Juan Antonio Cordero Alonso
Viernes, 04 de Enero de 2019

Despedida y cierre

 

11. Agradecimientos.

 

Los textos de este trabajo no han sido escritos a golpe de inspiración. Hay unas tareas de búsqueda por archivos de las que se derivan observaciones propias y otras, orientadas a obtener informaciones y opiniones de aquí y allá, donde, de entrada, ningún dato es irrelevante.

 

En este segundo tipo de tareas no tan directas, aunque igualmente necesarias, que incluyen desde entrevistas formales con guión y listado de preguntas hasta conversaciones informales o telefónicas, ha intervenido bastante gente. De todos ellos he obtenido algo; de unos, información; de otros, ánimo; de otros ayuda y confianza, o pautas o reconocimiento… Incluso de algunos... todo junto al mismo tiempo.

 

Quiero mostrar mi reconocimiento a todos los que se han interesado por este trabajo, y que, desde un grupo de Facebook denominado “INEMA, yo estudié allí”, me ayudaron a arrancar. Allí estaban Maite, Carmen, Carlos, Olvido, Leonardo… y tantos otros de una larga lista. Quiero recordarlos con el mismo afecto que si los citara uno por uno. También a otros, fuera de Facebook: José Durany, Miguel Morán, Pilar (la Cantaora), Curi y otra larga lista...

 

Deseo, además, dejar constancia expresa de mi agradecimiento a:

 

  • Julian León Velasco, por llevarme de la mano en los primeros pasos, allá por la primavera y verano de 2017, con los 265 amigos del Grupo “INEMA, yo estudié allí” de Facebook.

 

  • Antonio Ojanguren, por sus comentarios, muchas veces a salto de mata y otras por teléfono, sobre hechos, datos y recuerdos imprescindibles en las narraciones de los años 50 y 60.

 

  • Pedro Cordero Quiñones, un joven viejo amigo, que me contó su paso por INEMA, su pronta militancia de izquierdas, los recuerdos y el testimonio de su madre… estudiante del Bachillerato Universitario del Franquismo.

 

  • Carlos Villanueva quien hizo el esfuerzo de rememorar, ordenar y contarme los ocho años de su EGB que él vivió como protagonista de primera mano.

 

  • Angel De Paz que fue un protagonista privilegiado, desde la Dirección de INEMA, de los primeros cambios efectivos del mismo… allá a finales de los 70 y principios de los 80.

 

  • Asun Seco una amiga seguidora de estas Entregas. Siempre estuvo ahí, siempre me animó y ayudó, a veces con sugerencias, otras con críticas sobre lo escrito… eso sí después de haberlo leído, lo cual también es de agradecer.
  •  
  • Manuel Ortiz, que me facilitó el acceso al Archivo del Instituto, con información de interés y que pacientemente me comentó entresijos del Centro a lo largo de las décadas 80 y 90, donde él tuvo cargos relevantes.

 

  • Pedro A. Cordero a quién debo sus buenos recuerdos a su paso por INEMA… así como la aportación documental de hemeroteca de los sucesos de finales del 95 e inicio del 1996 previos a la Fusión de los Institutos de Astorga.

 

  • Rafael Torre que me ha contado unos bonitos recuerdos para completar una visión, tal vez, demasiado personal. y me ha regalado tiempo, saber y medios en el arreglo del Himno del INEMA. Gracias “Maestro”, así con mayúsculas.

 

  • Miguel Ángel Rodríguez, Gelo, que a dúo con Rafa, adaptaron la Partitura del Himno de D.Luis Calvo y letra de D.Bernardo Velado, de forma tan satisfactoria. Gracias también por contagiarme parte de tu filosofía de vida.

 

  • José Del Río Sánchez porque cuando lo necesité, ahí estaba, como ya lo había estado cuando éramos estudiantes (él mejor que yo) de Bachiller, en 5º y en 6º… y en el Quijote. Gracias Pepe.

 

  • Miguel Ángel Gómez, un amigo al que tengo ganas de conocer. Desde Canarias… tan lejos… sin embargo tan cerca de Astorga. Tus recuerdos han sido muy atinados y valiosos para estos textos… que están en deuda contigo.

 

  • Mercedes Cordero que, siempre disponible, me ha permitido fijar fechas y lugares, cuadrar acontecimientos, pulir conjeturas, sacudir el olvido…, hacer preguntas y dar algunas respuestas.

 

  • Eloy Rubio por la cobertura editorial y difusión desde astorgaredaccion.com a estas veintiocho entregas. Por su profesionalidad, por la neutralidad que siempre ha mostrado y por la libertad que siempre me ha permitido.

 

  • Y a Elena… que me ha estado aguantado varios meses… mientras yo priorizaba, hablaba, escuchaba, revivía y escribía… una historia que era distante y ajena para ella, porque allí no estaba ni su infancia ni su adolescencia.

 

A todos ellos, porque todos se lo merecen, tal vez pueda corresponderle algún día pero nunca les podré pagar su ayuda. Sus opiniones, comentarios y críticas me han sido útiles desde los comienzos hasta el final de este trabajo.

 


12.3. Anexo C. Sobre el Himno de INEMA

 

12.3.1 Anexo C1. El Himno

 

Todas las cosas, por simples que puedan ser, tienen detrás su pequeña, mediana o gran historia. El himno del INEMA, también. Esta es la pequeña historia que he ido pudiendo oír a quién está en condiciones de contarla.

 

El himno original de INEMA había estado compuesto en el año 1962 o 63 por D. Joaquín Hernández, sacerdote, Catedrático de Música de la Normal de León, un auténtico hueso para los alumnos, con el nivel de suspensos más alto de la Escuela. Tanto es así, que el curso académico 1975-76 le hicieron una huelga general protestando por las elevadas exigencias de su materia. Al final del curso hubo un aprobado general… lo que permitió a muchos alumnos sacarse el clavo de la Música y proseguir con la carrera de Magisterio. Don Joaquín debía tener alguna relación con Astorga donde pasó sus últimos años, viviendo en la Casa Sacerdotal.

 

 

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El Director de este primer Coro de INEMA fue Don Teodosio Raposo, sacerdote igualmente, que dirigió también la 'Scholla Cantorum' del Seminario de Astorga, miembro, por tanto, de la Comunidad Catedralicia, al que algún discípulo lo recuerda como un cura que tenía la mano muy larga siempre y más aún... si alguno desafinaba. Poco después se trasladó a Toledo donde obtuvo una plaza de Música.

 

Parece ser que este himno, con ciertas similitudes con la segunda parte del himno a León, tenía un exceso de sabor religioso y además era poco coral y cantable. Vamos poco atractivo como himno.

 

Eran tiempos de Don Gregorio Salvador como Director y Don Abelardo San Román como Jefe de Estudios cuando este segundo le ofreció a Don Luis Calvo, que era el Director de la Banda Municipal de Astorga y lo fue a lo largo de 33 años -entre 1962 y 1995-, la posibilidad crear un nuevo Himno y también de dirigir el Coro de INEMA. 

 

Don Luis, aceptó el encargo y para ello contó con la colaboración de Don Bernardo Velado, siempre muy vinculado al Seminario y la Catedral y profesor de Religión del INEMA, para escribir su letra. La sincronía, compenetración y ausencia de roces entre el letrista y el músico del himno hizo que el trabajo fuese rápido.

 

 

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La elección de los miembros del Coro se hacía sin demasiado aparataje, escuchando su voz y valorando su oído. 

 

En tiempos de Don Luis Calvo, el coro tenía unos 40 miembros, 20 para cada sexo. Los ensayos se llevaban a cabo a la hora del recreo y en una aula del piso superior del flamante instituto de la calle Los Sitios 2 y el repertorio estaba formado por dos tipos de temas o canciones: las fijadas por el Ministerio y las canciones libres, armonizadas por el Maestro para Coro, como 'De los álamos vengo, madre' o el 'Himno de la alegría'... entre otras. Cuando accedían a los ensayos alumnos de la Delegada…, Don Abelardo, algo más transigente con los coristas que con el resto, les permitía llegar unos minutos tarde los justos para trasladarse a toda prisa de uno a otro edificio.

 

El primer curso que dirigió el Coro de INEMA fue 1965. Dos años después, 1967, bajo su batuta, el Coro ganó un Premio de Salamanca cuyo alcance era el Distrito Universitario de Oviedo; el año siguiente, ganó otro premio en Madrid. Normalmente, el dinero de los Premios era utilizado para hacer excursiones con los coristas… a modo de y motivación-estímulo y así recompensar, en parte, la dedicación de los alumnos que, recordemos, utilizaban el tiempo de sus recreos para los ensayos. 

 

El curso 69 también obtuvieron otro Premio, esta vez en Zamora… pero la percepción económica que tenía asignada no fue disfrutada por los alumnos sino que se la quedó el Instituto y fue gastada en otros menesteres que nada tenían que ver con el Coro. Don Luis protestó… y aunque no se le hizo caso...continuó con el Coro otro año más, a petición del profesorado con más sensibilidad musical. 

 

El año siguiente volvió a tener lugar la misma confiscación del premio económico. Esta vez ya no hubo protestas, Don Luis Calvo renunció al cargo. Creo que tras su renuncia el Coro dejó de existir. Aún eran los tiempos duros de Don Manuel Pérez Barreiro. Era el Curso 1970-71.

 

En los últimos años, se incorporaron al Coro dos Frailes Redentoristas: el Padre Ruiz y el Padre Gabriel, e incluso un tercero, aunque menos tiempo, el Padre Pereda. Don Luis recuerda la buena voz del Padre Ruiz… y me confiesa que, desde entonces, lo recuerda siempre que escucha el Ave Maria de Mozart. También recuerda otras voces privilegiadas que pasaron por el Coro como Amelia Guzmán y Mario Vecino.

 

 

[Img #41061]

 

 

12.3.2 Anexo C2. Partituras

 

12.3.3 Anexo C3. Adaptación musical.

 

La adaptación musical y armonizada del Himno de INEMA ha sido realizada por Rafael Torre y Miguel Angel Rodríguez, cuya descripción corta es “Rafa y Gelo” de toda la vida... 

 

El favor que en su momento le pedí a Gelo para que pusiera una música simple al Himno de INEMA… ha sido sobrepasado ampliamente. La complejidad artística y técnica del trabajo que ambos han realizado a lo largo de una semana del mes de Julio de 2018, en el estudio de grabación que Rafa tiene en Valencia, donde vive, sobrepasa con mucho mis expectativas. 

 

He de añadir que todo este trabajo lo han hecho de manera altruista y desinteresada. Me siento muy honrado de haber contado con ellos para esta tarea y de tenerlos como amigos… aunque sea mayormente en la distancia. 

 

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Después de haber pensado un buen rato la mejor manera de agradecerles su ayuda… sólo he llegado a encontrar una palabra, una conclusión. Gracias. 

 

Muchas gracias por saber hacer lo que habéis hecho y también por haberme demostrado vuestro interés y generosidad. Que sepáis que, a partir de ahora, siempre que beba agua voy a acordarme de existe una fuente.

 

...

Reitero mi gratitud con todos los lectores, asiduos u ocasionales, de esta historia, de estos recuerdos. Han sido veintiocho entregas quincenales a lo largo de más de un año, través de las cuales he ido plasmando búsquedas, conjeturas, reflexiones, recuerdos, asociaciones y narraciones, propias o de otros protagonistas que desinteresadamente han colaborado para que este trabajo haya llegado a término. 

 

Si con todo ello hemos hecho aflorar alguna huella lejana, alguna ligera sonrisa cómplice, alguna ternura con nuestra memoria o alguna lágrima de nostalgia… este trabajo está de sobra justificado y su autor se considera suficientemente reconfortado.

 

Intentaremos en el futuro recopilar estos textos y presentarlos en formato tradicional, en papel, en un libro que recoja estos contenidos, tal vez con ligeras modificaciones… a la luz de nuevas cosas que poco a poco van apareciendo y, más poco a poco aún, se van cuadrando.

 

Barcelona, 1 de Enero de 2019
Juan Antonio Cordero Alonso.
winmates@gmail.com      
656343712   

 

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[Img #41060]

 

 

 

 

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