinámica familiar de autodestrucción. Y luego ocurrió que en el último momento el guión se esfumo por los aires. Tuvimos ciertos problemas, y no pudimos utilizar el texto. Y eso cuatro días antes del estreno. Pero habíamos trabajado tanto el asunto que entendimos que ya conocíamos la vida de los Panero lo suficiente para poder desarrollar escenas que posiblemente concordasen con la realidad. Inventamos una nueva escena, una nueva circunstancia sobre su muerte y después conociendo detalles a través de la familia  de Leopoldo corroboramos su posibilidad.

 

 

 

 

¿Cómo ves tú a Felicidad como persona?

 

Siempre me pareció una mujer muy fuerte y muy entregada a su marido, a sus hijos, y tuvo que sufrir las circunstancias que sufrieron todos ellos.

 

 

Una mujer liberal como ella, en el Astorga de la época, bastante ñoña, eclesiástica y militar. Y ella en plan rompedor.

 

Tenía otro estilo de vida distinto y aquí se encontró una forma de vivir más rural, y se vio un poco empequeñecida, aunque también ahora se han publicado sus cuentos que nos permiten asistir a su manera de ver el mundo.

 

 

¿Qué me dices del teatro, de tu participación en ‘El mayal’?

 

Tenemos un juguetito que estrenamos en Navidad. Este año ya mismo vamos a mostrarlo en el Conde Luna. Se trata de ‘Hanukah’. A través de la Red de Juderías de León se mueven este tipo de propuestas centradas en el judaísmo, y creamos una obra teatral sobre la festividad de la luz.

 

 

Y ahora nos cuentas sobre la ‘Compañía Teatro en Obras’ con un proyecto rompedor que se fraguó este verano en el húmedo de león.

 

 Yo trabajo además con otra compañía que es la ‘Tele Teatro·, mi compañía...

 

 

Pero lo de la tele no es de la pantalla…

 

No, son las siglas de LTL (Laboratorio Teatral Leonés) y es en esta compañía con la que he desarrollado la mayor parte de la actividad teatral durante los últimos años, y con quien ahora estoy representando ‘Raíces’ de Lorca’; en un formato muy personal para cafeterías. Se trata de un texto extraído de las mujeres teatrales de Federico García Lorca, acompañada por la música a la guitarra de Viana Trigueros. El título de ‘raíces’ viene de que intentamos visibilizar esos personajes femeninos de la obra de Lorca como si vivieran en una misma población y se encontrasen día a día. Son siete personajes muy poderosos en la obra de Lorca.

 

 

A ti te irán como anillo al dedo.

 

Claro, con esta apariencia y este físico que tengo. Los personajes fuertes  a mí me suelen venir bastante bien.

 

 

¿Cuál de todas las mujeres destacarías? Porque está claro que es un homenaje a todas las mujeres que somos fuimos y seremos, a todas las mujeres más allá del tiempo.

 

Destacaría la fuerza de la madre de Bodas de Sangre, que tiene una presencia emocional muy distinguida durante toda la obra. Era una madre de carácter, muy autoritaria .Es un personaje que sigue anclada a sus raíces,  a su sangre, a su tierra; incluso ante las adversidades. Para mí ese tipo de fuerza me parece muy digna de destacar y de la que todos podemos aprender en la actualidad. Esa lealtad hacia su familia, hacia sus inicios…

 

 

 

 

En este mes de agosto, en León montasteis  ‘Hors lits’, algo más que microteatro; una nueva manera de ver el teatro urbano.

 

Son actos artísticos. Una propuesta que se trajo desde Barcelona a través de Isabel Llanos. Se trata de actos artísticos en pisos con una duración de entre 15 y 20 minutos más o menos.

 

 

Es decir, no había ni escenarios ni nada, tú ibas a un piso…

 

Tú llegas a un piso y estás viendo a un personaje desarrollando una acción que está sucediendo en la cocina por ejemplo, porque ese personaje en ese momento puede estar cocinando.

 

 

Entonces el escenario en este caso sería un piso y concretamente en la cocina…

 

Se trataba de un ejemplo, puedes ver a ese personaje en su cotidianeidad, lo que despierta una curiosidad distinta. A la par de la acción estás viendo útiles de la vida de una persona que se utilizan para que ese personaje viva una vida ficticia. ¡Qué bonito!

 

 

Y al mismo tiempo en otros pisos y en otras casas se estaban desarrollando otras escenas

 

 Así es, cuatro escenas a un mismo tiempo.

 

 

¿Y los espectadores?

 

No sabían lo que iban a ver. Iban acompañados por un guía que, después de citarlos en el Barrio Húmedo, los acompañaba a cada una de las escenas…

 

 

¿Hubo algún espectador al que le diera el pánico?

 

Sí, una mujer que se emocionó ante una de las escenas. Se trataba de un tema con el que empatizó directamente, dada su circunstancia vital y paso un mal rato.

 

 

¿Y luego al final había una puesta en común?

 

Sí, nos juntábamos en un lugar al finalizar las cuatro funciones para que los participantes pudieran poner en común lo que habían visto en cada una de las casas. Hacer un espectáculo en vivo admite muchas variaciones…

 

 

¿Había por allí alguna bandeja de pastas en los pisos. Había alguna ‘coccote’ que recibía?

 

Sí, estaba la ‘Moncha’, el personaje que trató con Genarín, que hablaba de como se llevaba un piso de citas en aquella época, de poesía erótica. Es también una simbiosis de poesía, música y danza.

 

 

 

 

Vamos ahora al cine, pues hay matices y diferencias, pues en el cine se puede dar marcha atrás. El directo siempre compromete más.

 

Pues sí es una disciplina que yo defiendo que es muy diferente…

 

 

¿Y el teatro como terapia?

 

Primero, que te ayuda a conocerte, en tus limitaciones vocales y gestuales. Es también muy bueno para adquirir habilidades sociales.

 

 

¿Habría que dispensar teatro en las farmacias?

 

Ya está demostrado que como terapia ocupacional el teatro funciona muy bien. Para cualquier persona que quiera ahondar en sí mismo o para perder vergüenza o saber hablar en público. Yo en una farmacia no lo pondría, pero sí en un consultorio médico.

 

 

¿Nada más levantarnos de la cama somos ya actores?

 

No es que tengas un papel por obligación o porque te venga impuesto, sino porque nada más que te levantas ya estás pensando en las cosas que vas a hacer... Entonces estás interpretando aquello que en tu mente avanzas y te estás haciendo un guión ya desde la primera hora de la mañana.

 

 

¿Cuántos papeles tenemos verdad?

 

Muchísimos, yo creo que cuantos más tengamos mejor. Es muy divertido, y qué feliz habrá de ser la vida de una persona que represente unos cuantos papeles.

 

 

Como dijo Balbino en la presentación, estás en este momento nominada en dos candidaturas.

 

No es así, soy candidata a la nominación tanto en los premios ‘Forqué’ como en los Goya.

 

 

La prensa en el momento de la presentación de ‘Media hora y un epílogo’ destacó: “Inés Diago domina la elegancia argumentativa, sobre todo que es un personaje fuerte, una mujer que decide en una patrulla policial”. La madre de Lorca vestida de policía.

 

Pero un poquito menos tierna. Es cierto, ya solo por mi físico un personaje fuerte me ayuda a poder salir airosa.

 

 

 

 

¿En 30 minutos se puede construir un mundo?

 

Se puede construir y se puede destruir en 30 minutos, depende del punto de vista en que tú lo veas.  

 

 

¿Qué tal es como director Epi?

 

 Muy bueno, te deja actuar…

 

 

¿Está también nominado no?

 

Sí, lo está como director novel.

 

 

Pues vaya pelotazo para la película, tres artistas y  el director.

 

Ten en cuenta que estamos hablando de 151 películas que están a ese nivel. Y que son luego tan solo entre 10 y 15 películas las que suelen llevarse todas las nominaciones... De Epigmenio me preguntabas. Sí que es un buen director que además nos deja aportar a los actores sobre nuestros personajes y que nos deja trabajar un poquito por nuestra cuenta esa personalidad.

 

 

Y también hubo un actor local en la película, Ivan Serrano.

 

Sí, lleva ya unos cuantos años en la RESAD, la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid…

 

 

También has participado en un montón de cortometrajes, como en ‘Oscuridad Blanca’.

 

Se trata de un corto en el que Jesucristo se reencarna en un zombi.  Otra vez en el tema de las polémicas. Te metes en un tema que roza la religión y hay que ser muy cauto por la sensibilidad que puedes herir.

 

 

Recuerdo una frase de un escritor inglés que dice que “El pasado ni está muerto ni está enterrado ni es pasado”. Viene a cuento de esto que estás comentando de que la gente enseguida se altera.

 

No es un corto sacrílego, pero es un poco atrevido. Pero en último extremo la sensibilidad es algo de cada uno...

 

 

Y luego, ‘Doce días de invierno’.

 

 Se trata de otro cortometraje que hicimos aquí en León .

 

 

-Y luego, ‘La proeza’…

 

Es un corto que está destacando en muchos festivales. Es  el ganador de ’Quercus’. Una filial de la Seminci de Valladolid. Un corto de Berrocal y Isabel Medarde.

 

 

¿A qué actriz española han dicho que te pareces?

 

 Tengo unos amigos que dicen que me parezco a Pilar Bardem.

 

 

Yo quería decir más bien físicamente. ¿A Asumpta Serna?

 

Es que tenemos un tipo muy parecido. También ella mide 1,80. Es una persona bastante fuerte y también tuvo muchas dificultades para encontrar films en los que pensasen que ella podía encajar.

 

 

¿O sea, que dicen que a Pilar Bardem?

 

 Bueno eso viene más por el lado de lo reivindicativo.

 

 

 

Y en las series de televisión has estado El tiempo entre Costuras y El secreto de Puenteviejo.

 

Sí, hasta ahora ha estado ahí con múltiples apariciones, con personajes muy cortitos. Son cosas que a mí como actriz, que me considero como una profesional del ‘Teatro Aficionado’, es algo muy importante que aparezca en unos créditos o en unas nominaciones, porque no son las expectativas que yo tengo estando en León, que consiste en hacer alguna obrita de teatro de vez en cuando que se pueda mover. Con toda la humildad he aparecido en papeles de personajes episódicos que rápidamente se olvidan.

 

 

También has jugado con la cámara oculta. ¿Has tenido problemas?

 

Nunca hubo problemas. Normalmente la gente se tomaba muy bien todas las bromas. Seguro que llegaba a casa y a la hora de comer decían: lo que me ha pasado hoy….

 

 

¿Un magazine en televisión es otra cosa no?

 

Eso ya es más similar a las entrevistas que tú nos haces aquí en ‘Conversaciones sin Red’. Es tirarte a la piscina directamente.

 

 

¿La televisión ya no tiene esa energía de la que hablábamos en el teatro…?

 

Se trata de formatos diferentes. Pero tengo muchas ganas de aprender. Habitualmente este tipo de programas los hacen periodistas de carrera y que están formados. Pero a mí me gusta apuntarme a un bombardeo, dado que estos programas se nutren mucho de la improvisación y principalmente de la escucha.

 

 

En publicidad también te has metido. ¿La  publicidad es un engaño no?

 

No, la publicidad es la forma de despertar necesidades que igual no tienes, pero engaño tampoco. Eres tú el que tiene que impedir que te engañen.

 

 

Pero en la publicidad todo es maravilloso y genial…

 

Es que hay muchos tipos de publicidades, por ejemplo lo que hicimos en el cine de Benavides para promocionar ‘Tesla’ no pretendía promocionar un festival de música maravilloso, sino que lo que queríamos era dejar entrever las intenciones de un festival de ese tipo. Publicidades puede haberlas de muchas formas.

 

 

Te metes en muchos charcos.  ¿Crees que la gente que participa en el mundo artístico debiera en algún momento mojarse y meterse en harina?

 

Yo creo que la opinión de cualquier persona siempre es bueno poder transmitirla, poder tener unos criterios propios y una forma de vida clara y que la puedas expresar con todo el mundo, y cuando estás metido en el mundo de la cultura tienes una visión que si no siempre es mucho más clara sí que puede llegar a un público...

 

 

Antes hablábamos de Pilar Bardem, y yo me refería a eso.

 

Ya, te veo por dónde vienes, pero yo no eludo lo del compromiso y no sé exactamente a qué quieres que te conteste.

 

 

 

 

¿León se parece a una película de José Luis Cuerda?

 

Se parece mucho. Yo me refería a ‘Amanece que no es poco’, pues me parece que los poderes en la provincia de León se están repartiendo un poco como en la película: a ti te toca de alcalde y a ti de guardia civil…

 

 

Yo creo que de seguir a este ritmo León se va a quedar como un museo en el que van a venir alemanes, madrileños, catalanes a contemplarnos como personajes del paisaje...

 

Lo importante es saber que hay gente que quiere cambiar eso y evitar la despoblación. Los pueblos estamos perdiendo mucha industria en favor de las capitales, y eso es lo que vertebra el tejido cultural y poblacional de cualquier sitio. Como no tengamos industria, como no tengamos trabajo no vamos a poder desarrollar ni vida ni actividades con la población.

 

 

Pues aquí en el Ayuntamiento de Villarejo cabemos todos, que nadie se vaya fuera.

 

 Eso es que tenéis mucho poder económico porque si no…

 

 

Y creativo e iniciativas. Vamos creo yo que somos como una pequeña isla. Venimos de unas celebraciones como el Black friday, el día del soltero de China y pude ver en ese tiempo un documental que se titula ‘Gaza una mirada a los ojos de la barbarie’ y me entraba un temblor... 18 minutos donde la mayoría de los personajes son niños de 4 o 5 años, entre las ruinas de su casa que le han bombardeado y que no saben por qué. En ese momento, cuando estábamos en ese consumismo voraz me tuve que hacer un montón de preguntas.

 

Normal, porque además son esos días de más consumo en los que casi celebramos el capitalismo. Cuando eres consciente de que hay problemas vitales en otros países, problemas de guerra como este de la frontera de Gaza te pueden hacer ver la vida con un poquito más de humildad, y ayudarte a distinguir lo que tú necesitas realmente para vivir de lo que son caprichos que no te van a permitir crecer como persona.

 

 

Que no somos conscientes de todos esos problemas.

 

Al estar en esta sociedad es de lo que nos preocupamos porque están cerca de nosotros. Si pudiésemos tener más información del exterior tal vez tuviéramos una conciencia más cosmopolita. Pero de momento en España nos gusta más mirarnos el ombligo y nos gusta pelearnos internamente por conflictos que nada reportan ni benefician a nadie.

 

 

Decía el Mahatma Gandhi de la poesía, cosa que yo extiendo a toda la creación artística y cultural, que esta se alza contra la tiranía de la historia, contra la colonización de las mentes a través de ideologías, contra el fanatismo. Hace ya casi 80 años que dijo esto qué valor de actualidad tiene.

 

Totalmente vigente ese pensamiento. Es lo que nos hace ser más altos de miras. Hay gente que puede tener la posibilidad de viajar por el mundo y conocer otras culturas, pero nosotros tenemos que hacerlo, en muchas ocasiones, a través de los ojos de un director de cine, de un actor que nos está presentando un proyecto, de una realidad que no te está ocurriendo a ti pero qué sucede en otro lugar del mundo. Es la mejor manera de concienciarnos de esa realidad. Y no creo que deje de estar de actualidad esa frase nunca.